Nos remontamos a muchos siglos a.C., en los tiempos de los dioses de la mitología griega. Con sus poderes divinos se daban la gran vida, pero también tenían sus caprichos y veleidades. Una cosa tenían todos en común: Temían a Saturno; de él no se libraba ni el mismo Zeus.
En la imagen vemos a Afrodita/Venus, muy coqueta mirándose en el espejo, a Marte blandiendo su espada, a Apolo con su cuádriga de caballos... todos ellos absortos en su poder y ostentación. Sólo falta Cronos/Saturno, que tiene ocupaciones más serias, y que aparece o hace sus visitas cuando cree que es necesario.
Cuando Saturno creía que algunos de sus "colegas" se pasaba de la raya solía hacerles una visita, es decir: darles una lección y, ésta no siempre era muy agradable. Esta vez le tocaba hacerle una visita a Aquiles, que era a veces muy bestia. En la imagen le vemos ensañándose con un prisionero enemigo.
Aquiles, muy preocupado, presentía que la visita de Saturno estaba próxima, al caer; así que decidió esconderse en un lugar remoto en donde Saturno no pudiera encontrarle. Gracias a su poder divino tuvo la ocurrencia de convertirse en un hipopótamo y esconderse en una jungla, más bien en una ciénaga,
apestosa, húmeda, convencido de que en aquel sitio Saturno no lo encontraría. Paso el tiempo, un largo tiempo, en que Aquiles ya deliraba y soñaba en sus viejos tiempos de gloria, así que después de este período de remolcarse en la sucia ciénaga y, gracias a su poder divino, salió de la ciénaga, se limpió de toda su suciedad y gracias a su poder divino ya volvía a ser el dios de antes.
Poco tiempo después se encontró con Saturno. "Ha,ha sonrió satisfecho Aquiles. "Esta vez me escapé a tiempo! Me escondí en una ciénaga disfrazado de hipopótamo." "Lo sé", contestó Saturno en voz baja y con una sonrisa socarrona. "Pensé que estabas por largo tiempo en una tan desagradable situación, que no había ninguna necesidad de acercarme a tí." Aquiles había tomado su decisión, no obstante el efecto de Saturno se había realizado.
Moraleja: Muchas veces es mejor aceptar la visita de Saturno, ir de su mano voluntariamente, que ser arrastrado por él.
Esta historia está inspirada en una lectura de una de las páginas de FORECASTING BY ASTROLOGY - FATE AND FREE WILL de Martin Freeman. En ella Aquiles es en ralidad God Krishna, pero al merecerme éste más respeto que Aquiles, he cambiado los nombres y he tratado de hacer una traducción un poco más amena.
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