ASTROLOGÍA MÉDICA. LAS CAUSAS NO NATURALES. EL EQUILIBRIO SALUDABLE

[Adela Ferrer]

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Además, en la salud intervienen unos principios o CAUSAS NO NATURALES, que hoy llamaríamos “externas” o “ambientales” y que afectan y pueden regular o desequilibrar a las anteriores y que son las seis siguientes:

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1) El aire. La respiración (el prana), que dependiendo de las cualidades del aire –frío, caliente, seco o húmedo-, puede provocar diversas enfermedades o ayudar a la curación, de modo que los médicos recomiendan al paciente el aire que más le conviene, le equilibra, por ejemplo para alguien de temperamento flemático o con una enfermedad causada por exceso de flema –como en el caso del niño puramente flemático, que llegase a contraer por ejemplo, tuberculosis-, le conviene un clima de aires secos, como el clima de montaña, -especialmente durante el verano que es la estación más caliente y seca- de modo que el prana colabore armónicamente en la lucha de la naturaleza del paciente contra su enfermedad.

Así como recomendarían para otros temperamentos y enfermedades aire marítimo y húmedo, y aún pueden afinar más proponiendo un ”cambio de aires” en el sentido de “ambiente que se respira” ya en una población o en el campo; incluso llegaban a aconsejar el barrio y la orientación y aireación de la vivienda más adecuada a la consecución del perfecto equilibrio humoral de cada uno de sus pacientes según su propia naturaleza y temperamento en cada uan de las estaciones del año.

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2) La alimentación. Alimentos y bebidas tienen la función de convertirse en parte del cuerpo, por tanto restituyen, fortifican o incluso devuelven la salud tras el desgaste, recuperando el equilibrio perdido del cuerpo humano. Cada uno de los tipos de aguas, bebidas, zumos, vinos, tisanas y de alimentos, están compuestos en mayor o menor grado por las cuatro cualidades, unos son más secos, otros más calientes, otros más húmedos etc; la forma de cocinarlos les exacerba o templa su virtud (de ahí que el pescado, de naturaleza muy fría y húmeda, se haya de cocinar preferentemente y para obtener un plato equilibrado, con generosidad de aceite, que es la grasa vegetal de naturaleza más caliente y con ajo, por su calor y sequedad). De forma que a cada temperamento, dependiendo de la complexión del paciente, de la etapa de la vida (infantil –Luna-, niño –Mercurio-, joven –Venus-, adulto –Sol- , maduro –Marte-, senecto Júpiter- o anciano –Saturno-) y de las cualdades esenciales de la estación del año, le conviene un tipo de alimentación que:

a) le ayude a conservar el equilibrio natural.

b) le estimule la fuerza –(natural, vital o anímica) más decaída

c) contenga las cualidades esenciales contrarias (principio alopático) a las del humor que por su exceso, haya provocado un desequilibrio = enfermedad.

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En cuanto a la bebida (tisanas, zumos, etcétera), el médico aconsejará la cantidad de agua a ingerir, su temperatura, y si es mejor beber antes, durante o después de las comidas.

También puede recomendar tomar ciertas aguas con determinadas propiedades minerales –con la finalidad de aportar al organismo el mineral perteneciente al signo o planeta que rija la fuerza o función que conviene reanimar, en cuyo caso y fijándose en la mejor posicion de la Luna para el inicio de la terapia, en el ejemplo que hemos propuesto del niño flemático enfermo de tuberculosis, le aconsejaría irse a veranear a la sierra, por ejemplo a un balneario en el interior de Murcia o Jaén (pertenecientes al signo de Leo y al de Tauro, respectivamente), una cura de balneación con baños de barro que le ayuden a secar las flemas; alimentos equilibrados, pero no demasiado pescado ni tampoco excederse con los lácteos –ambos muy flemáticos – y comenzar la cura en momento en el que la Luna, en cualquiera de los signos de la misma cualidad de la enfermedad (en este caso en los signos de de agua) y con buen aspecto al Sol, colabore a “mover el humor” –acuoso en el caso del flemático- que se pretende expulsar (principio homeopático)

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3) La evacuación. La función de retención de las sustancias alimenticias y la consecuente de excreción de las “sustancias corruptas” en la medida adecuada es señal de buena salud; cualquier desviación de estas dos funciones perjudica el equilibrio humoral.

La evacuación –función expulsiva propia de la Luna- se realiza por medio de las heces (combinación con Saturno), del sudor (combinación con Júpiter), la menstruación (Luna), el coito (combinación con Venus), hemorragias o sangrías (combinación con Marte)... El médico lo regulará prescribiendo purgas, ayunos, astringentes, cataplasmas, balneación y medicamentos; y escogerá un medicamento que contenga las cualidades contrarias a las de la enfermedad; por ejemplo, para evacuar la flema del conocido pero inexistente niño flemático tuberculoso escogerá medicamentos ricos en las cualidades de Marte y el Sol y que al tiempo debiliten a Venus y a la Luna. Escogerá iniciar el tratamiento, como ya hemos dicho un día en el que la Luna se halle en signo de agua y además, en buen aspecto al Sol y en la fórmula de su medicamento preferirá administrarlo:

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a) En forma de jarabe con miel (electuario) si va empezar el tratamiento un día en el que la Luna esté en Cáncer (con buen aspecto al Sol).

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b) En forma de medicamento bebible o diluido en líquidos si ha de comenzar cuando la Luna esté en Escorpio (con buen aspecto al Sol).

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c) En forma de píldoras o grageas si lo empieza cuando la Luna esté en Piscis (con buen aspecto al Sol)

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4) El sueño y la vigilia. El sueño favorece la humedad y el calor corporal. De forma que si hay falta o exceso de sueño, se altera este par de cualidades; por ello, el médico indicará al paciente la cantidad de horas que debe dormir, las condiciones del dormitorio, el momento del día más adecuado para ello o la postura que más le favorece adoptar.

En nuestro ejemplo, el exceso de humedad se compensará echando siestas en un dormitorio orientado al sur (soleado) y con balcones o ventanas que permitan el paso del aire, para contribuir a la desecación.

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5) El movimiento y el reposo. El ejercicio físico aumenta el calor natural del cuerpo. El médico prescribirá un tipo de ejercicio físico adecuado para cada paciente, según el peso del enfermo, su edad, sus hábitos, su temperamento, la estación del año, estableciendo, además, la frecuencia e incluso la hora del día en que debe practicarse. Es evidente que a los flemáticos les conviene el ejercicio físico, aunque a nuestro niño seguramente no le apetezca mucho hacer carreras de fondo (y menos aún si padece tuberculosis), por eso conviene pasear y tomar el aire y el sol, hacer senderismo, que procure no enfriarse ni tomar una ducha fría tras una caminata y que se aficione al masaje enérgico con alcohol (líquido de Marte) de romero (planta del Sol).

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6) Los movimientos anímicos. Las pasiones producen una perturbación de espíritu desarmonizadora de la salud física, ya que se relacionan directamente con los humores, elementos y planetas que rigen las emociones y las partes del cuerpo.

El médico recomendará el tipo de música que ha de escuchar, el tema de conversación y de lectura que mejor convenga al paciente (como es obvio, de naturaleza contraria a la que provocó el desequilibrio). A nuestro niño le recomendaríamos interesarse por la vida de los animales silvestres, le compraríamos un perro de caza y le buscaríamos todo tipo de aficiones, entrenimientos , objetos y amistades que recaigan bajo el dominio planetario del Sol que le revitalicen y le “sequen” y procuraremos evitarle libros de filosofía, los asuntos de difícil comprensión y las alegorías demasiado complicadas que le exciten la sobreproducción de la flema cerebral.

[Adela Ferrer]

Hola, Luis: Un comentario muy agudo, muy sabio y lleno de gracia.

[Luis Lovera]

Adela; parece que el mejor programa de astrologia, para saber y conocer lo que pide Antonia C. Es la Misma Astrologia
saludos a ambas

[Adela Ferrer]

Hola, Antonia: Me alegro mucho de que te interese.
Es completamente imposible que pueda haber un programa que te haga un diagnóstico humoral, temperamental y ambiental. Los programas sólo te sacan la "partitura", el pentagrama, la lectura e interpretación de la música compete al astrólogo, que lo dictaminará a la vista del conjunto de la carta.
Supongo que te habrás calculado cuál es la mezcla de tus dos tipos temperamentales sobresalientes: muy bien, ya sabes si, por ejemplo, te falta humedad y te sobra calor. Como astróloga habrás de hacer una analogía con las estaciones del año, los alimentos, colores, ambientes, músicas, tejidos, lugares, tipos de lectura o películas que provoquen determinados estados anímicos, animales de compañía etc. que sean de naturaleza húmeda y fría, y así podrás ir compensando y manteniendo el equilibrio saludable.
En sucesivas entradillas podrás ir viendo cuál es tu tendencia natural y cómo equilibrarla en cada estación el año.
Lo mejor para la salud en una carta natal es que los luminares, el Ascendente y su regente estén a salvo de las infortunas. También es señal de salud el que no haya NINGUNA infortuna angular, ni tampoco en la Casa VI.
Las otras preguntas son mucho menos difíciles de contestar para el astrólogo, y podrás contestarlas en cuanto aprendas un poquito más de prognosis, aunque desde ya te digo que lo que no esté escrito en la natal no se produce por muchos tránsitos, revoluciones, direcciones ni profecciones que vengan a juntarse.
Gracias por tu atención.

[Antocs]

Hola Adela , muy interesante. Me gustaria saber si hay algun programa de astrologia que vaya indicando las mejores predisposiciones para la salud? asi como que te de la constitucion fisica que te corresponde ? si tendras suerte en la loteria? Si va a morir un pariente ? SI hay probabilidades de un acccidente.....ect.