METAFÍSICA PARA LA VIDA DIARIA

Cuando nacemos y respiramos por primera vez recibimos del cielo sus influencias, la cuales representan una particular ecuación de energías que quedarán gravadas como tendencias presentes en nuestra psiquis.

Cuando un astrólogo realiza el estudio de una carta natal, su fin es mostrar al nativo aquellas energías negativas que debe superar para que estas NO tengan control sobre su destino.

La función del astrólogo es orientar al nativo para que desde las energías superiores del Espíritu las influencias astrales negativas sean transmutadas, de modo que la influencia de los astros NO produzca efectos negativos en la línea del destino. El destino debe someterse a los actos de la voluntad creadora del espíritu, no somos corchos que flotan en las corrientes de los ríos astrales.

Es bien conocido por aquellos astrólogos experimentados, que en las personas que practican disciplinas espirituales para su propia perfección, en ellas no se cumplen las predicciones astrológicas, ya que no actúan reactivamente y no toman decisiones bajo estados de perturbación emocional o confusión mental, formas en que se manifiestan las influencias astrales. El astrólogo es un orientador espiritual, no un adivino que decreta el destino que producirán las influencias astrales. Si el astrólogo que consultas es bueno en las predicciones de tu destino, debes buscar otro que te oriente para que te conviertas en artífice de tu destino y no en un ser predecible.

La astrología espiritual tiene como fin liberar al ser humano de sus estados energéticos negativos, jamás usar estos estados para predecir eventos. La predicción es una práctica negativa y opuesta al principio metafísico de lo que debe ser la orientación espiritual.

Imagina que asistas a una consulta médica y el doctor se limite a predecir cuantos vómitos o diarreas sufrirá el paciente en lugar sanarle. ¿Es este un buen doctor? Igual ocurre con un astrologo que estudie tu carta natal y todas las tendencias astrales que te influencian.

Los seres humanos podemos transformarnos, no solo físicamente como lo hacemos mediante la ciencia médica cuando el medio microbiano o bacteriano es adverso, o cuando son corregidas las malformaciones en el cuerpo físico. También podemos cambiar nuestra herencia astral indeseada mediante técnicas espirituales que producen la trasmutación de lo negativo en positivo, es en este punto donde la metafísica se encarga de la sanación espiritual mediante la trasmutación y la alquimia.

En el caso de estudios de cartas astrales de bebes, el astrologo orienta a los padres para que lo eduquen en relación a las energías que deben ser debidamente canalizadas y educadas.

Es posible educar desde temprana edad la herencia astral que crea tendencias a manifestarse en el temperamento y el carácter, este último puede educarse para evitar un destino infeliz. El destino puede ser transformado mediante la construcción del carácter y el desarrollo de la voluntad.

La astrología espiritual nos ofrece un mapa de las energías negativas que debemos transformar y aquellas energías positivas que podemos aprovechar.

Aceptar predicciones, renunciando a nuestra voluntad creadora puede ser muy peligroso. La espiritualidad en todas sus formas nos enseña que desde el Espíritu podemos transformar el destino.

El Espíritu en ti, en mí, en todos, puede hacer milagros de trasmutación. La metafísica nos enseña que desde el Yo Soy, Dios en nosotros, nos convertimos en creadores de circunstancias para no ser víctimas del destino.

Por Leonardo Díaz