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ENFERMEDADES MANIACO DEPRESIVAS Y LA ASTROLOGÍA


A finales del siglo XIX, el psiquiatra alemán Kraepelin denominó Psicosis Maníaco Depresiva al trastorno mental donde aparecían crisis periódicas de estados de alegría extrema (manía) alternados con estados de tristeza profunda. (Depresión). La llamó en un principio “locura circular” y posteriormente Psicosis Maníaco Depresiva (PMD). En la actualidad se le clasifica dentro el apartado de los Trastornos Afectivos con el Diagnóstico de Trastorno Bipolar. Esta enfermedad se diagnostica cuando al hacer el estudio vital de una persona se comprueba que ha sido víctima de cambios bruscos en su Timia. Timos quiere decir afecto. Eutimia quiere decir afecto feliz o afecto sano y estable, mientras distimia se refiere al afecto perturbado.

Kraepelin observó que la PMD era una enfermedad que debía ser analizada en cortes longitudinales y no en cortes transversales, para este fin, era necesario revisar la historia clínica del paciente. Pudo notar que aproximadamente a partir de los 25 años de edad aparecían en el individuo ciclos en los cuales estaba demasiado eufórico o profundamente deprimido; estos se alternaban con intervalos variables dependiendo del paciente, pero generalmente los ciclos se activaban cada 6 meses.

Depresión y Manía: Aspectos Clínicos

A continuación se describe la clínica presente en la depresión y la manía, resaltando que la depresión puede aparecer sola sin estado maníaco: a esto le llamamos Episodio Depresivo Mayor. Si la persona presenta un cuadro maníaco ya se diagnostica como PMD.
Cuando hablamos de estado depresivo debemos antes distinguir entre varios tipos de depresión a partir de su origen o causa, a saber: depresión endógena, determinada por factores genéticos, la depresión reactiva o situacional, depresión neurótica o estructural y la depresión orgánica generada por una enfermedad médica o fármacos, drogas etc.

A estas 4 modalidades pertenece el síndrome depresivo que consta de alteraciones en las siguientes esferas de la vida psíquica:


Afecto: Estado de ánimo deprimido o humor depresivo donde predomina el pesimismo, la desesperanza, el hastío de la vida, la incapacidad para experimentar placer. En casos extremos la persona puede presentar el “autismo depresivo”, un estado profundo de introversión (Saturno en la casa XII). Puede estar acompañado de síntomas como angustia (sobretodo en la depresión neurótica) e irritabilidad que se le suele asociar a la hostilidad y la agresividad. Puede haber llanto o por el contrario la incapacidad para llorar.

Pensamiento: Se observan alteraciones como la lentificación del pensamiento, lenguaje parco, pausado, conversación monótona y pobre. La atención y concentración se ven disminuidas así como fallas en la memoria. Se observan contenidos en las ideas como auto reproches, sentimientos de culpa, ideas de muerte, de minusvalía e ideación suicida. Pueden aparecer ideas delirantes en relación a: la preocupación por la salud del alma y el temor del pecado (XII), la preocupación por la salud del cuerpo y el temor a la enfermedad (VI) y la preocupación por el aspecto material de la vida y el temor a la ruina (II-VIII) expresados en los delirios de culpa, de hipocondría y de ruina respectivamente.

Conducta: La actividad psicomotora se encuentra inhibida, movimientos lentos. Mímica y gestos reducidos, las tareas cotidianas se vuelven una carga pesada.

Ritmos Biológicos: se observan cambio en el sueño como insomnio, despertar precoz y pesadillas. También se puede observar hipersomnia o dormir excesivo. La alimentación es otra área que se encuentra afectada pudiendo observarse una importante disminución del apetito y de peso, o bien una ingesta descontrolada de alimentos debido a la presencia de ansiedad.
En la manía se reconoce una “triada” de síntomas que son: estado de ánimo eufórico, la aceleración del pensamiento y la hiperactividad. En su forma típica la manía suele tener un inicio brusco y estar acompañada por síntomas como la irritabilidad y exaltación. Las áreas afectadas son:

Afecto: El estado de ánimo predominante es la euforia, la alegría expansiva y optimista, la persona hace chistes, bromas, ironiza. La alegría es contagiosa y muchos participan de ella. Pero al mismo tiempo puede mostrarse irritable, la persona se molesta fácilmente ante cualquier contrariedad combinándose la euforia con “labilidad afectiva”. Cualquier suceso sin importancia puede cambiar la alegría en tristeza y en vez de risa aparece el llanto.

Pensamiento: El pensamiento se presenta acelerado y en casos aparece la fuga de ideas en que las ideas surgen con gran rapidez pasando el sujeto de un tema al otro sin terminar ninguno a partir de asonancias, juegos de palabras, rimas. Gran parte de las ideas quedan inconclusas y el discurso no es lineal sino que fácilmente cambia de temática de acuerdo a la estimulación exterior a la cual el maníaco es muy sensible. La aceleración del pensamiento se expresa en verborrea que es una tendencia a hablar en forma incesante. Cuando se presentan ideas delirantes su contenido es de grandeza, congruente con estado de ánimo expansivo. La persona considera que posee capacidad y cualidades especiales o relaciones con personas importantes y famosas.

Conducta: se observa hiperactividad, poca constancia en las tareas que se inician, a veces la persona ejecuta varias tareas al mismo tiempo, baila, canta se ríe y burla de los presentes, etc.

Correspondencias Astrológicas

Las correspondencias astrológicas para los trastornos depresivos están relacionadas con la energía del planeta Saturno y los contactos partiles con los planetas personales, sobretodo Sol - Luna - Mercurio.

En los conocimientos antiguos el metal asociado a la energía de Saturno era el plomo, el cual tiene las características de la densidad y el peso, atando al hombre a la realidad y la materia. Para los antiguos alquimistas en el interior del plomo se hallaba la paloma blanca, expresando la idea central de la materia como receptáculo del espíritu. Podemos entonces pensar que a partir de la experiencia depresiva se puede entrar en contacto con una parte de nuestro Ser que nada tiene que ver con la densidad de la materia sino más bien con lo sublime y trascendente. Sin embargo hay que hacer una diferencia: en una depresión la persona se siente aplastada, comprimida y si vive esta crisis únicamente en su polo negativo puede quedar en un estado circular monótono y repetitivo. Es la llamada depresión seca, donde no hay movimiento psíquico interior y se es incapaz de encontrar un significado al malestar. No hay lágrimas, sólo un pesar quejumbroso, molesto, la persona se encuentra inmóvil como un bloque de materia inerte. Predominan el resentimiento y la amargura, la culpa generalmente se coloca en otros por lo que no hay oportunidad para la reflexión. Esta es la energía de Saturno en su máxima expresión negativa.

Antiguamente se le llamaba Melancolía y estaba a la par de los pecados capitales ya que se traduce psíquicamente en un rechazo a la vida. Un ejemplo pueden ser los duelos no resueltos, viudas que quedan “petrificadas”, atadas a un recuerdo inmóvil y lejano, culpando a la “vida”. Podemos encontrar depresiones secas en las cartas astrológicas donde Saturno realiza aspectos tensos a planetas personales sin salidas creativas (Trígonos, sextiles, semisextiles), y donde predominan las energías de tierra sin presencia de agua o fuego. Una imagen que resume este sentir es el arcano del cinco de copas del tarot.

En su polo positivo, la depresión puede ser el preámbulo de un movimiento creativo donde se entra en contacto con lo sublime del Ser, quedando expresado en nuevas formas de entender las vivencias y del surgimiento de alguna idea creativa. Esta es la llamada depresión húmeda, ya que aquí la persona a pesar de mostrar una sintomatología depresiva, internamente realiza un movimiento psíquico que le permite profundizar y transformar el plomo en material menos denso, en materia ligera creativa. La humedad de las lágrimas contiene la Sal, que representa la liberación de las vivencias que se encontraban cristalizadas y aprisionadas dentro del cuerpo, la liberación del alma de la materia. Para que esto sea posible es necesario que en la carta exista fuerte presencia de Neptuno ya que son las pruebas húmedas de este planeta las que disuelven la rigidez del Ego. El Colgado del tarot es un buen ejemplo gráfico que sintetiza estas energías.
Para explicar los correlatos astrológicos de la sintomatología maníaca debemos observar si hay predominio de energías de fuego en la carta, presencia fuerte del planeta Júpiter y energías en el signo de Sagitario. Cuando hablamos de patología recordemos que dichas energías deben estar bloqueadas y presentes en las casas III- VI- XII, el eje mente-cuerpo-espíritu. Son las casas que nos conectan con el sentido de la trascendencia.

Los contactos Júpiter - Sol en sus aspectos tensos muestran las facetas menos benévolas de estas energías de fuego. Si bien esta combinación suele inclinar hacia el optimismo, la auto confianza y la fe en la vida, el exceso muestra sus facetas de arrogancia, orgullo desmedido, autocomplacencia, auto indulgencia, colocándose la persona en una posición de superioridad y considerando muchas veces a sus semejantes como seres inferiores. Este exceso queda expresado patológicamente como ideas delirantes megalománicas y de grandeza, poseyendo una opinión tan elevada de sí mismo que lo coloca fuera de la realidad. Puede también expresarse a través del complejo arquetípico del “niño divino” quien debe aprender a ser un ser mortal, común y corriente entre sus semejantes. Este toque de realidad sin duda estará marcado por Saturno, que lo confrontará con experiencias que conectarán con la tierra y la realidad de la vida. Lo ideal es que pueda vivir en la realidad sin perder la fe y confianza en la existencia.

Los contactos Luna/Júpiter hacen que la persona sea excesivamente expansiva y generosa con otros, tendiendo a prometer cosas grandiosas que no es capaz de cumplir. Muestra también los excesos en la alimentación y los cuidados del cuerpo, siendo la falta de moderación uno de sus problemas más evidentes. La auto indulgencia, la pereza aparecen con esta combinación.
Para hablar de Psicosis Maníaco Depresiva o de la alternancia de ciclos expansivos y depresivos en una persona deben entonces por lo menos estar presentes contactos Solares y Lunares con Saturno y Júpiter.
Por ejemplo, Sol trígono Júpiter en Fuego y Luna oposición a Saturno en Tierra es una posibilidad (entre tantas otras) de una personalidad que oscila en sus estados afectivos.

La alternabilidad súbita de las crisis puede estar detonada por la presencia de un Urano fuerte en la carta. Los ciclos pueden ser muy amplios en el tiempo (seis meses o más) o muy cortos. Hasta pueden oscilar en sólo 24 horas los síntomas maníacos y depresivos. Sin duda Urano con la Luna hace su trabajo en estos casos.
Recordemos que para hablar de patología debemos conocer la historia de la persona, y sobretodo debemos tener presente que cada uno de nosotros trae un bagaje karmico así como un nivel evolutivo y de conciencia que son determinantes en la intensidad de las experiencias por las cuales transitamos.

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Comentario por Emma Esperanza Acosta Vàsquez el marzo 13, 2010 a las 4:53pm
Irma, muchas gracias por compartir sus conocimientos. Personalmente he observado en las cartas que he estudiado por ejemplo la conjunciòn de Luna Saturno, la persona se encuentra melàncolica o triste o con depresiòn. Cordial saludo, Emma Esperanza

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