Las 7 leyes secretas del iniciado
Hay 7 leyes secretas para todo aquel que transita el camino en el que pide las iniciaciones.
1) No hay ruido, sólo silencio. El caminante atravesará el desierto acompañado por un ser angelical a su izquierda y un ser diabolical a su derecha. En el momento que abra la boca para hablar, ambos lo oirán.
2) Sus oídos se amplifican al tamaño del universo, sus ojos pueden ver el levantar del vuelo de las aves en su viaje migratorio desde un país del otro lado de la tierra. Sus palabras son oídas en todos los planetas. Sus acciones cambian el rumbo de la vida de millares de personas. El universo cambia de sentido para él cuando traspasa con su oído los umbrales de escucha permitidos para los humanos. En ese momento debe decidir si tapa sus oídos a los sonidos de los seres celestiales, o a las voces de más destructores y perversos.
3) Es retirado del ajedrez humano, para formar parte de las piezas de oro de un ajedrez divino, donde cada pieza es única en su tamaño y valor. El tablero es el universo. El que lo cuida es quien lo creó. El iniciado sólo debe dejar que la mano celestial lo tome, y mueva la jugada.
4) A la inversa de un pavo real que abre sus magníficas plumas, el iniciado se recoge y concentra sus fuerzas en su interior. Todas sus capacidades se retraen hacia su corazón para brotar por sus ojos, o por sus manos, o por su boca, o lo alto de su cabeza, como la gota única, capaz de hacer desbordar los ríos y los lagos, sólo en el momento oportuno y en el lugar adecuado.
5) El corazón del iniciado se anlaza como eslabón en una cadena de seres espirituales que viajan a buscarlo desde planos inaccesibles para los ojos terrenales. La valla de las cuatro o cinco dimensiones en que se desarrolla la vida de un ser humano común se rompe.
6) Se encuentra rodeado de 12 seres espirituales que custodian los portones de acceso a las 12 dimensiones de las que son guardianes. El caminante se siente entonces perdido en un caos de laberintos que llevan a puertas cuyos símbolos no sabe descifrar.
7) Las puertas se concentran en un punto que se introduce velozmente en el centro de su cuerpo, entre el ombligo y el espacio entre la cuarta y la quinta vértebra lumbar. Desde allí, como un nuevo programa informático, provoca 20 cambios en su mente, en su cuerpo, en su psicología, en sus energías.
Entonces abre 4 nuevas conciencias:
a) La de los mundos invisibles.
b) La de la encarnación de seres inferiores.
c) Su reencarnación, y la sucesión de encarnaciones por las que fue pasando su principio conciente hasta llegar al estado de conciencia del presente.
d) La conciencia del infinito.
El espacio que separa los seres benignos de los perversos es más angosto que el filo de un cabello, y el caminante deberá tomar posición en uno de los dos. Necesariamente batallará contra el otro.
Entretanto, el hombre común navega en el límite entre ambos.
http://www.elcaminoiniciatico.com/los_20_cambios.htm
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