Un hombre de Dios llegó a las afueras de una aldea. De pronto llegó corriendo uno de los vecinos y le dijo:
- La piedra, ¡dame la piedra preciosa que posees! -¿Qué piedra? - preguntó el hombre de Dios. - La otra noche tuve una visión que me dijo que si al anochecer salía de la ciudad, un hombre de Dios me daría una…