Piscis: la puerta sensible del corazón

[Luna Godel]

El Sol se encuentra en el signo de Piscis desde el 18 de febrero y la reciente Luna Nueva en la madrugada del 20 ha llegado con una mirada introspectiva y sanadora para reconocernos de manera profunda y liberar el dolor de las heridas de los últimos meses en que el Sol transitó sobre Plutón en Capricornio y Saturno en Acuario durante un frío y doloroso invierno; para ingresar en el último signo antes del equinoccio de primavera, el misterioso signo de Piscis, de naturaleza yin, de agua y de polaridad negativa, lo que le hace ser un signo muy intuitivo y receptivo, pero altamente impresionable, por eso a menudo se encuentra cargado de una tensión emocional profunda que le perturba y confunde.  

A Piscis se le representa con dos peces nadando en direcciones opuestas, por un lado, hacia la parte espiritual y mística que busca respuestas desde el interior y que conecta con el dolor que habita de manera inconsciente en la profundidad del ser; se sumerge en emociones transpersonales de manera intensa y busca la evolución en ello; por otro lado, la fracción humana que se aferra a pertenecer a un mundo aparente mientras esconde sus miedos en paraísos artificiales, es la persona que suele vivir en el pasado para evitar el dolor, que reprime los deseos de enfrentar los sentimientos del presente, que contrae sus emociones y no se permite amar en plenitud. 

En cualquier estudio astrológico, debemos estar convencidos de las cualidades que cada uno de los cuatro elementos (fuego, tierra, aire y agua), manifiestan en los seres humanos; ya que, si bien están interconectados y se equilibran entre sí, cada uno de ellos conecta con un centro diferente del hombre; su movimiento energético es diferente y por ello representa la armonía y la forma en que los estados de consciencia se activan en cada uno de nosotros.  Los elementos aportan a cada signo una fuerza que depende de su propia naturaleza; el Fuego es un principio vital que da calor y energía, y se manifiesta en la pasión, el emprendimiento y el ego; la Tierra que compone a los elementos representa la capacidad práctica para utilizar el mundo material; la fuerza con que el Aire actúa con la percepción y expresión de la mente; en el caso de los signos de Agua estos suavizan, enfrían o curan, su efecto difiere mucho en la manifestación de emociones directas del cardinal Cáncer, la absorción afectiva fija de Escorpio y entender la sensibilidad mutable del encargado de cerrar el ciclo del zodiaco: Piscis. 

El agua en el organismo se expresa a través de todas las glándulas secretoras y las membranas mucosas, correspondiendo a los tres signos de agua regir sobre ellas, a Piscis le concierne el sistema linfático, la estructura anatómica que transporta la linfa y una muy importante red que conduce líquidos corporales; interactúa con la Médula Ósea y el Timo, que son los órganos linfoides primarios. El Timo regula el sistema inmunitario, por eso está implicado en la regulación de enfermedades, anatómicamente está ubicado cerca del corazón y energéticamente del chacra cuatro, el punto central desde donde se distribuye la energía a los chacras superiores e inferiores, el lugar donde se crea una magia muy especial que fluye por todo nuestro interior. 

La invitación para estos días es a intentar hacer ese viaje interior que te permita conocer todo tu potencial sensible, abrir tu corazón y mirarte más allá del cuerpo físico como un ser extraordinario lleno de energía que fluye y transforma constantemente todo tu ser. 

Luna Godel 

20.02.2023 

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