ME OLVIDÉ
Me olvide de vivir tratando de encontrar, cuando permanecer en la quietud es la fórmula para que todo lo que necesitas de contigo.
Recordé, que olvidé que el corazón no necesita explicaciones porque solo se le concedió el deseo de sentir. Desde la mente solo busqué y jamás encontré, desde en corazón encontré y jamás busqué.
Me di cuenta que la vida son momentos llenos de detalles pequeños y confiar.
Olvide ser instante eterno más allá de donde esté y perdí de vista el enorme significado del lo sencillo y del poder absoluto de lo eterno en cada cosa, en cada gesto, en cada palabra, en cada sonrisa...
No reparé en el placer de sentirte y no juzgarte, de tomar consciencia que el pasado ya es futuro. Olvidé nuevamente que ayer construí mi hoy y mi mañana lo diseño en cada instante.
Olvidé el placer de percibir qué un segundo después del ahora, ya formo parte de mi pasado y me queda todo un futuro donde crearme.
No recordé que el futuro lo dirijo yo conectado al universo entero desde mi conciencia. Olvidé que desde el futuro ya me he creado más allá de esta forma en alguna estrella del firmamento con mis deseos.
No me di cuenta que cada uno de mis pensamientos genera una vibración mas allá de mi, ni tan siquiera recordé que todo está conectado y soy parte de todo.
No percibí que soy el mundo porque yo creo el mundo en cada instante, no entendí que si yo cambio, mi mundo cambia, que si todos cambiamos el mundo cambiará.
Descubrí nuevamente que la dimensión en la que vivo ahora, es tan solo eso, una dimensión.
No recordé que ser instante es ser eterno y ser eterno es saber vivir en el instante.
Olvidé descifrar la sencillez de las cosas pequeñas como las estrellas, perdiéndome entre enormes rascacielos de cristal.
Olvide que al dar amor, al sentir desde el corazón, conectas con todo porque todo contiene algo de amor.
No recordé que todo lo que vibra en el cosmos representa el corazón y que el corazón está lleno de amor que no cesa de latir.
Comprendí nuevamente que mi mente genera juicios porque evita al corazón, más no percibí que yo no soy mis juicios.
No recordé que soy la luz de mi conciencia y que cuando conecto con la luz, la vibración de miles de fotones, producen una energía que me conecta con todo.
Olvidé que soy un homo-sapiens-consciente, la nueva mutación, síntesis de corazón y mente, de puro equilibrio que no juzga, solo siente.
No caí en que mis miedos y mis triunfos, mi fortaleza y mi fragilidad, mis preguntas y respuestas son tan solo mente. No recordé en absoluto que desde mis pensamientos nada es real y desde el corazón solo encuentro consciencia porque no razono, solo siento, el resto es búsqueda…
Me olvide de vivir entre tanto pensamiento y tuve que recordarlo todo desde el corazón, teniendo que desaparecer en mi propia oscuridad para recordar que soy luz.
Juan Cambronero.
Estoril, Portugal. 31/3/2013
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