CÓMO SE REPRESENTA EL CIELO EN EL HORÓSCOPO. La Fase Lunar. (2)

[Adela Ferrer]

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A medida que nos acercamos a la Tierra, los factores horoscópicos van siendo cada vez más rápidos en su movimiento aparente: Así, del inmóvil firmamento estelar, pasamos al Zodíaco móvil (1º cada 72 años), y de éste , a los casi vertiginosos planetas, cuyas velocidades oscilan entre los 28 días aproximados de duración del ciclo lunar, y los 247 años y medio en los que –más o menos- completa el suyo el lejano Plutón.

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Los planetas, por pertenecer a nuestro propio Sistema Solar, están más relacionados con nosotros que las estrellas.

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Se incluyen como planetas a las luminarias, el Sol y la Luna, aunque no lo sean, ya que se comportan astrológicamente como tales, pues en relación con los ciclos y las influencias cósmicas, la Tierra es, para el astrólogo, el centro del Universo.

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La acción de los planetas es la más movida, expresiva y protagonística.

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Podríamos comparar a los planetas con los actores del drama astrológico que se representa en el escenario el horóscopo; quedando la bóveda celeste como telón de fondo y los signos del Zodíaco como bastidores y mobiliario escénico.

Los papeles que a las luminarias les habrían correspondido en la supuesta función serían:

El Sol haría el papel del rey, el rol de la voluntad y el de la vitalidad; mientras que la Luna representaría el personaje de la reina, el papel de las emociones y el de los humores (los líquidos corporales)

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El Sol cumple su revolución aparente en torno a la Tierra en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos: un año trópico, es decir el periodo de Tiempo en el cual la Tierra realiza una revolución en su órbita, retornando nuevamente a un mismo punto.

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La línea imaginaria que marca la trayectoria de la órbita terrestre, se llama la Eclíptica y, como veremos, se llama así porque sólo a lo largo de ella ella se pueden producir los eclipses solilunares.

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Observando el universo desde nuestro planeta, el año trópico se cumple cuando el Sol vuelve, al cabo de un año, a la misma posición eclíptica, lo que los astrólogos llamamos una revolución solar.

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La Luna: La Luna cumple su periodo sidéreo, su revolución en torno a la Tierra cada 27 días, 7 horas y 43 minutos, es decir, que en ese tiempo recorre todos los signos del Zodíaco y regresa a la misma posición en el que se hallaba, lo que los astrólogos llamamos una revolución lunar.

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Representación de una Luna llena (en oposición al Sol)

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Pero como el Sol, en el transcurso de dichos 27 días y cuarto, habrá ido asimismo avanzando en el Zodíaco, cuando la Luna logre “darle alcance” y vuelva a repetir su fase o posición relativa con él, habrán pasado un promedio de 29 días, 12 horas y 44 minutos, es lo que se llama un período sinódico Luna-Sol y lo que los astrólogos entendemos como una “repetición del aspecto” que formaron Sol/Luna y en el signo siguiente.

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Así la conjunción Sol-Luna o novilunio se producirá el 7 de octubre a 14º de Libra y la siguiente conjunción Sol-Luna o novilunio, se producirá 29 días y medio más tarde, el 6 de noviembre, a 13º de Escorpio.

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CÓMO SE REPRESENTAN LAS FASES SOLILUNARES EN EL HORÓSCOPO

Novilunio Luna nueva en el Descendente o ángulo del Oeste (Casa VI), con ambos luminares en conjunción en el signo de Cáncer.

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Cuando las posiciones zodiacales del Sol y la Luna son muy próximas entre sí, la cara que nos muestra la Luna en ese momento permanece “oculta” por los rayos del Sol, motivo por el cual no la vemos: es la Luna nueva.

Por motivos obvios, no podemos mostrar una fotografía de la Luna en el novilunio a menos que se tratase de un eclipse, por lo que ésta sería la fotografía de un par de días después de la conjunción arriba calculada: la neomenia (primera visibilidad de la Luna por el Oeste -el Descendente, en la Casa VII- tras su conjunción con el Sol)

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Cuarto creciente con el Sol en Aries en la zona Oeste (la tarde, Casa VII) y la Luna alejándose en sentido zodiacal de él (en cuarto creciente en Cáncer) y en el Medio del cielo (culminando, Casa X)

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Una semana después de cualquier novilunio, cuando la Luna en su recorrido a través del Zodíaco forme aspecto de cuadratura con el Sol, la veremos en su fase creciente: se la puede ver por la tarde y durante la primera mitad de la noche, ocultándose por el horizonte oeste hacia la medianoche.

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Así -más o menos- sería la fotografía de la Luna de la carta astral del cuarto creciente representado en el horóscopo anterior, vemos a la Luna muy alta en el cielo, iluminada desde el Oeste por el sol en Aries y en la casa VII (al poniente).

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Luna llena asomando por el horizonte oriental, la Luna en Acuario en Casa XII y el Sol en Leo, en su oposición en Casa VI.

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Transcurrida una semana después del cuarto creciente, se alcanza la luna llena, es decir, que la luna siguió su recorrido zodiacal hasta llegar al signo opuesto al del Sol, fase en la que nos acompaña toda la noche ya que al situarse “enfrente”, a 180º del Sol, cuando éste se oculta por el Descendente, ella se asoma por el Ascendente, y al contrario, al la salida del Sol, ella está poniéndose por el oeste.

Representación gráfica cómo se vería -más o menos- la luna llena ascendiendo por el horizonte Este, en una aproximación a lo que se ha calculado en el horóscopo anterior.

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Cuarto menguante con la Luna en la Casa IX en Tauro y el Sol en Leo en Casa XII.

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Una semana después de haberse producido la Luna llena, se llega al cuarto menguante, a 90º del Sol acercándose a él en sentido zodiacal, en el que la luna aparece por el Este ya de madrugada, permaneciendo en el cielo matutino y ocultándose por el oeste alrededor del mediodía.

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Una luna en la casa IX y en cuarto menguante en una recreación de lo calculado en el horóscopo anterior. Muesta su parte iluminada hacia el Este, por donde le llegan los rayos del sol desde la Casa XII.

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Quiere decirse que, para ver en qué fase se hallaba la Luna en cualquier carta natal, sólo hemos de comprobar si se halla: en el mismo signo del sol del Sol (Luna nueva).

Si se halla en los seis signos siguientes en sentido zodiacal al que ocupa el Soll (irá aumentando su luz y tamaño), pasará por la cuadratura creciente hasta llegar al signo opuesto al Sol (Luna llena).

Si se halla en los 6 signos anteriores en sentido zodiacal al que ocupa el Sol (partirá de estar en fase de llena en la oposición e irá disminuyendo su distancia angular con él hpasndo por la cuadratura menguante hasta regresar a la conjunción).

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Quizá ahora podamos entender mejor los textos medievales cuando leemos a Ben Ragel explicar las fases de la Luna en el poético lenguaje de la astrología:

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La Luna es, con relación al Sol, algo así como lo que es el primer ministro con relación al rey: que el soberano le da a su minstro poderío, alto grado y lo acerca a él (la conjunción),

Y se puede ver cómo el ministro (la Luna) va transmitiendo la orden del rey y va aumentando su propio poderío, su luz y su fuerza hasta que llega a la oposición, y cuando llega ese momento, el Sol -su rey- la contraría, ordenándole disminuir su luz y retomando lo que le había prestado y dado de poder.

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Así como hace el rey cuando eleva a su ministro dándole fuerza y poder para mandar a su gente y a su pueblo, para mantenerlos y que disponga según le parezca. Pero cuando aquel ministro llega a ser semejante al rey, su señor, en grandeza, poder y honra, entonces el rey empieza a rebajar y disminuir los poderes que le había conferido.

Y de esa manera es la Luna con el Sol y el Sol con la Luna.

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Y cuál es el motivo que subyace bajo las diferentes gradaciones de fuerza que, dependiendo de su fase o aspecto con el Sol, puede tener la Luna y que nos transmite así Ben Ezra:

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“La Luna y el Sol tienen otras 16 maneras diferentes de relacionarse, que son las siguientes: a) La primera es la conjunción cerrada, cuando entre ellos hay menos de 16´, en este caso nl Luna no tiene fuerza. B) Cuando la distancia entre ellos aumente hasta 6° y la Luna esté después del Sol: a partir de ahí comienza a tener alguna fuerza. C) Cuando la distancia entre ambos haya aumentado a 12°, y con ello va creciendo su fuerza. D) Cuando se hallaen semicuadratura crciente, a 45° del Sol, en ese momento tiene una cuarta parte de su fuerza. E) Cuando ya se ha alejado 90° del Sol, en ese momento tiene la mitad de su fuerza. F) Cuando entre ambos haya 135° de distancia, entonces tiene dos tercios de su fuerza.G) Cuando que esta distancia aumente a 168° o sea, a 12° de la oposición al Sol, en aquellos momentos está en su fortaleza. H) Cuando forma oposición al Sol es cuando adquiere la mayor fortaleza que pueda tener. I) Cuando la distancia de la oposición ha menguado en 12°.

J)Cuando esta distancia mengüe 45°, entonces pierde una cuarta parte de su fuerza. K) Cuando ha bajado 90° de la oposición, que le hace disponer sólo de mitad de su fuerza. L)Cuando vuelve hacia el Sol y se halla a una distancia de 45°, entonces no tiene sino una cuarta parte de su fuerza. M) Cuando se acerca a 12° del Sol, que entra bajo los rayos. N) A a 6° del Sol, comenzando allí a estar combusta

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Continuará....

[Adela Ferrer]

Hola, Benjamín:

Todo tiene que ver, pero hay que aplicar el sentido común y la regla de oro del astrólogo: cuanto más rápido es el movimiento del cuerpo celeste que estudiamos, más incide en los acontecimientos.

El signo zodiacal tiene más importancia que el fondo de estrellas o constelación sideral.

Lo que dice la tradición acerca de las Moradas Lunares es que en la Morada donde aparece la neomenia (el filo de luna como 3 días después del novilunio y en la Casa VII) tiene su importancia sobre la meteorología del mes lunar ya que cada Morada es húmeda, templada o seca.

El paso de la Luna por cada una de las 28 Moradas tiene su aplicación en astrología eleccional, pero claro, si pretendes pedir un favor al rey (a la Administración) y aprovechas la Morada X, cuando la Luna está con Régulus, pero ese día la Luna está por ejemplo menguante, a menos de 12º del Sol, en movimiento lento (yendo hacia su apogeo) separándose de Marte y aplicando de cuadratura a Saturno... Pues te va a salir fatal, por mucha conjunción con Régulus y mucha Morada adecuada que tenga, ¿no?

Un abrazo

[Benjamin Martinez]

Gracias Adela por esta magnificas lecciones ilustrados con textos clasicos. Hemos hablado anteriormente de moradas lunares, la conjuncion, cuadratura, oposicion, cuadratura tendran diferente fuerza dependiendo de que caiga en una morada u otra o eso no tiene nada que ver.

[Adela Ferrer]

Hola, Maite: Esto tiene que ver con la sincronicidad. Así que me alegro de que la fortuna te haya traído precisamente a través de mí lo que necesitabas en este preciso instante. Un abrazo

[Maite Merino]

Adela, como siempre excelente aporte, casualmente en estos días estaba buscando exactamente lo que publicaste!!! que buen tino, al menos en mi caso...
Abrazos
Maite

[Adela Ferrer]

Hola, Marco:

Si la Luna no tiene fuerza en la conjunción y representa, entre otras cosas, los humores y el cuerpo físico, el nativo del novilunio tiene "poca fuerza en su cuerpo", pero sobre todo lo que le ocurre es que su consciente y su voluntad (el Sol) y su imaginación e inconsciente (la Luna) confluyen, creando así una personalidad muy fuerte y reaccionando y analizando la vida de forma muy subjetiva (quizá por eso, al creerse merecedores de la gloria, se sienten más desgraciados o menos de acuerdo con su vida).

Pero no, este planteamiento propio del genio y la imaginación de Volguine y deducido de quién sabe qué forma, no tiene respaldo en la tradición a menos que se trate de una resumen absurdo del aforismo que dice que "cuando la luna nueva se halle asediada entre dos infortunas y no tenga contacto con ninguna fortuna, el niño morirá antes de criarse; quizá sea ciego y la madre también estará en peligro, es posible incluso que muera la madre." Posición astronómica que, afortunadamente, se cumple muy pocas veces en el cielo.

Eso sin contar con que va contra el arte de la interpretación astrológica juzgar algo tan serio como la salud basándose solamente en un apecto entre dos planetas (aunque se trate de los luminares)y encima sin considerar ni signo, ni Casa.

En cuanto a su visión fatalista de Hécate... no la comparto y sólo se me ocurre pensar que como Volguine tenía a su Luna natal en cuadratura con Saturno (3-3-1903), quizá se llevaba muy mal con su abuelita o con alguna mujer anciana y le daba miedo el mundo de la sabiduría oculta que representa la anciana sabia ya que, a fin de cuentas, no nos engañemos, representa la otra cara de la vida: la muerte.