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En la Astrología Esotérica es el primer portal hacia la iniciación espiritual, alguna vez escribimos que hay dos trabajos paralelos para dirigirnos hacia éste sendero; el primero, Humanizar lo Divino, es decir, si lo divino es Puro y Casto, poder personalizar esta actitud en nosotros y luego sentir, para poder vivirlo. El segundo trabajo importante, paralelo al primero es Divinizar lo Humano, por lo cual, al estar puro se puede lograr la sublimación de ese fuego secreto y filosofal, como dice la tabla esmeraldina, subir de la Tierra al Cielo; sabiendo que todo lo que sube , baja y todo lo que baja sube.
Es por esta razón que el 21 de Marzo comienza para los esoteristas el año, para ellos no es en el mes de Diciembre, siendo el poder del fuego, que regresa a su casa después de haber dado un primer movimiento al ser humano.
"Éste signo es el campo de la primera actividad, se ha hablado siempre como el primer signo del zodiaco. En este signo la gran rueda empieza su vuelta cíclica, es el signo del comienzo, cosmicamente hablando es el signo de la creación, en la vida el ser humano marca el principio de la primera subjetiva, latente, conciencia de la existencia, y el comienzo del ser humano en el circulo de la experiencia. En la vida del aspirante al discipulado él connota el periodo de reorientación y de un renovado esfuerzo autoconsciente, y su comienzo en esa etapa final del sendero evolutivo que lo llevará fuera del reino humano y lo capacitará para realizarla transición al reino de los Dioses." (Tomado de Los doce Trabajos de Hercules; Alice A. Baile).
Nos queda a nosotros discernir, meditar, y trascender este concepto, para sentirlo y aplicarlo en nuestra propia evolución.
Asallas