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*GENTE "TOXICA", COMO TRATARLA*.

       Este es un artículo que me ha llegado hace pocos días, publicado por SAIKU. A mi parecer, un texto  clarificador, que si se le da el lugar adecuado, puede terminar resultando muy útil. (Las fotos del artículo, las he puesto yo).

       El psicólogo Bernardo Stamateas da algunas pistas para identificar a la gente "tóxica". Según el autor, esta persona es la que te roba energía, la que te mete miedo y culpa, en definitiva, la que como dice ” te nivela para abajo”. Son esas personas que destruyen la autoestima a los demás, para sentirse ellos bien. Son esas personas que piensan que sólo ellos tienen razón y que sólo ellos saben cómo han de hacerse las cosas. Por regla general, agigantan tus errores y reducen al máximo tus logros, o difunden rumores para acabar con tu reputación. Persiguen un objetivo: conseguir poder y control sobre todo y todos.

       “La gente tóxica potencia nuestras debilidades y nos llena de frustraciones”

       Si esta definición te recuerda a alguien es que has estado en contacto con un persona tóxica. Al igual que los agentes peligrosos, este tipo de individuos son altamente nocivos ya que pueden destruir la confianza en uno mismo, alejarnos de nuestros objetivos y hasta arruinar nuestra vida.

       Según palabras de Stamateas “Las personas tóxicas potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y frustraciones. No des crédito a ninguna palabra ni sugerencia que provenga de los tóxicos. No te amarres a quienes no se alegran de tus éxitos”.  


Clasificación de gente tóxica:

       No existe sólo un tipo de persona tóxica. Para poder reconocerlos y neutralizarlos, Stamateas desarrolla hasta trece tipologías, adoptadas por estos seres nocivos. Éstas son algunas:

Meteculpas: La culpa es uno de los sentimientos más paralizadores que hay, hace que nos detengamos en la búsqueda de nuestras metas. Este tipo de gente tóxica siempre traslada un mensaje: “No eres lo bastante bueno”, “tú me haces ser así” o “me sacas de quicio”.

Envidioso: Siempre trata de buscar aliados. Hablará con otros para envenenarlos porque su objetivo es boicotear cada uno de tus proyectos. El que calumnia, probablemente, no puede tener el mismo brillo que tú.


Descalificador: Su objetivo es controlar nuestra autoestima, hacernos sentir "nada", ante los demás, para que él, o ella, puedan brillar y ser el centro de atención.

Agresivo verbal: Los gritos, las contestaciones agresivas y fuera de lugar son sus armas para hacer a la otra persona sentirse incapaz, débil e insegura. Su objetivo es despertar miedo a su alrededor para ser respetado.

El psicópata: Muestran una imagen que no se corresponde con su interior. Son tus ‘amigos’ mientras les sirves para conseguir sus propósitos. Una vez alcanzados te desechan y te tratan como si no te conocieran. Siempre se ofenden por todo. Hablan mal de todo el mundo. Son resentidos y amargados, y nadie puede sugerirles nada. Se muestran incapaces de detectar el sufrimiento humano.

El chismoso: Hay un aforismo que dice “no todos repiten los chismes que oyen, algunos los mejoran”. Este tipo de persona difunde rumores de manera constante para menoscabar tu imagen. Los rumores tienden a simplificarse en una única idea para hacerla asimilable por la masa. Busca notoriedad y hacer aliados.

También están el mediocre, el neurótico, el orgulloso, el manipulador, el jefe autoritario y el psicópata.


Los antídotos contra las personas tóxicas

Para el psicólogo Juan Cruz hay ciertos antídotos para este virus que infecta las mentes de muchas personas que están en contacto con un entorno laboral o afectivo poco saludable:

Detectar: Une medida para desintoxicarse es precisamente entrar en contacto con el veneno inoculado por el exterior, o por ti mismo. “Hay que detectar la toxicidad para poder salir de ella. No escapar sino hacerle frente. Sólo gracias a esa toma de conciencia como observador externo el lóbulo frontal se activa y genera calma”, explica Cruz.

Adaptarse: Aunque la situación sea muy tóxica, se pueden desarrollar estrategias para poder adaptarse a ella. Es decir, tenemos la capacidad de aprender a descodificar la misma información de diferente manera.


Abstracción: Todos somos libres de ‘cerrar la ventana’ de nuestra mente al ruido del exterior. Aunque nos bombardee con mensajes letales, tenemos la capacidad de protegernos y cerrar las compuertas de nuestra mente a esa información.

Autoestima: Potenciar los recursos que cada uno tiene, realizar actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades, buscar nuevos entornos más salubres donde se aprecien nuestras cualidades.

Relaciones sociales: Cultivar los vínculos afectivos verdaderos y las relaciones sociales basadas en valores. Fomentar la interdependencia y una buena red de amistades.

No al victimismo: Abandonar la autointoxicación, ese diálogo interior que repite una y otra vez los mismos mensajes negativos sin ofrecer nunca una salida.

Solidaridad: Hacer cosas por los demás o implicarse en proyectos solidarios es una buena forma para salir de uno mismo y su propia ‘desgracia’. Además, ayudar a otras personas que sufren es bueno para relativizar.

Abandonar: En ocasiones, sobre todo cuando las consecuencias afectan a la salud, hay que abandonar las situaciones contaminantes. Pero no es una derrota porque, a veces, para sobrevivir en un entorno tóxico, hay que convertirse en un ser tóxico. Y ese es un precio demasiado alto. Hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria.


En definitiva los profesionales nos aconsejan alejarnos de esa gente. 

Como dice Stamateas, hay que aprender a negociar, pero sin ceder nuestros derechos, pues nos pertenecen. 

Disponemos de dos palabras imprescincibles: la palabra SI y sobre todo NO, es decir, poner límites a esta personas, ambas nos sevirán de gran ayuda parea resolver cualquier diferencia que podamos tener en nuestros vínculos personales. 


Se puede y se debe evitar que este tipo de personas tomen el control de nuestras vidas. Primero, identificándolas, y segundo, reforzando la autoestima y adquiriendo estrategias para no caer en sus redes. Pero cuando la situación compromete la salud o la estabilidad emocional, los terapeutas aconsejan alejarse de esas personas o ambientes para evitar convertirnos en uno de ellos.
FEMENINAME.
       Hay conceptos, con los que estoy de acuerdo y otros que intuyo para comentar y dilucidar. De cualquier forma, me parece interesante y aquí os lo comparto. 
¡Saludos y Bellos Días! 
Mª Ysabel
  • Maria Ysabél

    Cómo evitar absorber las energías negativas de otras personas!


    (Publicado en "Los Caballeros de la Orden del Sol).

    Emociones como la ira, el miedo, la frustración o la inmovilidad son energías. Y tú puedes potencialmente atrapar esas energías de otras personas sin darte cuenta. Si tiendes a ser una esponja emocional, es vital que sepas cómo evitar las energías negativas de una persona, o incluso cómo sacar las negatividades que flotan en las multitudes.

    Otra cosa importante que debes saber es que la ansiedad, la depresión o el estrés se pueden convertir en una esponja emocional que absorbe tus defensas. Cuando menos te des cuenta, puedes estar en sintonía con los sentimientos negativos de otras personas, en especial si sufres dolores similares. Eso es por la empatía; nos metemos de lleno en asuntos ajenos sin siquiera resolver los nuestros primero.

    Desde el punto de vista energético, las emociones negativas pueden surgir desde distintas fuentes: lo que sientes tú mismo; lo que sienten otros; o una combinación de ambas cosas. Aquí te mostramos cómo diferenciar y utilizar las energías estratégicamente para no llevar en tus hombros negatividad que no te pertenece.

    Deja de absorber las emociones de otras personas

    1.Identifica si eres susceptible. La persona con más posibilidades de ser abrumada por las energías negativas es aquella “empática”, alguien que funciona como una “esponja emocional”. Algunas muestras de que puedes ser alguien empático incluyen:

    Las personas te dicen que eres alguien muy sensible sin la intención de hacerlo como cumplido.
    Te sientes agotado e infeliz en presencia de multitudes.
    Sientes ansiedad, miedo y estrés por otras personas y lo transmites a tu cuerpo como dolor físico y síntomas.
    Hablar en exceso, los ruidos y olores pueden desencadenar tus nervios y ansiedad.
    Necesitas estar en soledad para recargar tus energías.
    No intelectualizas lo que estás sintiendo, dejando que tus sentimientos se hieran fácilmente.
    Eres una persona generosa, espiritual y buen oyente por naturaleza.
    Tiendes a asegurar que tienes un plan de escape, para que te puedas alejar de las situaciones rápidamente.
    La intimidad de las relaciones cercanas puedes sentir como que te asfixian o te hacen perder tu propio ser.
    2.Busca la fuente. Comienza preguntándote si esa energía negativa proviene de ti o de otra persona. Pueden ser ambas cosas. Si la emoción, ya sea miedo o ira, es tuya entonces enfrenta con cuidado lo que la está causando o recurre a ayuda profesional. Si no es así, intenta identificar el generador obvio.

    3.Distánciate de la posible fuente. Aléjate de la fuente que te puede estar generando esas emociones negativas. Aléjate al menos 30 metros. Que no te importe el ofender a extraños. Si estás en un lugar público, no dudes en cambiar de lugar si comienzas a sentir que alguien te está pegando su depresión.



    4.Dedícate a ti concentrándote en tu respiración. Hacer esto te permitirá conectarte con tu esencia y durante varios minutos exhala la negatividad e inhala calma. Esto te ayudará a conectarte con la tierra y a purificar el miedo u otras emociones negativas. Visualiza la negatividad como una gris que se va levantando de tu cuerpo, con la esperanza de que ingrese una luz dorada. Así deberías poder conseguir resultados rápidos.

    5.Lava el daño. Las emociones negativas como el miedo suelen alojarse en el plexo solar.

    Coloca la palma de tu plexo sola como si estuvieses enviando bondad y amor a esa zona para eliminar el estrés.
    Si quieres tratar la ansiedad o depresión de varios años, utiliza este método cada día para fortalecer el centro de calma. Es muy reconfortante y te construye un sentido de seguridad y optimismo, convirtiéndose en todo un ritual.
    6.Protégete a ti mismo. Una buena manera de protegerse que las personas utilizan, incluyendo curanderos de pacientes complicados, implica visualizar una cobertura de luz blanca (o cualquier color que sientas que imparte poder) alrededor de todo tu cuerpo. Piensa en esa luz como un escudo que impide ingresar a la negatividad o molestias físicas que no te dejan estar positivo.

    7.Maneja la sobrecarga emocional. No tienes que estar en deuda con tu capacidad para absorber las emociones de los demás; ocupa bien esa carga implementando algunas de estas estrategias:

    Aprende a reconocer a las personas que te pueden bajar la energía. Esta clase de personas suelen ser aquellas a las que les gustan criticar, hacerse las víctimas, controlar o son narcisistas. Cuando puedas detectar estos comportamientos podrás protegerte de ellos.
    Come alimentos altos en proteínas antes de someterte a situaciones de mucho estrés, como salir con una multitud.
    Asegúrate de no tener que depender de otras personas para solucionar situaciones difíciles. Lleva tu propio coche para poder volver a casa rápido, lleva los fondos suficientes por si tienes que hacer un pago, etc.
    Establece límites de tiempo, reconoce cuánto puedes soportar y obedece ese límite para asegurarte tu bienestar mental.
    Ten tu espacio privado en una casa compartida con otros. Pide que los demás respeten ese espacio cuando estés descansando para recuperarte.
    Practica la meditación y la atención.
    8.Busca personas y situaciones positivas. Llama a un amigo que ve lo bueno en los demás, pasa tiempo con un colega que reconoce las cosas buenas o escucha a gente que tiene esperanzas. Escucha la fe que se tienen a sí mismos y a los demás. La esperanza es contagiosa y sirve para levantar tu estado de ánimo.

    Cultiva emociones positivas que aumenten tu paz interior. Si te rodeas de paz y amor, podrás florecer tan fuerte como las emociones se marchitan. Respetar tus necesidades mediante el amor propio aumentará tu capacidad de respeto hacia los demás.
    Aprende a utilizar la compasión como un modo de defenderte ante emociones abrumadoras. Con la compasión no tienes que sentirte culpable de buscar un respiro ante tantas cosas que te abruman.
    9.Crea y mantén un refugio para desconectarte. Deja abiertos caminos que te conduzcan a la comunión con la naturaleza y su resonancia. De vuelta a casa serás una persona que apague su mentalidad de víctima y que se enciende y recarga con energía y espiritualismo.

    Ten una linda imagen de una cascada o un vasto bosque cerca de ti y mírala cuando estés con estrés o ansiedad.
    Camina en un bosque o un ambiente natural para sentir la frescura del planeta.