NO AL USO DEL GLIFOSATO EN COLOMBIA.

[orlando parra]

 

NO AL USO DEL GLIFOSATO EN COLOMBIA

En Colombia llevamos a la fecha 40 años desde que el gobierno de la época año 1978 autorizo la aspersión aérea del herbicida o matamalezas conocido como glifosato con el objeto de erradicar cultivos ilícitos como es la coca ( erythroxylum coca), la mariguana (cannabis sativa), la amapola (papaver rhoeas). Nuestro país en muy rico  en una flora de opiáceos y alcaloides a nivel de hierbas y arbustos tenemos el cilantro, la lechuga y el maracuyá su flor tiene más concentración, estos en menor grado en comparación a los que se pide erradicar.

Me voy a referir al caso de la aspersión aérea en el departamento del Huila años del 85 al 99, para el cargue de las avionetas de antinarcóticos  se uso el aeropuerto comercial Benito Salas de Neiva. Allí se dejaban en su pista a un lado,  las avionetas que en horas de la mañana eran cargadas con el glifosato en alta concentración y salían piloteadas por “contratistas Americanos” a fumigar áreas de influencia del rio Magdalena y sus afluentes, La aspersión se efectuaba en áreas de bosque de galería influenciado por pequeñas quebradas, zonas de cultivos de pan coger o sea cultivos de sustento  agrícola para el campesino, no sea hacia la aspersión a baja altura y el herbicida a veces era arrastrado por el viento afectando áreas boscosas o de cultivos en general.

No  se observo sobre el terreno ningún tipo de interventoria  o plan de manejo, por parte del estado o contratado y el Inderana  Instituto  del manejo del medio ambiente, hoy Ministerio del medio ambiente no tuvo la potestad ni la orden para hacerlo.  No se han presentado a la fecha ningún estudio de su impacto ambiental, que conozca.

Pero lo más grave de todo era que una vez terminada la fumigación, a su regreso  al aeropuerto en mención las avionetas con su tanque vacio tenía que ser lavados, y allí con los residuos se disolvían en agua y eren arrojados  y aspersados en el  desierto de la Tatacoa municipio de Villa vieja, Huila (ver articulo  y fotos del periódico el tiempo de abril 7 del año 1995.)

En ciertas áreas habitadas por campesinos del desierto producto de la aspersión residual  del herbicida el pan coger tomate, pimentones, frutales, patillas  se  quemaron y necrosaron, sus crías de ovejas y cabras  murieron envenados ya que los manantiales propios de este hermoso ecosistemas se afecto y porque no decir de su vegetación como fueron cardos, nopales, agaves, aloes, especies rastreras  fueron quemadas y necrosadas, los cítricos como el limón fueron los más resistentes  al herbicida, pero su fruto quedaba la mitad quemado y necrosado.

Que podemos esperar si seguimos con esta fumigación que con tantos años no ha controlado nada, se dice que hay siembra si la puede haber, pero la regeneración de estas especies  arbustiva se da factores climáticos, eólicos y fauna que arrastran sus semillas y crecen en las áreas donde llegan.

Nos quejamos del cambio climático de la deforestación y desertificación de los suelos, pero queremos seguir matando nuestra fauna, afectando el suelo y el sotobosque, el pequeño bosque de galería con sus aguas  que son envenenadas y por ende a nuestros campesinos, muchos campesinos pueden morir ya que contra este toxico no hay antídoto especifico.

Por eso digo la fumigación con glifosato no es la soluciono sino esperemos otros 40 años a ver qué paso.

Orlando Parra D.

Ing. Forestal T.P. 1314 Min agricultura.

Marzo 11 de 2019.