ASTROLOGÍA MÉDICA. ACUPUNTURA Y MORADAS LUNARES (4)

[Adela Ferrer]

Tras un estudio realizado en 1997, con personas sanas, y publicado en la Revista núm. 148 de Medicina Tradicional, las conclusiones a las que llegó el doctor Simón, fueron las siguientes:

“Que se habían producido cambios favorables en todos los casos y que los cambios fueron más evidentes en las personas más jóvenes, más intensos en quienes habían recibido más sesiones y/o en los que se hizo coincidir el M.C. del momento de la terapia con el M.C. de su carta natal.

La personalidad de cada paciente se ha centrado, definido, reafirmado y fortalecido en el 100% de los casos.

Mejora la alegría, la adaptación, la comunicación y la interrelación con el medio.

Desaparecen o mejoran las inhibiciones.

Disminuye la superficialidad y el infantilismo.

El código moral de referencia se hace más propio.

Mejoran las relaciones familiares.

Aparece y/o mejora el contacto con lo celeste.”

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A partir de este estudio, tan atrayente para cualquier astrólogo-estrellero tradicional, me dispuse a comparar las mansiones lunares chinas con las árabes y vi que hay algunas diferencias importantes y muy interesantes:

A) En la extensión en grados zodiacales de algunas Moradas, puesto que como ya se ha explicado, en el sistema chino participan las estrellas que están muy alejadas de la banda zodiacal o camino del Sol, ya muy al N. o al S. y así, por ejemplo, el pequeño grupo estelar o asterismo que forma la cabeza de Draco es el que delimita los dos meridianos eclípticos que son las cúspides de toda la Morada china, que ellos ven “en gajo”.

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Constelación de Draco, en la que se señala en rojo la cabeza de Draco, que limita los dos meridianos eclípticos entre los que se discurre una de las Moradas lunares chinas.

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B) Al superponer ambos mapas celestes, al menos en dos de las Moradas, los chinos atribuyen una estrella concreta a una Mansión diferente a la que nosotros (el sistema árabe) le atribuímos.

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C) La diferencia fundamental es que, así como para nuestro modo de ver el cielo y delimitar el espacio de las Morads lunares, el camino de la Luna, no nos alejamos mucho de la banda ocupada por las constelaciones zodiacales (el camino del Sol),

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Ocho de nuestras Moradas lunares, que para los árabes comprenden -todas ellas- estrellas cercanas a la banda zodiacal.

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Los chinos, sin embargo, ven el cielo y el camino de la Luna “en paragüas”, como unos gajos de naranja que, en el sentido de los meridianos celestes, parten del Polo Norte ECLÍPTICO (cerca de Thuban del Draco) y abrazan toda la esfera hasta el Polo sur ECLIPTICO,

El Draco, cuya cabeza está señalada en una elipse roja; en el cuerpo serpenteante del dragón celeste se aprecia un círculo rosado que señala el Polo Norte ECLÍPTICO (punto en el que el sistema de Moradas chino hace coincidir todos los Meridianos eclipticos que separan sus 28 Moradas); la Osa Menor, con la estrella Polar, señalada por un círculo verde -es el Polo Norte magnético hoy por hoy-.

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De tal modo que, en las Moradas lunares chinas, “entran” estrellas de TODAS las constelaciones celestes, (zodiacales o no), estrellas por ejemplo, de la Osa Mayor o de la Cruz del Sur, que jamás podrán ser tocadas “corporalmente” por la Luna.

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Algo que está en perfecta consonancia con la intención del astro-acupuntor chino de conectar al paciente con un "imán energético" que trasciende el zodíaco y los planetas, puesto que está mucho más allá de la propia galaxia, por "detrás" y en la dirección de las estrellas que sirven de punto de orientación para apuntar desde el Medio cielo hacia allí, hacia el "Gran Atractor".

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Catorce de las 28 Moradas chinas y sus límites (abajo se aprecian los nombres de las constelaciones europeas con las que se superponen).

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Aunque lo más curioso es algo que he me ha sugerido una rara coincidencia: el miembro, la zona, el área física en la que se sitúa el punto de acupuntura en el sistema chino, está de algún modo relacionada con las Moradas lunares árabes de una forma simbólica: bien con el nombre –con el significado de las palabras- de la Mansión árabe, bien con la forma –la representación artística- que los occidentales hemos ideado para agrupar a las estrellas componiendo los dibujos que plasman nuestros mitos en la geometría de las constelaciones, bien con el nombre propio de alguna de sus estrellas, o bien con la descripción que de ellas se hace en la corte del rey Alfonso X;

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Y como esto sucede en 23 ocasiones, de un total de 28 Moradas, parece buena ocasión de plantearse el aforismo de Platón, según el cual, el conocimiento de la palabra conduce al conocimiento de la cosa.

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Para comprender de qué forma las he ido relacionando, pondré unos ejemplos:

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La Morada XVIII “El Corazón” Los árabes la llaman igual: Kalb el akraab, el corazón del escorpión. Ocupa el espacio comprendido por las estrellas Antares, Sigma y Ro Escorpi. El resonador acupuntural que le aribuyen los chinos a esta Morada está en la 5ª intercostal, por la espalda, el punto exacto donde una puñalada atravesaría el corazón.

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Hay otras moradas cuya relación es igual de sugerente tal y como luego iremos viendo al repasarlas todas; por seguir con el ejemplo, hallamos también la Morada X, llamada “La Frente del León”, la que contiene la estrella Régulus, cuyo punto resonador en acupuntura está en la frente (donde los régulos –reyes- se ponen la corona);

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o como la Morada VI llamada por los castellanos de Alfonso X “El Saludo” y que contiene la estrella Rigel, estrella que para los árabes da nombre a esta Mansión y cuyo nombre es “Reyél el Gaúza”, que significa “el pie del gigante”, estrella que ocupa en el dibujo occidental del cielo exactamente el pie de Orión y cuyo punto de acupuntura chino está precisamente en el pie humano.

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Aunque también hay otras Moradas en las que la relación entre el dibujo, el nombre de una de sus estrellas prinipales o el nombre de la Mansión, es muy discutible, como podremos comprobar más adelante en los gráficos.

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Continuará...

[Adela Ferrer]

Hola, Luis:
Muchísimas gracias, Mene es el nombre griego de la Luna, por eso se llama Neo nueva - menia luna a la primera visibilidad de la Luna tras su conjunción con el Sol. Me voy a guardar, con tu permiso, la plegari, ya que me vendrá muy bien para algún cursillo.
Efectivamente, en el ABC de la astrología se aprende que la Luna es la "aguja pequeña del reloj", la que va marcando los minutos y segundos y la que "desencadena" lo que mandaron las otras agujas.
Un abrazo y gracias de nuevo

[Germán Lancheros Amórtegui]

Que buen artículo, muy didáctico.

[Luis Lovera]

Adela; consegui esta plegaria: . Te invoco a ti, que posees todas las formas y muchos nombres, bicorne diosa Mene, cuya
imagen no conoce nadie, salvo el que hizo el cosmos entero, Iao, el que te configuró para
los veintiocho esquemas del cosmos, para que completes toda idea y des espíritu a cada
animal y a cada planta, para que seas benéfica, tú, que desde la sombra creces hacia la
luz y desde la luz terminas en las tinieblas (tú, que comienzas a ir a menos)....
Y segun Doroteo; dice que La luna es: .........
no iniciar actividad alguna antes de que mejoraran las
condiciones astrológicas de la Luna y el planeta dominante23. Y entre los métodos seguidos
para la interrogatio, se incluye casi siempre la presencia de la Luna en las distintas casas o
su entrada en los signos zodiacales; todo lo que conservamos, por ejemplo, de las katarcaiv
del astrólogo Máximo, se basa precisamente en este método.-
La luna pùes parece ser un angulo de proyeccion hacia las psosibles enfermedades;claro està viendo los aspectos que se den en el esquema de cada quien....
saludos,un abrazo
luis.-

[Julio José Cocheteux Valero]

Estimada Adela, ¿las moradas lunares deben entenderse en tropical o en sideral?
Saludos
Julio

[Francisco de Javier Vizcaya G.]

Adela Ferrer

Buen Día
Bien esclarecedoras tus ilustraciones. Muy agradecido. Espero con anhelo el Continuara.

Francisco