Artemis en el cielo, Diana en la tierra y Hécate en los infiernos
A causa de las diferentes fases de la Luna, los mitos y los arquetipos que se relacionan con la Luna han debido ajustarse a estos aspectos variables. La Luna como representadora de la multiplicidad, no puede por menos que mostrarse en múltiples caras o facetas.
La Luna llena, redonda y luminosa, se asimila al modelo mítico de Artemis de Efeso, la de múltiples pechos, la gran madre nutricia, las gran Cerda Blanca de Robert Graves.
La Luna creciente o menguante, visible solo a primeras horas de la noche o justo antes del amanecer -conocidas como las horas del cazador- cuando los animales salen de sus escondites y pululan con mayor actividad, es la Luna con forma de arco y está asociada con el modelo de Diana Cazadora, que con su arco en las manos, simboliza la luna creciente o menguante.
Mientras que Hécate está asociada el modelo representativo de la Luna vieja y oscura, la Luna negra la diosa oscura, vieja y estéril.
Los mitólogos romanos representaron muy acertadamente este triple carácter lunar. Erigían en las encrucijadas de los caminos una imagen con tres caras, plasmando así su triple personalidad; Artemis en el cielo, Diana en la tierra y Hécate en los infiernos.
ARTEMIS
El primer modelo lunar, representa al plenilunio y está asociado, entre otros, al mito de Artemis de Efeso, la diosa de los incontables senos, y se relaciona astrológicamente con la exaltación de la Luna en Tauro. Acertadamente, a esta divinidad femenina también se la conocía con el nombre de "Tauride".
En las antiguas leyendas, Artemis era la diosa de la fecundidad y de la vida vegetativa. Su culto se extendió por el peloponeso y alcanzó su máximo esplendor en Asia menor. El centro principal de su culto se centró en Efesos, de donde procede su imagen clásica representada con una especie de corona en forma de torre o de cesto, muy similar a la lleva la diosa mediterránea Tanit que pertenece a la mitología fenicia y está muy arraigada en el mediterráneo del levante español. Pero lo más destacable de esta representación es la infinidad de senos nutricios que le llenan todo el torso. Esta exageración de pechos pretende emular la capacidad nutricia sin límites de la Luna llena.
Este modelo se distingue claramente de Artemis -Diana- que después se expondrá, pues lejos de ser Virgen, es una verdadera nodriza. La nodriza y protectora universal de todos los seres vivos de nuestro planeta. En el mito, su acción fecundante alcanzaba a todas las formas de vida, tanto vegetal como animal o humana. Se la consideraba como protectora de los desposados y de las madres de prole numerosa, era la diosa maternal, la distribuidora de la fecundidad, la patrona de los alumbramientos.
Los mitos sobre este modelo de Luna llena, se pierden en la noche de los tiempos, ya se conocía un modelo similar en las culturas orientales. Entonces aparecía como la gran Diosa Blanca, la gran Cerda Blanca, como le llamarían después. Durante sus celebraciones, en Asia menor, las madres nodrizas consagraban a sus hijos en el templo de la diosa, y en medio de danzas y de un banquete rústico, se sacrificaba un gorrinillo en su honor.
Artemis, como prototipo humano, podemos asociarlo con el tipo de mujer cuyo objetivo principal es fundar un hogar y ser madre. Representa a la mujer fértil y procreadora, la originadora de la familia como célula fundamental e imprescindible para la conservación de la especie humana. Es el modelo de mujer madre por encima de todo. Un modelo que emerge en algún momento de la vida en toda mujer, salvo a los síndromes, es decir, las mujeres que no lo son aunque lo parezcan.
sigue en :
http://titoartemis.blogspot.com/
¡Necesitas ser un miembro de Astrologos del Mundo para añadir comentarios!
Participar en Astrologos del Mundo