SIMBOLISMO ASTRAL DE LA NAVIDAD

[Ana María Duce Sánchez]

 

                   SIMBOLISMO DEL ARBOL DE NAVIDAD

 

 

Simbolismo del arbol cósmico

        

         La idea de representar el famoso Arbol de Navidad con adornos brillantes, estrellas, bolas de colores, luces y nevado en muchas ocasiones, parece provenir del Norte de Europa, pues entre las mitologías escandinava, germana, el árbol era una tradición Microscópica como reflejo del Macrocosmos, al igual que en el simbolismo de todas las culturas del mundo antiguo. Los germanos adoraban un roble, pero se sustituyó por un abeto argumentando que su forma triangular representaba a la Santa Trinidad.

         El simbolismo del Arbol, es universal, en todo el mundo se conoce, pues era propio de las religiones naturales (llamadas por el cristianismo paganas), así como del Cristianismo, que suplantó a dichas religiones en Europa y demás, por lo que en nuestra cultura hebreo-cristiana y en el marco de la Natividad de Jesús de Nazareth, el Cristo, El Arbol del Paraíso del Edén, representaba la doble relación siguiendo la Ley de la semejanza, del Microcosmos con el Macrocosmos como lo simbolizaba toda antigüedad: el Arbol de la Creación o Arbol cósmico, con los planetas, estrellas, luces etc... que son sus frutos. Dicho símbolo navideño se introdujo en el sur europeo durante la Edad Media. Sin embargo, como digo, su simbolismo es tan antiguo, como lo son los Misterios.  Los Iniciados desde la más remota antigüedad, enseñaron a los hombres a simbolizar la Vida mediante el Árbol que representaba el Eje primordial que une la Tierra con el Cielo -en la Biblia, se dan cita dos árboles: el de la Vida, y el de la Sabiduría  que contiene la Fruta prohibida de la Ciencia del Bien y del Mal, situado en medio del Edén.  O sea, se representaban dos árboles, el Celeste con raíces en el Cielo, con sus frutos hacia la Tierra; y el Árbol Terrestre como imagen del primero, teniendo las raíces en la Tierra. Mas, entre ambos se produce un cruzamiento de las ramas o de energías, mostrando la relación de semejanza entre lo terrestre y lo cósmico (Sistema Solar, Estrellas).

         De ahí, que en los Grandes Misterios de la Navidad, se halle representado el Árbol escenificando la obra alquímica transformadora por excelencia, el significante Árbol Filosofal o del Conocimiento formado por los Cuatro Elementos, y las triples cualidades, combinaciones astrológicas, que el Mago sabrá combinar debidamente. Como lo hace el Árbol Cabalístico de los 10 Sephiros, con las ramas de 22 letras, es una simbolización más pormenorizada del Árbol de la Creación.  El verdadero  árbol navideño remite al verdadero Árbol de la Vida, que en Cristianismo es Cristo; las luces simbolizan la Luz del Mundo que nació en Belén, y las manzanas que con frecuencia se cuelgan de él, remiten al Árbol de la Ciencia y, por consiguiente, al “pecado original” del Génesis, del cual redimió Jesucristo a la Humanidad.

         En fin, tenemos la representación del Arbol de la vida: El Arbol Sephirótico. El Ash de Hesíodo representando  la generación de hombres de Bronce, igualmente el Arbol Tzité  del Popol Vuh. El Yggdrasil Norse, el Ashvattha indo; el Gogard, es el Arbol helénico, el Arbol Santo de Ahura Magda, el Arbol del Edén, el Zampun  tibetano, en fin en todas las culturas se halla el símbolo. De todos los cuales surgen los frutos de la  Sabiduría, como la manzana, el hahoma,  el Pippala,  que representan la Sabiduría.