Vamos a hablar brevemente de los rasgos de personalidad de alguien que tiene a Venus retrógrado en su carta natal. Este planeta representa nuestras la forma de relacionarnos con la gente y el amor, por lo que esta posición suele reflejar a una persona que tiende a percibir la vida en función de cuánto le hayan querido o cuánto le hayan denegado experiencias amorosas en su vida. Por lo común, Venus retrógrado no solo se crea el dolor a nivel afectivo, sino que enfatiza y exagera mucho sobre lo que ha sido su experiencia amorosa en la vida, fortaleciendo y destacando lo mal que le ha ido en ese ámbito de la vida. Y es que con esta posición, la vida amorosa del nativo no suele ser sencilla.
Nuestra forma de enamorarnos también tiene que ver con Venus, y cuando éste se encuentra retrógrado tal vez descubramos que estamos realmente enamorados de alguien mucho tiempo después de terminada la relación. Por otro lado, existe una tendencia a interpretar cualquier posible relación desde puntos de vista del pasado, por lo que se programa de antemano y fantaseamos sobre cómo va a ser dicha relación antes de que ésta se produzca. Debajo de estas conductas se esconde una gran inseguridad, ya que continuamente tratamos de hacer cosas que nos permitan encajar en lo que los demás esperan de nosotros. De este modo, evitamos cualquier tentativa de amor que se nos presente, porque la sentimos como sospechosa, o como una posibilidad de herirnos o de sufrir, por lo que procuramos que la experiencia del enamoramiento se produzca siempre siguiendo un guión preestablecido por nosotros. Sin embargo, de este modo solo conseguimos alejar a los demás de nosotros, y alimentamos cada vez más la posibilidad de tener más adelante una vida solitaria a nivel interno, rehuyendo el contacto espontáneo con la gente y la posibilidad de lograr gratificaciones personales y placenteras a través del contacto con los demás, ya sean amistades o potenciales parejas. Quiere esto decir que Venus retrógrado suele dar problemas en lo que supone la relación con las personas del sexo opuesto, a quienes en muchos casos se ve como portadores de sufrimiento. En tal caso se les evita, para así no volver a pasar por la experiencia del dolor y del rechazo.
Desde el punto de vista kármico, la persona actúa siempre en sus relaciones y enfoca la vida amorosa desde el recuerdo de un viejo amor del pasado, que por lo general es un amor que se remonta a vidas pasadas. La experiencia en vidas anteriores no suele ser muy positiva, y esta es la razón de que muchas personas con esta posición actúen tanto a la defensiva en cuestiones de amor. En muchas cartas de varones, Venus retrógrado puede hablar de homosexualidad, que puede representarse en individuos que no dudan en proclamarlo a los cuatro vientos o en hombres que de alguna forma tienden a evitar a las mujeres, y entran en asociaciones y clubes de hombres con la finalidad inconsciente de no tener excesivo contacto con el sexo opuesto. Muchos hombres casados adoptan esta actitud con Venus retrógrado. En el caso de las mujeres, esta posición no es un índice tan frecuente de homosexualidad.
En definitiva, Venus retrógrado trata de rechazar cualquier posibilidad de amor ocasional o espontáneo, que no encaje en su programación de vida sentimental, porque piensa que hay fines sospechosos, o simplemente planea la sombra del rechazo y del dolor derivados del fracaso amoroso, que se vive antes de que éste se llegue a producir. En muchos casos, la persona elude las relaciones para no ponerse a prueba y no exponer a los demás cualquier atisbo de seguridad que crean haber logrado acerca de su identidad. No obstante, con esta actitud lo único que consiguen es aumentar su dolor, porque esta evitación del contacto con los demás representa un deseo encubierto de relacionarse que se repime porque genera dolor.
Es por ello que, volviendo a nuestro tránsito de Venus retrógrado por Escorpio, que este tiempo puede ser propicio para darnos cuenta de que nuestra actitud defensiva en el amor pueda deberse a un deseo de evitar la experiencia amorosa y el dolor que siempre hemos sentido cuando la hemos vivido. Sin embargo, la experiencia, sea cual sea, ha de vivirse, y no imaginarse, para que pueda ser realmente un aprendizaje. Para ello debemos ver cuáles son nuestros verdaderos valores y tratar de dilucidar qué camino debemos seguir o qué dirección tomar para llevarlos a cabo, deshaciéndonos del miedo a sufrir y terminando con la conducta autoaislante y automarginadora de nuestra propia felicidad. Un tránsito de Venus retrógrado por Escorpio es muy útil para descubrir valores, y la gente de Escorpio o con Ascendente en Escorpio, así como a aquellos que tengan a Tauro o Libra muy destacados en la carta, pueden iniciar caminos para poder seguir sus verdaderos valores. La Luna llena de este fin de semana puede servir también de desencadenante de muchas cosas relacionadas con todo esto que hemos comentado.
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