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UNA MUY BUENA CARTA ELECTIVA

Una persona puede preguntarle a un astrólogo: ¿para qué sirve una carta electiva? ¿Cuál es su propósito? ¿En verdad funciona?

La respuesta es demasiado simple: una carta electiva se levanta para obtener el máximo beneficio sobre el tema que nos interesa. Y si, funciona muy bien. Para la muestra un botón:

Una vez que decidí que quería pasar mis vacaciones de Semana Santa en la muy bella ciudad de Quito - Ecuador, mi deseo era obtener el máximo beneficio. Una cosa es obtener un gran beneficio, y otra las sorpresas que vayamos sumando durante nuestra estadía en el lugar elegido. Lo ideal es esperar que todas las sorpresas sean consideradas buenas, pero igual no faltan aquellas que podamos considerar malas. La idea final es lograr que los beneficios sean muy superiores a los perjuicios, ya que por más bendecida que pudiera estar la carta no los podemos evitar. Por supuesto que sí, para empezar debemos aceptar que no existe la carta perfecta; existen cartas en extremo buenas, pero no exentas de alguno que otro malestar que no podemos salvar. Sabiamente lo dicen los maestros del pasado: “Lo que intentamos hacer al elegir un buen momento para dar inicio a una empresa es lograr resaltar lo bueno de la carta, de tal manera que lo que consideremos al final como malo no pueda con el correr del tiempo opacar las bendiciones recibidas”. Se optimiza y potencia todo lo bueno en la carta y se desvaloriza o atenúa todo lo malo. Lo anterior debe ser entendido en los siguientes términos: es inevitable que la mejor carta electiva (una donde la mayoría de los planetas gocen de fuerza) pueda tener alguno que otro planeta en condiciones incomodas, pero bien haremos en lograr atenuar su poder de acción.

La única salvedad que se nos pide nunca pasar por alto, pero que la gran mayoría de astrólogos la ignoran por completo, es la de no olvidar que cualquier carta electiva necesariamente va a depender para su materialización de la carta natal de la persona que nos la ha solicitado. Sin lo anterior, la verdad es que no tenemos absolutamente nada de algún valor. 

 Muestro a continuación la carta que elegí para dar inicio a mi viaje a Ecuador:

Lo primero que debo mencionar es que el Sol desde mi nacimiento es la figura más importante, es el regente de mi carta natal. De ahí que la sensatez dice que debo ubicarlo en la condición más fuerte y privilegiada que me sea posible. No debemos nunca descartar la opción de ubicar al planeta que nos interesa justo en la casa que controla el tema que deseamos sacar avante. En mi caso no cabe duda que los dos motivos más importantes hacen parte de la casa novena: viaje al extranjero y Semana Santa. Lo anterior hace incuestionable la importancia de ubicar al Sol dentro de la casa novena; y lo más pegado a su cúspide, como el mejor punto de partida. Sumemos que la novena es la casa del gozo del Sol, lo que aumenta un poco más su fuerza en todo sentido.

Debo aclarar lo siguiente por ser de extrema importancia: no importa el motivo por el cual se desea viajar, todo viaje al extranjero es obligadamente regido por la casa novena. No existe ninguna otra casa que pueda regirlo, y cuando digo que ninguna en verdad es ninguna. Independientemente de que nuestro viaje sea por asuntos profesionales, familiares, sociales y/o deportivos, sigue siendo un asunto de la casa novena. Es un viaje lo que usted desea hacer, y sin ese viaje lo demás no existe. Cualquier idea que le lleve a pensar en otra casa debe ser descartada de inmediato por su invalidez frente a los hechos. Tampoco importa o hace diferencia que nuestro viaje lo hagamos en avión, tren, barco o cohete, el tema central sigue siendo el viaje que estamos realizando y ese es un asunto de la casa novena. Si nuestro consultante nos dice que viajará porque desea acompañar a su equipo de fútbol favorito en la final de la Champions, o bien porque desea recorrer el mundo de un extremo a otro, sigue siendo un viaje al exterior que desea realizar y por ende regido por la única casa que asume el control del tema: la novena.

Así que entonces he elegido poner al Sol, mi regente personal de nacimiento, en uno de sus mejores signos de ubicación, en Aries; y la en la casa más significativa para el tema que motiva mi deseo de viajar al extranjero: lo religioso. Teniendo en cuanta que Mercurio podría generar algún tipo de problema con mis finanzas, tome la decisión de ubicar la cúspide de la casa dos en el signo de Leo y no en Virgo, como era la otra opción por ejecutar. Esperar a que Mercurio estuviera en cazimi me retrasaba mi viaje un día, lo que por supuesto no era lo mejor para mí y por tanto, era necesario vigilar la compañía de Mercurio dentro de la casa novena. Los temas de la casa once, entre ellos los beneficios económicos de la casa diez, regidos por Mercurio, son los únicos que quedan bajo el efecto de la combustión solar. Para mí estaba claro que debía estar muy atento, en extremo, con mis documentos y la información que fuera relevante para mi viaje, mi pasaporte por citar. Hoy que esto escribo, y con el beneficio de la retrospección, puedo decir que no tomé las notas suficientes de algunos asuntos importantes y todo ha quedado limitado al uso de mi buena memoria. En general todo lo mercurial salió bien, pues regrese a Colombia trayendo conmigo mucha más información de la que necesite o pensé que podría traer. Ya les ampliare lo anterior.

Marte, el regente natal de mi casa novena, y de la misma casa novena en esta carta electiva, no podría estar mejor ubicado, pues es el más fiel reflejo de lo que motivo inicialmente mi viaje al Ecuador: divertirme y pasármela bastante bien. Aunque la casa quinta es la casa del ocio, en mi caso puedo mencionar que nunca mi viaje puede ser visto de esa manera, todo lo contrario, mi deseo de disfrutar al máximo cada lugar visitado, cada encuentro con personas relevantes, cada evento era casi como ir al encuentro de un nuevo mundo. No se pierda de vista la cercanía de Marte a la cúspide de la casa quinta, lo que lo hace más poderoso y aumenta su capacidad de ser influyente de principio a fin. Tampoco pierda de vista la excelente recepción mutua que une al Sol con Marte, y ni qué decir del estupendo aspecto de trígono que se anuncia entre los dos. Recordarles que el éxito de un buen aspecto siempre va a depender de la fuerza esencial y accidental que ambos planetas puedan tener, pero en especial de la recepción mutua que los une, pues sin lo anterior no tenemos nada que pueda ser considerado de sentida importancia. Un Mercurio en Sagitario bien puede estar en un aparente buen aspecto de trígono con Saturno en Aries, y creernos la historia de que es lo mejor del mundo, pero la verdad es de las peores cosas que la persona tendría que enfrentar en su vida. Para empezar ambos planetas están en sus peores signos de ubicación, carentes de fuerza o poder y para entonces, nada pueden dar ni recibir. Para que se entienda un poco mejor el valor y la importancia de los aspectos mayores, me gustaría que revisaran la carta de los atentados a las torres gemelas en septiembre de 2001, donde brillan por su facilidad los aspectos de trígono. Por supuesto que pueden leer acá mismo en este foro de Astrólogos del Mundo mi post sobre este tema que marcó la historia de los USA.

En este punto lo mejor sería mencionar lo bueno y lo malo que viví entre el 23 y 28 de marzo de 2016, los días de mi visita a la ciudad de Quito:

Lo bueno:

Conciertos varios de música sacra.

Visitas guiadas por expertos conocedores del tema a las principales iglesias, museos y catedrales de la ciudad.

Conversaciones con personas venidas de otros países, en especial franceses de la costa mediterránea. Lo que me permitió practicar mi francés.

Como no hacerle honor al señor Fernando, guía del Museo de la Ciudad de Quito, quien en las tres horas que duró nuestro recorrido nos alentaba a ir pronto a la biblioteca y aprender más del tema que nos ilustraba.

Fue en uno de los patios del Museo de la Ciudad de Quito, donde por primera vez en mi vida tuve la oportunidad de conversar con representantes de la religión musulmana. Qué ironía de la vida, de Dios o de quien sabe qué otro demonio, pues cuando desde mi corazón condenaba a los terroristas que han llenado a Francia y Bélgica de sufrimiento en los últimos días, estos señores musulmanes aparecen para hablarme y enseñarme de su religión, de su vida y de lo que en verdad son como practicantes. Al final de nuestra conversación, aquel amable señor me llenó de regalos, de algunos libros donde se ilustra sobre la religión que ellos profesan. Desde mi pensar, el regalo más valioso que me entregó aquel señor de barba y gorro empotrado en su cabeza, fue una copia en español de uno de sus libros más importantes: el Corán. Por ser un tema muy importante para mí, y sin duda el que considero como el mayor logro de la casa novena de mi carta electiva, voy a listar los otros libros que me fueron obsequiados: “La mujer en el Islam: refutando los prejuicios más comunes”, “La llave para comprender el islam”, “Breve guía ilustrada para entender el islam”, “La mujer en el Islam”, “El verdadero mensaje de Jesucristo”. Como pueden ver, suficientes como para leer el resto de 2016. Tantos libros recibidos de manera gratuita, no puedo menos que atribuirlo a la conjunción aplicativa entre Mercurio y el Sol en la casa novena. Ya el Sol fuerte en Aries, en su gozo y en trígono a Marte, presagiaba darme todo lo mejor de la casa novena, una nueva primavera o vida en lo tocante a esta importantísima casa, y que mejor que hacerlo en la semana más destacable para los que profesamos la religión católica. Soy honesto al decir que por ahora no me imagino verme cambiando de religión, de católico a musulmán, pero por lo menos me voy a dar la oportunidad de leer los libros recibidos para obtener un mejor punto de vista al respecto. No vaya a ser que termine siendo retenido cualquier día de estos por un grupo de terroristas musulmanes, de aquellos que le exigen a sus víctimas para ser liberados recitar unas cuantas estrofas del Corán, de lo contrario la muerte es su sentencia.

Por supuesto que logre sacar algo de tiempo para la diversión, pues sigue siendo placentero recorrer el sector de la Ronda en horas de la noche, pues allí lo normal es disfrutar de la buena comida y de uno u otro espectáculo callejero (danza – teatro). Amén de la buena cantidad de extranjeros que por allí circulan, entre ellos como no recordar al amigo de Venezuela, quien para ganarse la vida y culminar su meta de llegar hasta la Patagonia argentina canta acompañado de su guitarra en los bares y restaurantes del sector.  

Lo malo:

A pesar de que este fue mi viaje número once a la ciudad de Quito, no por ello la altura y sus efectos dejaron de incomodarme, sumándose al frío y la lluvia siempre incomodos. Hace más de 23 años que vivo en una ciudad cuya temperatura suele sobrepasar los 30 grados, de ahí que cambiar de un momento a otro a una ciudad opuesta en su temperatura no es algo fácil de dominar. Así entonces tenemos que la altura de Quito (sus 2800 metros sobre el nivel del mar), sumado a su clima frío y algo lluvioso fueron mis más enconados enemigos declarados.

Medicamente me sentí aquejado por problemas digestivos, con los consecuentes dolores abdominales. Reconozco que me sigue costando mucho asimilar la comida ecuatoriana.

De verdad que hubiera querido tener mucho más tiempo, más días para visitar más museos, más iglesias y más sitios importantes del repertorio turístico quiteño, que por cierto sobrepasa ampliamente todas las expectativas que inicialmente uno se haya fijado. Quien visita la ciudad de Quito sigue regresando. No importa en absoluto, por ejemplo, que haya visitado la iglesia de la Compañía de Jesús, igual querrá visitarla una y otra vez.

Para entender en toda su real dimensión las razones que me asisten para calificar como de malo lo anterior, es necesario ir al cuadro de las dignidades esenciales de los planetas y centrarnos en la fila que le corresponde al signo Aries. Observamos que mientras el Sol, en una carta diurna como la mía, es el astro más poderoso y dominante; Saturno es todo lo contrario, es decir, el más debilitado. El Sol en Aries me promete todo lo bueno; Saturno todo lo malo. Creo que ningún astrólogo del mundo podría negar que la altura y el frio sean dos de los atributos normales del anillado planeta. El tiempo que mide nuestras vidas de principio a fin es otro de los poderes de Saturno. Saturno, en mi carta electiva, regenta las casas sexta de la dolencia o enfermedad, y la siete de los enemigos declarados. Lo vemos ubicado en la casa quinta y en Sagitario. Saturno carece por completo de dignidad esencial, luego es un mal Saturno que debe ser observado con atención para impedir que su mal pueda malograr mis vacaciones. Las diversiones en exceso, un asunto de la casa quinta, por naturaleza son contrarias a los deseos de Saturno. Lo anterior que podría ser un significado aceptable y para muchos concluyente, cede ante la importancia del tema central de la casa sexta, la enfermedad, que es en últimas lo que en la carta Saturno regenta. En la página 24 del libro “Manual de Astrología Horaria” del maestro John Frawley, sobre la casa quinta nos dice: “En el cuerpo representa el corazón, el hígado, el estómago, los lados y la espalada”. Saturno está bajo el poder del planeta Júpiter, regente de la casa quinta y lo peor de todo, en una mala aspectación de cuadratura bastante cerrada. Ambos planetas están en los 16º de sus respectivos signos de ubicación. Creo que con lo anterior es más que suficiente para entender no sólo mis problemas digestivos, sino las dificultades que me generaron la altura y el frío, pues hacen que el corazón tenga que trabajar mucho más de lo habitual para mantener el cuerpo funcionando. Mi hígado dio muestra de no sentirse cómodo procesando azúcar y grasas. Insisto, Saturno es enemigo de todo lo que se ubique en Aries y por ende, su mal actuar daña. Saturno malogra las cosas o como mínimo las retrasar e impide.

Por suerte, cuando supe de lo anterior, de la amenaza que representaba Saturno para mis vacaciones, tome mis precauciones. ¿Cuál en concreto?, se preguntaran ustedes. Me asegure de que el Ascendente de mi carta electiva se fortaleciera de la mejor manera que fuera posible, y para ello que mejor que conectarlo al siempre benefactor y protector efecto jupiteriano. El Ascendente de mi carta electiva cae exactamente sobre la ubicación natal de mi Júpiter en el primer grado del signo de Leo. Así entonces, desde el inicio de mi viaje conté con las bendiciones naturales que le son propias al voluminoso planeta. Júpiter fue mi compañía y protección en los días que duro mi viaje a Ecuador. Fue la central energética de la cual se surtía mi viaje al extranjero. Júpiter en Leo deja en claro cuáles son sus preferencias: ama al Sol y odia a Saturno. Está claro que Júpiter siempre iba a estar de mi lado y en contra de las pretensiones del anillado planeta. Desde mi nacimiento incluso siempre ha sido así, Júpiter me ha prestado su ayuda y protegido de la influencia de mi Saturno en Piscis. El nacido con Ascendente en Leo vive para ser gobernado por el Sol, y amenazado por todo lo que sea significado por Saturno. Se entiende entonces que aunque los problemas saturninos se dejaron sentir, su gravedad no fue la suficiente como para arruinar mis vacaciones.

Mi viaje entonces ha sido un excelente y productivo viaje, que me ha dejado muchas cosas nuevas en mi vida. Importante sería ahora decir que la carta elegida para dar inicio a mi viaje de vacaciones de Semana Santa fue un contundente reflejo de lo vivido por mí en el vecino país. Podemos considerar que el trabajo del astrólogo ha sido correcto y muy suficiente desde todo punto de vista. Quienes estén interesados en ampliar el tema de las cartas electivas, los invito a revisar la obra escrita del maestro John Frawley, en especial el capítulo número 10 de su libro titulado “La Verdadera Astrología”, de editorial Sirio, donde nos muestra los pormenores de la elección hecha por el insigne John Dee del momento exacto de la coronación de Isabel I como reina de Inglaterra.  

Giovanny Londoño Romero

Santiago de Cali – Colombia, marzo 31 de 2016. 

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Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 2, 2016 a las 12:58pm

Mi buen Marte en Leo y casa uno me dio la oportunidad de vivir mis años dentro del ejército de Colombia. Tras salir de prestar mi servicio militar en el batallón Guardia Presidencial en la ciudad de Bogotá, y sintiendo que quería ser un militar de carrera, entonces me di a la tarea de elegir entre las diferentes opciones: ejército, armada, fuerza aérea o policía nacional. Por tiempo, recursos y disposición la que más se ajusto fue la escuela militar del ejército. Me quede pensando por aquel tiempo que el no haber podido ingresar a la armada era causa de la supuesta aspectación de cuadratura entre Marte y Neptuno (hoy soy consciente de que tal aspecto no existe en mi carta natal); igual pensé que no haber podido ingresar a la fuerza aérea era causa de no tener aspecto algunos, y positivo para más señas, entre mi Marte y Urano. Lo anterior, insisto, era lo que pensaba en los años 1987 y 1988, solo 6 años después de haber empezado a estudiar los textos de astrología que llegaban a mis manos. Insisto, lo anterior era lo que decían los textos de aquellos tiempos en relación con la elección de una carrera militar. Para mi es una pena reconocer que fui afectado por esos textos de tan poco valor y fundamentos. Textos basura como los llama el maestro Frawley. Hoy en pleno 2016 estoy claro frente a la verdad. La única verdad es que sólo con la ubicación de Marte es más que suficiente para establecer el tipo de fuerza militar que la persona pueda optar. Marte en signo de Agua, sin duda va bien con la marina o armada; Marte en signo de Aire con lo aéreo y por tanto, con la fuerza aérea; en signo de Tierra con todo lo que se mueve sobre la tierra, tanques y camiones por citar; finalmente, Marte en signo de Fuego, como está en mi carta natal, nos lleva a la imagen del ejército en su esencia más pura y servicial. Curiosamente la anterior asignación se repite en su totalidad en las cuatro armas que componen el ejército en Colombia: infantes, caballeros, artilleros e ingenieros. Fuego, tierra, aire y agua, respectivamente. El batallón Guardia Presidencial entra en la categoría de fusileros, y estos son la esencia viva de los infantes.

     Si debo es mencionar que en un momento importante de mi vida debí tomar la decisión de seguir siendo militar o dedicarme a lo que me gustaba más allá de todo: la astrología. Era difícil tener las dos cosas en el mismo lugar y tiempo. Al final tomé la decisión de la que nunca me he arrepentido: dedicarme por completo a la astrología. Así entonces está claro, bastante por cierto, que Marte lo podía vivir o utilizar para ser militar o para adentrarme en mi casa novena, regida por Aries. Pudo más entonces la casa novena en mi vida que la condición preferente de Marte en mi casa uno. Marte me dio a escoger, y yo elegí el conocimiento antes que las armas. Así entonces está claro que mi lucha marciana no la voy hacer con un fusil en la mano, sino con los conocimientos que poseo en mi cabeza.

De verdad que la astrología da para todo, además de muy divertida es sabia y lo será por siempre.

Giovanny

Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 2, 2016 a las 11:25am

Don Antonio, gracias por referirse al libro de Astrología Horaria de ediciones Obelisco atribuido a William Lilly. En muchas ocasiones y en otros foros y listas se ha aclarado que la versión en mención es atribuida a Zadkiel, y éste se tomó el atrevimiento de hacer correcciones y agregados a su entero gusto. De ahí que si está interesado en leer lo que en verdad escribió William Lilly debe remitirse en exclusiva a su obra magna titulada Christian Astrology. Es bastante común que al desconocer la calidad o la autenticidad de la obra que tenemos entre manos cometamos el error de creer que lo escrito allí es certero. Piense usted, solo en un detalle, la obra de Lilly suma casi 1000 páginas, luego es como imposible que esas casi mil páginas puedan caber en las 348 páginas que ocupa la edición atribuida a Zadkiel.   

Pongamos las cosas en perspectiva y nos damos cuenta de la verdad que no admite contradicciones: Willian Lilly nació en el 1 de mayo de 1602 y murió el 9 de junio de 1681. Y resulta que Urano fue descubierto en 1781, es decir, la medio bobadita de 100 años después de la muerte del gran astrólogo. Entiende entonces lo errado del libro de la editorial Obelisco, ¿lo entiende bien? 100 años de diferencia, luego es totalmente imposible que Lilly se hubiera dignado a mencionar al planeta Urano y mucho menos a relacionarlo con los astrólogos, cuando lo correcto es relacionarlo con Mercurio. En la época de Lilly el médico y el astrólogo iban a la par, el médico sabía tanto de astrología como el astrólogo tanto de medicina. Ambas profesiones regidas por Mercurio. Lo invito de nuevo a leer el libro “Escrito en el Cielo” que sin duda está más apegado a la verdad que el libro de Zadkiel.   

Ahora bien, su nueva respuesta contiene algunas imprecisiones que por el bien de los estudiosos de la astrología vale la pena mencionar y corregir:

Dice usted: “Esos defectos asociados a los planetas en su forma negativa”.

GLR: Por supuesto que los pecados capitales (mejor que defectos) es un asunto que solo cabe atribuirle a los planetas en su condición negativa. Es imposible que un planeta en positivo pueda cargar con uno de los pecados de los mencionados.

Debo aclarar que no soy jefe de ventas de nadie, en el caso de Frawley por decisión propia reuní a un grupo de buenos amigos y nos dimos a la tarea de traducir todos los libros del maestro. Del inglés al español. Por supuesto que lo anterior es del conocimiento del maestro John Frawley. Desde el año 1994 soy independiente profesionalmente, de ahí que entonces no puedo en la actualidad ser representante comercial de nadie en particular. Desde 1994 me dedico al 100% a la consulta y enseñanza de la astrología.

Lo reproducido por usted de las páginas 55 y 56 es correcto. En mi caso que tengo a Mercurio en Libra en la casa tres, con dignidad esencial y en aspecto casi exacto con Marte, y éste último con dignidad esencial y accidental en Leo y en la casa uno, es de mis mayores fortalezas. Mejor aun cuando Marte en mi carta regenta la casa novena, la casa de la sabiduría y de los grandes conocimientos. La casa novena es determinante para quien aspire a ser profesor. Júpiter es la otra opción, y por suerte para mi este buen astro está en conjunción con mi Ascendente en Leo.  

Lo que si no está bien de usted, es que además de las acomodaciones de Zadkiel incline el texto para que parezca otra cosa. El uso del asterisco dentro del libro es en exclusiva para hacer notar que cuando Mercurio está en aspecto con Urano (algo que jamás escribió Lilly), se es astrólogo. Ese asterisco no tiene nada que ver con el hecho de que Mercurio esté bien o mal aspectado, sino más en relación con su fuerza esencial y/o accidental. Ese asterisco hace parte del apartado sobre “tipo de hombres y de profesiones”. Y entonces, para hacer entendible lo anterior se debe tener plena consciencia de que en los tiempos de Lilly era bastante común que la profesión o actividad social de las personas fuera valorada a partir de los planetas Mercurio, Venus y Marte. De los tres planetas el que más fuerza esencial y accidental tuviera en la carta marcaría la vida profesional del sujeto. De hecho todos los seres humanos podemos hacer negocios, escribir, enseñar algo, pero es muy diferente en los casos en que se nace o se tienen las condiciones suficientes para ejercer algunas de las anteriores actividades como una profesión y no como un simple pasatiempo.  

En lo personal me hubiera gustado que también el siguiente párrafo usted lo hubiera reproducido en su totalidad y así conservar su autenticidad:

“Tipo de hombres y profesiones.- Normalmente representa a aquellos hombres que está en contacto con la literatura  con a los las letras; a los filósofos, los matemáticos, los astrólogos*, los comerciantes, las secretarias, los escritores, los conferenciantes... los maestros de escuela, libreros, oficinistas, etc. si mal aspectados: algunas veces con los ladrones, los ministros charlatanes y poco fiables, los incultos, sastres, transportistas, lacayos, usureros”. 

GLR: Haciendo honor a su Mercurio en Sagitario usted se ha tomado el atrevimiento de agregarle lo que es de su gusto y necesidad. A menos que la versión del libro de horaria que usted tiene sea diferente a la mía, no veo por ningún lado la expresión: “si mal aspectados:”, que usted, insisto, ha agregado. En cosas como la anterior es que se nota el uso y actuación de un mal Mercurio. Lo que usted acaba de hacer al incluir una expresión que en el original no existe es similar a falsificar un documento o simplemente faltar a la verdad sobre algo.   

Dice usted: “Veamos como opina W. Lilly con un Saturno en la IX. Casa. - Con Saturno en esta casa en esta casa no es mucho mejor que un simple ateo o que un encarnizado sectario”. 

GLR: Puedo darle el derecho a la duda razonable, y pensar que se refiere a otra persona, pues de sobra es conocido que en mi caso tengo a Saturno en la casa ocho y en Piscis. Aunque no uso en absoluto los aspectos de quincuncio, que algunos consideran como positivos, me anima saber que mi Saturno pueda estar tanto en quincuncio con Mercurio como con Marte, en lo que los practicantes de las figuras de aspectos llaman “Yod o dedo de Dios” y le atribuyen de las mejores cosas que un ser humano pueda tener. En mi caso prefiero mil veces que mi buen sextil entre Marte y Mercurio siga funcionando y dándome las excelentes cosas que desde mi nacimiento me ha brindado, no en vano ya estoy preparando mi décimo libro sobre astrología horaria.        

Don Antonio, en si no soy yo el que lo califica de una u otra manera, son más bien sus actos los que lo hacen. Bien dicen por ahí que por sus frutos los conoceréis.

Saludos cordiales

Giovanny  

Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 1, 2016 a las 6:56pm

Le ayudo con la página exacta del libro de Frawley, la 231 en el capítulo sobre astrología natal. Allí literalmente usted podrá leer: "Mercurio otorga articulación y comprensión mental, siendo su pecado la envidia, que es comprensión equivocada, y por tanto su producto es la mentira". 

Giovanny

Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 1, 2016 a las 6:40pm

Parece que usted no se cansa y sigue una y otra vez dándole la razón a William Lilly. ¡Envidia dice usted!, y parece que lo dice sin saber en absoluto que el mismo Lilly menciona que el pecado capital de Mercurio es la envidia. ¿Qué se puede hacer entonces? Le voy a ilustrar los pecados capitales para que no se vaya a equivocar ya nunca más:

Saturno: la avaricia

Júpiter: la gula

Marte: la ira

Mercurio: la envidia

Venus: la lujuria

Luna: la pereza

Sol. el orgullo.  

Si gusta de una buena ampliación puede remitirse al libro de John Frawley, la verdadera astrología, donde encontrará muchas más cosas interesantes. 

Giovanny

Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 1, 2016 a las 3:19pm

Sigue sin entender y opinando mal. De verdad que lo siento mucho por usted. ¡Cómo se nota que en verdad usted si es un mal caso de un Mercurio en Sagitario! Parece ser que el mejor astrólogo del siglo XVII tenía toda la razón cuando escribió:

“Por otro lado, cuando Mercurio carece de dignidades esenciales o accidentales o está mal situado, “representa a una persona problemática, susceptible de atacar a todos con su lengua y su pluma, proclive a descuidar sus posesiones y a perder el tiempo en charlas ociosas, tratando de imponer sus insensatas conclusiones; en suma, un redomado mentiroso, fanfarrón, charlatán, entrometido y falso”. William Lilly.

Giovanny

Comentario por Giovanni Londoño Romero el abril 1, 2016 a las 12:34pm

Como puedo ver que aún existen persona que no entienden bien lo que leen y luego se atreven a opinar, me veo en la penosa necesidad de hacer mención que en mis análisis de la carta electiva jamás he mencionado ni por asomo que el Sol sea el regente del hígado o la vesícula biliar. Creo que en mis análisis se observa y lee con total claridad que la casa quinta es la que regente entre otras el hígado, tal como lo anote del libro de horaria de Frawley. Por favor don Antonio, aprenda primero a leer y entender bien, luego si aporte lo que considere sea correcto. Efectivamente el hígado, que fue uno de los órganos que mencione en mis análisis, está regido tanto por la casa quinta como por Júpiter. En el libro en mención del maestro John Frawley se puede leer exactamente lo siguiente al respecto de Júpiter y Marte en relación con sus regencias en el cuerpo:

Júpiter: “En el cuerpo rige el oído izquierdo, los pulmones, el hígado, la sangre y el semen”

Marte: “En el cuerpo, Marte rige la vesícula biliar y los genitales (especialmente masculinos)”.

Lo que dijo don Antonio en su último post: “Sepa además, que el hígado y la vesícula biliar están asociados con el planeta Júpiter y no con el Sol”.

Giovanny

 

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