LOS SIGNOS Y EL CUERPO

[Darwin Ferrera Pinto]

Cada signo del zodiaco rige una parte del cuerpo humano y cada parte del cuerpo humano tiene un lugar específico que ocupar y una función que cumplir. De la misma manera los seres humanos somos parte de diferentes cuerpos llamados: pareja, familia, comunidades, sociedades, estados, países o continentes y ocupamos un lugar en este mundo y tenemos una función especifica que realizar. Uno de los errores que cometemos en las relaciones es pretender que los demás sean como nosotros y que piensen, sientan, hablen, actúen y vivan como nosotros, pero cada quien es diferente y tiene su función adecuada en su espacio y a su ritmo y necesitamos entenderlo y aceptarlo para que podamos funcionar eficaz y felizmente tanto individual como en grupos. Por ejemplo: el cerebro tiene que estar en la cabeza y encargarse de dirigir al cuerpo permanente, no puede estar en el estomago digiriendo alimentos y funcionando de vez en cuando, igualmente el corazón esta en el lugar adecuado para bombear sangre a todo el organismo las veinticuatro horas del día sin parar y no puede estar en los pies tratando de sostener o hacer avanzar el cuerpo. De la misma manera los seres humanos han de conocer sus dones, habilidades, cualidades, virtudes y hacer uso de ellas poniéndolas al servicio de su función principal en esta vida, sin pretender ser lo que los demás quieran que sea, solamente tienen que descubrirse a si mismo y respetarse para que otros también puedan valorarlos y aceptarlos como son. De manera general las virtudes dependen de en que signo tengan al Sol, la Luna o el Ascendente. Por ejemplo: Aries es líder, Tauro es productivo, Géminis es comunicador, Cáncer es Hogareño, Leo es motivador, Virgo es sanador, Libra es artista, Escorpio es transformador, Sagitario es viajero, Capricornio es escalador, Acuario es reformador y piscis es espiritual. Existen muchas mas virtudes para cada signo y en cada caso particular dependerá de la combinación que cada quien haya recibido en el día, hora y lugar de su nacimiento, determinando así su misión de vida.