RELATOS Y CUENTOS: LA COSECHA DE CAFÉ Y SU RIQUEZA.

[orlando parra]

RELATOS Y CUENTOS: LA COSECHA DE CAFÉ Y SU RIQUEZA.

Por Orlando Parra D.

En un pueblo armonioso, prospero y rico cuyos habitantes vivían del cultivo y comercialización del café en sus diferentes variedades el arábigo y el caturra, obtenido buena cosecha, con un nivel de vida sin dificultades ya que poseían su buena casa y fincas con sus vehículos para transportar el café a su ciudad.

Los sábados y domingos era el día de mercado donde el producto se vendía en sitios como compraventas y trilladoras. Una vez el café seco y trillado era empacado  y quedaba listo para ser vendido al comprador dispuesto por el gobierno para su exportación por el océano pacifico o por los puertos del océano atlántico.

Pero la ambición  rompe el saco, ya que alguien del pueblo que aglutinaba a la mayoría de finqueros hizo contacto con un comprador y exportador de un país vecino que les dijo que les pagaba mejor y en dólares, el compromiso  era que lo entregaran en la frontera y ellos allí lo exportarían por sus puertos en el océano pacifico, como si fuese de ese país.

Para llevar el café a la frontera de contrabando se requería una logística camiones, vigilancia que se encargara de comprar conciencias en su tránsito por las vías del país hasta la frontera. Fue así como se contrato a un grupo privado de personas para la vigilancia de la carga y su entrega, el negocio funciono muy bien, camiones de díez a quince toneladas salían  con sus vigilantes hacer la entrega y el dinero llegaba, pero como en todo negocio hay  gente inconforme por el reparto, hubo una denuncia y la producción de café fue retenida por el gobierno en la frontera y el negocio se cayó. Y les toco seguir vendiéndole a la entidad del gobierno establecida para este fin.

Lo que sucedió luego es que el grupo ya grande de vigilantes se quedaron en el pueblo para disque prestar vigilancia y como no hacían nada sino beber y dedicarse a la prostitución y cobraban el mismo sueldo a los finqueros esto no les gastaba y no  se aguantaron y fueron a la capital unos delegados hablar con una entidad del gobierno, de allí les prometieron solucionar el problema.

Con la información e indicación donde se encontraban en un   operativo de una fuerza especial todos fueron eliminados y arrojados a  un rio torrentoso para desaparecerlos, pero algunos se salvaron y luego regresaron a vengarse y a eliminar finqueros y a extorsionarlos, muchos huyeron a otros regiones del país para salvar su vida y ahí para la historia, ahora es un pueblo normalito qué vive del que café sin su bonanza, y sus cultivo atacado por la broca insecto que se come el grano y la roya hongo que afecta la hoja y seca la mata.

Orlando Parra D.

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Ciudad: Ibagué-Colombia.