Le he solicitado al señor Natal, que responda a mis comunicados, pero siempre es indolente, es como si para él no existieran lo seres humanos, por la forma en que los trata, sin sensibilidad ni empatía.
Personas como el señor Natal, son las que ayudan a mantener este mundo que aveces es tan caótico, que triste que por ingenuidad accedí a leer sus páginas, confiando por boba en que todo el mundo es bueno.