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¿Hospitales en la casa doce?
La casa doce es la casa de las prisiones, de los encierros y las detenciones, incluido el secuestro. Lo anterior, no admite discusión y ha sido observado y sustentado desde muchos siglos atrás. Lo que en sí estoy cuestionando, y muy seriamente, es la ubicación de los hospitales, las clínicas y las enfermedades crónicas en la casa doce, algo que no es del todo correcto. Para empezar los hospitales y clínicas no son sitios de reclusión, no son los sitios para el pago de las penas, de secuestros y detenciones de todo tipo, sólo son sitios para curar las personas enfermas. Al hospital se va y se llega voluntariamente, e incluso, la persona enferma y sus familiares pueden en cualquier momento que lo deseen elegir salir del hospital e irse a otro donde lo puedan atender mejor. Incluso, hoy en día el estrato socioeconómico de la persona define el tipo y calidad del servicio médico que le pueda ser prestado. Mejor dicho, nadie está obligado ni condenado a estar recluido en un hospital en contra de su voluntad. Ningún hospital asigna personal uniformado y armado para vigilar que un paciente no se vaya a fugar, algo que sí existe en las cárceles del cualquier lugar del mundo. Quien llega a un hospital lo hace buscando ayuda para sus dolencias, una vez curado se marcha a su casa y nada lo obliga a permanecer en la institución médica. En lo personal, me gustaría leer el primer texto astrológico que incluyo los hospitales dentro de la casa doce y las razones que tuvo para ello. ¿En qué momento y por qué razón la casa doce fue la elegida para asignarle la total regencia de los hospitales y las enfermedades crónicas?
Veamos algunos puntos que ayudan a aclarar las razones de mi cuestionamiento:
01. Hasta no hace muchos años, mediados del siglo XX, era común que el profesional en medicina viniera a nuestra casa y atendiera nuestras dolencias, pero hoy en día es todo lo contario, debemos ir a sus consultorios y esperar a ser atendidos. Podemos atrevernos a pensar que en los siglos anteriores, en los tiempos de William Lilly por citar, los encargados de ejercer la medicina iban a las casas de sus pacientes, o cuando más tenían su sitio de consulta, pues no olvidemos que en aquellos tiempos era muy común que el médico además de ser médico era astrólogo y muchas otras cosas más. En sí entonces en aquellas épocas, donde empezaron a definirse y fijarse los significados de los diferentes elementos de la astrología, los hospitales como sitios que aglutinaban a los profesionales de la medicina no existían, todo en su mayoría era atendido dentro de la casa del paciente.
02. El otro punto importante era que las enfermedades no era un asunto de separarlas y ubicarlas en casas diferentes (sexta y doce), como si fueran enemigas entre sí. Cierto es que una enfermedad, mental, espiritual o física, mortal o no, era una enfermedad que debía ser tratar, la diferencia entre una y otra era su durabilidad y el tipo de tratamiento a usarse, de tal suerte que la definición de enfermedades crónicas o agudas estaba sujeto al signo mismo, no a las casas. Así entonces, las enfermedades crónicas o de larga duración, que exigían tratamientos más largos, era un asunto valorado a partir de los signos fijos; las enfermedades agudas eran valoradas a partir de los signos cardinales; mientras que las enfermedades que iban y volvían con cierta regularidad era un tema de los signos mutables.
03. En los libros clásicos se lee con suprema claridad que la única casa que regía los temas de la enfermedad era la casa sexta, luego es la casa ideal para ubicar todo aquello que tenga la intención de controlar y/o eliminar la dolencia. Hoy en día los hospitales y clínicas, son lugares donde se tienen todos los elementos y personas necesarios para combatir la enfermedad, luego no hay razón para no ubicarlos en la casa sexta.
04. La casa uno siempre se valoró como la casa de la salud, y la sexta como la casa de la enfermedad, ninguna otra casa fue usada para valorar estos dos importantes temas. Luego usar el término salud para la casa sexta, es ya un error.
Los anteriores son en sí los puntos centrales en los que sustento mi cuestionamiento sobre la ubicación de los hospitales como un asunto de la casa doce y no de la sexta. Los hospitales no son nuestros enemigos ocultos, son algo así como nuestros “sirvientes” a la hora de requerir atención médica.
De verdad que sí, mucho me gustaría saber la época y razones para incluir dentro de la casa doce lo relacionado con hospitales y enfermedades crónicas.
Giovanny Londoño Romero
Santiago de Cali, septiembre 25 de 2013.
Comentar
Gracias, Giovanni , en primer lugar por permitir este blog tan interesante sobre las casas, en particular, si la casa XII es análoga a hospitales
Voy a aportar mi visión; en primer lugar os voy a poner una serie de paginas que Weiss copia tal cual de cual del Dr Schwab ; ésta sería la génesis de las casas y su colocacion, de ir al origen , al comienzo,
A mí me parece genial y tal como lo plasma el Weiss lo plasmo yo del Dr Schwab y el porqué de las casas y su ubicación en el círculo desde un sentido mítico, ancestral
, ademas lógico y actual
Es realmente interesante para saber de dónde , de qué fuente ancestral mental inconsciente , sacaron los antiguos esas casas
(voy a mandarlo en varios capitulos porque es muy extenso )
Sigue
*** SEGUNDA PARTE ***
>>> Eduardo Gramaglia en su obra astrología hermética, en la que reconstruye el sistema astrológico heleno dice: topos XII (casa doce): atribuído a Saturno. El mal daimón o divinidad desfavorable.
GLR/ Justamente a lo que me refería sobre Saturno. La página para quienes estén interesados en revisar es la 154 del libro Astrología Hermética, de editorial Kier.
>> Lo que arrebata la vida, peligros, tribulaciones, confinamientos. Lugar asociado con las tierras extranjeras, esclavitud, heridas, enfermedades (enfermedades, don Giovanni), cortes de justicia, muerte y debilidad.
GLR/ Tienes toda la razón, efectivamente Eduardo copia tal cual los significados que tú has reseñado. Pero, te digo, además de tener que leer de nuevo el capítulo 7 completo, debes revisar antes de resaltar y subrayar las enfermedades, como la prueba reina que GLR no puede refutar, pues si te fijas un poquito el mismo Eduardo igual ha incluido otros términos o palabras que hoy en día ni se discute que pertenezcan a otras casas y no a la doce. Te pregunto: ¿hoy usarías tú la casa doce para analizar lo referente a “tierras extranjeras”?. ¿Usarías la casa doce para ubicar a los esclavos? Finalmente, ¿te atreverías a usar la casa 12 para analizar todo lo concerniente a la muerte? Entonces, Tibisay, si hoy en nuestro siglo la ocho es la casa de la muerte, es súper claro que ese término o concepto emigro de la casa doce hacía la ocho. Pregunto entonces, ¿por qué, así como lo del extranjero migro hacia la casa novena, la enfermedad no pudo haber migrado desde la doce? ¿Qué razones tuvieron o primaron para que algunos conceptos migraran de la casa doce y otros no? Por supuesto que estas preguntas la persona que mejor las puede responder es el amigo Eduardo. Tibisay, y eso que no quise mencionar el concepto de las cortes de justicia, pues mejor te pregunto de nuevo: ¿usarías la casa doce para representar al juez, los tribunales y en general a todo el aparato de la justicia? Fácil es ver que 4 de los conceptos escritos por Eduardo ya no son parte de la casa doce. ¿Qué razón habría para que la enfermedad, y a diferencia de los 4, si pueda seguir en la doce? Por lo menos es valorable ver que algunos autores ponen la palabra enfermedad en casa doce, pero son muchos más los que la ubican en la casa sexta. Por supuesto, Tibisay, que lo anterior no resuelve el punto que origino todo este debate, sobre porque los hospitales son de la casa 12 y no de la sexta. En este exacto punto, me alisto en el grupo de lo que puedan aceptar que si así como la muerte, por citar sólo una palabra, emigro hacia la ocho, la enfermedad (muy diferente a la salud) igual migro hacia la casa sexta. No he visto es lo contrario, que por ejemplo, la muerte haya migrado de la casa ocho hacia otra casa, o que la familia haya dejado la casa 4 para ir a instalarse en la casa 2, por citar un caso.
>>>Como ve, variados significados, ajenos unos a otros, y que siguiendo la tradición (la cual usted defiende y encomia) deberemos seguir de ahora en adelante.
GLR/ Después de lo que te acabo de escribir y de cuestionar, ¿estás totalmente segura que podrías seguir validando los anteriores 3 renglones de tu autoría?
>>> Yo supongo que no se debe aceptar la doce para las enfermedades, porque siguiendo con su argumentación de ahí se desprendería lo de los hospitales para tratarlas.
GLR/ Buen punto amiga. Si entiendo bien, dices que de aceptar las enfermedades en la doce entonces los hospitales hay que llevarlos a esa misma casa. Sólo si lo anterior está bien entendido de mi parte, le diré que aunque hoy en día son afines (enfermedad y hospitales), no por ello tienen o parecen tener el mismo origen en tiempo. Es de aceptar que la enfermedad como tal ha acompañado al hombre desde su misma creación y los hospitales, o al menos los sitios que pudieran serlo, son más recientes. La enfermedad como tal da muestras, siempre, de haber estado antes que la curación, antes que el medicamento. Se habló, en tiempos más recientes, de la existencia del polio, y tras investigaciones se obtuvo la vacuna para eliminarlo. Es claro, en el mismo orden de ideas, que al existir la enfermedad, en algún momento de la historia del hombre hubo la necesidad de tener un sitio donde poder estudiar y tratar mejor esa enfermedad. En mi caso, muy personal por cierto, me acerco a la idea de que los hospitales no son tan reciente, pues sin ir muy lejos mira lo que se lee en algunas páginas de Internet:
* La universidad de Salamanca fue fundada en 1134, es la universidad más antigua fundada en España y el más antiguo tercero de Europa. Incluye Escuelas Mayores, las Escuelas Menores y el Hospital de Estudio rectoracte actual.
* Antezana Hospital de la puerta. (1483) “El Hospitalillo”. El hospital más antiguo de Europa en funcionamiento en Alcalá de Henares. Comunidad de Madrid – España.
* A la pregunta sobre cuál es el hospital más antiguo de toda Europa, la respuesta fue: hospital de San Juan, en la ciudad de Brujas en Bélgica. El documento más antiguo de ese hospital data de 1188.
Entonces, ahora sí que la duda se hace mayor, pues si ya en el siglo 12 existían los hospitales (Lilly vivió en el siglo 17), por qué diablos no los ubicaron claramente dentro de una de las ocho o doce casas, según fuera la moda de usar horóscopos con ocho o doce casas, cuadrados o redondos. ¡Vaya dilema!
>>> Don Giovanni, creo que no sería mucho pedirle que se fijara más en los argumentos contrarios en vez de empecinarse en los suyos, por eso no estaría mal que tuviera en cuenta lo que dice con mucha razón el señor prieto.
GLR/ Creo que estás en un error, pues sin ir muy lejos lo del señor Prieto, que me ha gusto mucho, me ha dado pie a una explicación que ya se las participe a todos. No pierdas de vista que se trata de compartir las opiniones y discutirlas en el mejor ambiente posible. Sin excepción todos podemos presentar nuestros argumentos, sustentarlos y contrastarlos con los de los otros colegas, al final cada uno tendrá que sacar sus propias conclusiones y decidir que le resulta mejor de ahí en adelante. Esto no es un asunto de fuerza, ni de nada que se le parezca, es sólo un compartir y ayudar a mejorar nuestra astrología. No entendería que alguien esté en este foro de ADM para algo totalmente diferente.
>>> sobre los perturbados mentales que encierran en los manicomios contra su voluntad,
GLR/ Ese tema, amiga Tibisay, sobre las diferentes enfermedades, sus diferentes tratamientos y lugares para ser tratadas, sí que sería un tema a discutir. Efectivamente un manicomio es un hospital para enfermos mentales, pero, yo pregunto: ¿Lo anterior será suficiente para asignarlo a la casa doce?
>>> y siguiendo el hilo de sus ideas, don Giovanni, uno nunca es encerrado en una cárcel o prisión en contra de su voluntad. Al contrario, por culpa de ella, pues a las cárceles se va por haber cometido un delito, un acto muy voluntario. Pero los delitos pueden haber sido también contra la propia salud (tenga en cuenta a los viciosos de toda clase que luego pagan en su salud los excesos) en esta u otras vidas, lo que nos lleva al núcleo del significado de la casa doce: casa del karma, lugares de castigo, sufrimientos y penas, donde se pagan las deudas con la justicia cósmica o terrenal.
GLR/ Tibisay, mira, ¿cuál es el fondo del tema? La cuestión es sencillísima, una cárcel es una cárcel y un hospital es un hospital y sus funciones son en extremo muy pero muy diferentes. Es más, leo y leo tu último párrafo y me da la sensación que le falta algo o que algo está mal escrito. “uno nunca es encerrado en una cárcel o prisión en contra de su voluntad”. No sé si lo que te voy a escribir aclara o enreda más las cosas, pero igual hagámoslo: una persona puede jurar de rodillas ante el juez que no ha cometido el delito del cual se le acusa, pero el juez encuentra argumentos que le hacen sospechar del acusado, y entonces decide enviarlo a prisión. Por supuesto que el acusado no desea ir a la cárcel, y pone todo su empeño y toda su voluntad en demostrar su inocencia delante del juez, pues está convencido de su inocencia. Creo que nadie puede discutir que se va a la cárcel porque se ha cometido un delito, y al haberlo cometido debe ser enjuiciado y condenado y ojo vivo, esa condena normalmente el juez ordena que sea en una cárcel. Sabe una cosa, la única posibilidad de que un hospital pueda terminar siendo una cárcel y para entonces cabria dentro de la casa doce, es cuando un preso dentro del penal ha sido herido de gravedad y requiere asistencia médica en una clínica de la ciudad. Como es una operación que demora varias horas y su recuperación puede durar varios días, entonces este preso cuando es ubicado en la habitación donde pasara su recuperación tendrá, además de una cama y todos los servicios hospitalarios, un par de guardianes en la puerta de su habitación cuidando que no vaya a escaparse. Sólo en ese instante esa pequeña parte del hospital, la habitación del enfermo (para las directivas del hospital él no es un preso, es un paciente más), se convertirá en algo así como una extensión a la distancia de la cárcel donde originalmente cumple la condena. Pero que lo anterior sea suficiente para decir que esa es la razón para que los hospitales sean de casa doce, como lo son las cárceles, ya es pintar la hoja de muchos colores transparentes. Tibisay, perdona, pero el hecho que el delito sea o no contra la salud, no es, no, no es algo que pueda decidir la duda inicial. Para un juez, un delito es un delito, y si ese delito amerita ir a prisión, pues entonces el juez enviara al infractor a la cárcel. Incluso, el juez no tendrá en cuenta para su fallo si el infractor al momento de ser sentenciado está aliviado o enfermo, simplemente da su fallo y ordena que se cumpla. Si está enfermo, su abogado puede conseguir que sea atendido en establecimiento médico, algo que nos mete de nuevo en la imagen de guardianes armados cuidando una puerta, tras la cual descansa un enfermo, el mismo que una vez se recupere lo van a esposar y van a conducir a su celda en la prisión. Perdona que te lo diga, pero si para justificar la existencia de los hospitales en la casa doce tenemos que echar mano de cosas como: “(tenga en cuenta a los viciosos de toda clase que luego pagan en su salud los excesos) en esta u otras vidas, lo que nos lleva al núcleo del significado de la casa doce: casa del karma, lugares de castigo, sufrimientos y penas, donde se pagan las deudas con la justicia cósmica o terrenal”. De mi parte preferiría nunca haberme acercado a un conocimiento tan especial como es la astrología. Hablar de Karma o de vidas pasadas, cuando ni siquiera podemos en muchas ocasiones recordar lo que hicimos una semana atrás, es como seguir pintando la hoja con demasiados colores transparentes.
>>> Y ya que veo que usted utiliza muy bien el diccionario de la RAE, reflexione sobre esta casualidad, como dice usted: cuando una persona por un problema de salud se ve obligada a ingresar en un hospital se dice que fue internada o recluida en el mismo, términos típicamente carcelarios, pues se dice de los delincuentes que fueron internados en una prisión, o recluidos allí y a los presos se les llama internos o reclusos; inclusive, en México se les llama a las cárceles reclusorios. ¿Capta ahora sí la semejanza de las dos situaciones, y el mismo sentido ideológico?
GLR/ Buen punto. Y lo mejor de todo es que justamente sobre lo anterior ya había caído en cuenta, cuando intercambie mis primeros mensajes con Juan Alberto, pues mira exactamente lo que entre muchas otras cosas ya le he respondido:
Comentario por Giovanni Londoño Romero el septiembre 27, 2013 a las 12:50am
El término detenido o recluido bien puede decir o significar muchas cosas, la ambigüedad nos condena, pues estar recluido o detenido (que no necesariamente tiene porque implicar la total o parcial pérdida de la libertad) es algo que se puede dar de muchas maneras y en muchas situaciones. Lo mejor es pensar que el término exacto de la casa doce, según lo entendieron y promulgaron los astrólogos del pasado, es el de CARCEL, prisión si se quiere.
Giovanny
Comentario por Giovanni Londoño Romero el septiembre 27, 2013 a las 3:01pm
Hola Juan Alberto saludos
Quiero destacar de tu último mensaje la siguiente frase: "Me parece que en éste tema que Ud. ha propuesto, hay mucho que indagar en la semántica lingüística y la lexicografía. Incluso, exige cierto grado de reflexión filosófica". Por supuesto que lo comparto al 100%. En un nuevo aporte que haré en horas de la noche se podrá, digo yo, entender mejor la razón para apropiarme de tu afirmación.
Giovanny
Y a partir de lo anterior me forje la necesidad de hacer un escrito explicativo de los términos en uso y más normales para los presos y los enfermos. Aun no lo he terminado pero espero tenerlo listo muy pronto y publicarlo. Lo cierto por ahora es que nunca a alguien que está en el hospital le dirán que está encarcelado. Un término muy común hoy en día para referirse a toda clase de enfermos es el de Paciente. Sólo te pido el favor de que tengas cuidado con las expresiones “interno” e “internado”, pues tienen cierto parecido en su escritura, pero diferentes en significado.
>>> Es muy heroico de su parte y de la de frawley que sean, como dice, los dos únicos astrólogos que salgan por los fueros de la astrología a reivindicar que la casa seis y no la doce es la que rige hospitales, sanatorios, centros de salud, dispensarios médicos, etc., en contra de la de millones en sentido contrario.
GLR/ Al decir que somos los dos único lo hago en la seguridad de poder demostrarlo, pero por supuesto que tengo la información de un grupo amplio de astrólogos que han tenido la misma pregunta y que al final la han resuelto. Eso sí, tengo que reconocer que ese grupo fue ayudado a entender los hospitales en la casa sexta por el señor John Frawley, el mismo que dice poder demostrar que tiene alumnos en seis continentes. ¿Qué hacemos entonces? Cada uno tendrá que hacer su propio camino, y si la ayuda que otros le ofrecen le sirve y la observa confiable pues entonces que la tome. Hay una frase que usa John Frawley, después de mostrar el alcance de su “Verdadera Astrología” (que no es una astrología que se limita sólo al libro en español de editorial Sirio, por el contrario, se extiende a otros libros y a 20 ejemplares de la revistas El Aprendiz de Astrólogo) al ser constatada con la realidad (la mejor parte que él puede ofrecer), es aquella que dice: “Lo tomas o lo dejas”. En inglés existe desde hace ya varios años su libro titulado: “The Real Astrology Applied”. La continuación de la Verdadera Astrología.
Y ya que mencionas eso de ir en sentido contrario, te imaginas lo que pudo haber sido la discusión cuando algunos intentaron proponer que la madre era significada por la casa cuatro y que por ende, el padre debía ir en la diez. Vaya que si esos tipos si estaban pero bien fuera del foco, no. O, tu amiga qué piensas al respecto. En mi caso, viaje de una casa a otra buscando ubicar a los padres, hasta tuve en cuenta las indicaciones de Germán Rosas, e incluso aposte un tiempo por ubicar en la diez al llamado padre dominante y en la cuatro al otro que no era dominante, mas al final entendí después de revisar que desde siempre la casa cuatro fue asignada sólo al padre y así entonces, mamá se tendría que conformar con la casa diez y punto. Divertido, ¿verdad?
>>> Claro, me diré usted, la opinión de dos sabios vale más que la de millones de ignorantes, pero el asunto es que ese astrologo inglés, a quien usted nos presenta como el nuevo papa de la astrología y que sale en una cruzada en defensa de la astrología clásica y su tradición, pasa encima de ella con sus botas al sentenciar que la seis son los hospitales, sin prueba documental alguna.
GLR/ Mira amiga, si te voy a pedir que nunca, y nunca es nunca, pongas en mi boca o en mis escritos palabras que nunca he dicho o publicado. Ok. Se ve muy feo, se ve mal y dicen mal de ti. Lo que voy a decir a continuación si lo voy a decir yo y puedes incluirlo en cualquiera de tus otras respuestas, es lo siguiente: Frawley es de los muy pocos astrólogos que enseñan a pensar en astrología. Los astrólogos no pensamos en lo que estamos interpretando y cómo lo estamos interpretando. No podemos en muchos casos precisar del porqué en la astrología unas cosas son así y no de otra manera. Sin más entonces, no nos queda más de otra que recurrir a los libros ya publicados y listo. Aclaro sí que yo, Giovanny Londoño Romero, estoy avanzando en ese camino y seguro estoy que me falta aún mucho trecho por andar. Saben quién es otro buen hombre que nos convoca a revisar la tradición y pensar en astrología, pues don Tito Maciá, quien incluso en sus libros, al igual que yo en los míos, hemos puesto que la casa doce es la de los hospitales. En Argentina hay varios y muy interesantes, Gramaglia por supuesto, pero no se le queda atrás Patricia Kesselman. Otro buen tipo que tiene muchas buenas predicciones cumplidas y dignas de ser mostradas es don Hugo Bonito. La verdad la lista es larga y no viene más al caso.
>>> Entonces, sin ser picosa don Giovanni-lo hago con respeto-,
GLR/ Igual yo lo hago y lo haré siempre con usted, por la sencilla razón de que siempre ha sido mi forma de comportarme. Qué me guste confrontar ideas y exponer uno y otro tema, ya es diferente; y que lo haga con pasión es parte de mi forma de darle gusto a mi Marte en Leo dentro de mi casa uno y en armonía con mi Mercurio en Libra dentro de mi casa tres.
>>> le cuestiono con su propia pregunta: “¿por qué los maestros astrólogos del pasado, muchos de ellos con estudios médicos, no dejaron escrito que la casa seis representa los “dispensarios médicos”?, ¿Por qué no lo harían, si era algo de su diario vivir, de su diario atender?”.
GLR/ Si vuelve al comienzo de ésta mi respuesta, podrá entonces retomar la respuesta a éste nuevo cuestionamiento. Por supuesto, amiga Tibisay, que estoy en el camino de investigar lo anterior, seguro cuando tenga una respuesta confiable se la compartiré.
>>> Dice Gramaglia refiriéndose a la casa seis: “quienes prefieren referirse a la casa 6 como la casa de la salud encontrarán alentador el hecho que ya firmicus materno (mathesis II, 20) al enumerar los nombres de las casas, llama a la 6 salud (valitudo). Habría que preguntarle a conocidos astrólogos horarios como anthony louis y derek appleby porque en sus libros de astrología horaria mencionan a la doce como la casa de los hospitales. Este último es un icono de la astrología horaria, lo que no hará dudar de sus luces.
GLR/ Vamos por partes, dijo el descuartizador. Me parece muy bien que puedas puntualizar tan excelentemente que Gramaglia dice eso en la página 150 de su libro sobre la casa sexta, lo celebro, pero critico que no recrees la explicación completa de Eduardo, pues tras el punto que cierra el paréntesis donde dice Valitudo, se lee: “Un eufemismo que en definitiva no deja de aludir al interés que surge en el nativo cuando pierde su salud”. Ves como algo más existe. Igual critico de tu parte que no hayas puesto los otros significados que Eduardo aporta al respecto de la casa sexta, pues en su gran mayoría son los mismos que ubicó para la casa o topo 12. Y los otros significados que son diferentes, algunos, como ya paso con la casa doce, han emigrado ya de la casa sexta hacia otras casas. Eduardo menciona en la página 149 que la VI son los enemigos públicos y declarados. De nuevo te quiero preguntar, tú Tibisay, ¿te atreverías a usar la casa VI para investigar lo relacionado con los enemigos públicos y declarados?
Antonio Louis y yo, la verdad de la verdad, hace muchos años que nos conocemos y hasta hemos intercambiado libros de nuestra autoría. Puedo decir que tengo todo lo que sobre Astrología Horaria ha publicado Antony, en papel y en digital. Antony tiene algunos de mis libros ya publicados. Por alguna extraña razón, los astrólogos horarios nos vamos conectando y compartiendo. Debo aclarar si, que cuando conocí a Antony yo era uno más de los que aceptaba de buena gana que la doce era la casa de los hospitales. Seguro ya habrá la oportunidad de compartir con él las buenas nuevas. Ahh!!, casi lo olvido, Antony está, por cierto, muy relacionado con los temas médicos, pues es siquiatra en USA. Sin duda, será muy difícil para mí retorcerle la mente a mi amigo Antony hasta que expulse la neurona que codifica dentro de su cabeza que la casa doce es la de los hospitales. Bueno, por lo menos lo intentare. Amiga Tibisay, es una broma, algo para alegrarte un poco este largo momento que llevas leyendo mi respuesta.
Sobre nuestro querido Derek Appleby, al que un día llame por mi maestro del presente, tal cual quedo escrito en las páginas de mi libro titulado Lo que me legaron mis antepasado; al mismo que no tuve la fortuna de conocer en vida, pues cuando quise ponerme en contacto con él, me contestaron que ya había muerto, tengo para contarte lo siguiente: desde hace muchos años vengo dictando un seminario centrado y ejecutado sobre las enseñanzas legadas por este gran maestro, incluso mi seminario de horaria lo dicte allá en tu hermoso país de Venezuela, en el 2005. Carlos Dum y Daisy Salom, cada uno por su lado y en su sede organizó el seminario, y así entonces fueron dos y no uno los seminarios dictados. Hasta allí todo iba muy bien, hasta que un día estando en Pereira – Colombia, otro bueno amigo y cultor de la astrología horaria, que igual piensa y acepta que la doce es la correcta para hospitales, me sorprendió con la pésima noticia de que la traducción del libro de horaria de Derek, publicada en español por la editorial Sirio, adolece de muy serios errores de traducción. Jaime, un experto en informática, me entrego una copia digital de la versión original en inglés para que por mis propios ojos me diera cuenta de los errores flagrantes de dicha traducción. Independientemente de que la traducción sea poco confiable en muchos de sus párrafos, doy por hecho que no voy a encontrar nada que pueda ubicar de mi lado para darle más cuerpo y vida a mi planteamiento de que la sexta es la correcta para ubicar los hospitales; todo lo contario, seguro que nada va a cambiar por más correcciones que le dé a la traducción, lo que allí en su paginas dice de que la doce son los hospitales. Así que amiga, por estos lados podemos estar muy tranquilos. Creo, que en vez de revisar con lupa el libro original de Derek, es mucho más sustancioso revisar la amplia y muy selecta bibliografía que don Frawley recomienda al final de su Verdadera Astrología, entre los que por supuesto no podría faltar el libro de Claudio Ptolomeo, el Tetrabiblos.
>>> Como no quiero parecerle pesada y cansona, me resta hacerle una recomendación, lea estudios de astrología IX, capitulo IX (La Astrofilosofía Discute la Experiencia del Hospital), de elman bacher, otro ícono de la astrología espiritual que no necesita presentación. Allí explica con brillantez, desde un punto de vista filosófico y metafísico, porque la doce rige hospitales y ese tipo de instituciones.
GLR/ En lo personal, perdóname que te lo diga así sin más, pero el texto de Elman Bacher, de La Fraternidad Rosacruz, no es de ninguna manera lo ideal para lograr la justificación suficiente de que sea la doce la casa de los hospitales. Y no te lo digo por que quiera ser sólo un intransigente o esté perdidamente jugado con mi propuesta de la casa VI, no, nada de eso, sino porque además de haber sido estudiante de la Ciencia Rosacruz durante muchos años (en la sede antigua en la ciudad de Bucaramanga – Colombia), no veo en qué le puede servir a un enfermo o a un detenido que la causa para que esté enfermo ahora en un hospital o privado de su libertad en una cárcel sea, cito textualmente del libro IX pagina 92:
“El hospital es un lugar de limitación, encarcelamiento, pesar, dolor, y dificultades solamente para la persona que rehúsa expandir su consciencia de sí misma en relación con su experiencia. Para una persona que verdaderamente busca la verdad, el hospital es un sitio de oportunidad para la renovación”. Tibisay, ¿de verdad crees que algo como lo anterior le sirva a alguien que está tirado en una cama esperando que sus dolores sean calmados? Mucho menos nos sirve a los astrólogos para alcanzar una astrología acá en la tierra, donde la vida de la persona debe ser verificada con las cosas reales que le van sucediendo a diario. Para una persona que está en el hospital, sin duda, es más valioso decirle cuándo sanara y/o en que consiste sus dolencia, pues eso ayudaría a que el medico sea más preciso en su diagnóstico.
O qué tal decirle al paciente que (último renglón de la página 91): “la falta de apercepción de la verdad conduce a condiciones Kármicas de la duodécima casa, Piscis”. Lo que el paciente necesita por serle más útil, es que le describan ahora en su tiempo presente que causa su enfermedad y no si tiene deudas de una vida que no puede recordar y que no puede verificar su existencia.
O podríamos preferir decirle al paciente que está con su fuerte dolor abdominal que (página 93): “Sagitario como la ‘raíz’ de esta representación de la cuadratura mutable, manifiesta que hay una comprensión de principio para ser percibida en la experiencia; cuando la oportunidad es impedida y resentida, se intensifica el encarcelamiento en la dificulta; cuando es aceptada con la disolución de la compasión propia y la justificación de sí misma el influjo de la Verdad no sólo esclarece la consciencia sino que también fortalece la fe y ahonda la capacidad de la compasión pura”. ¿Cómo hacemos para que el paciente ingiera eso? En lo estrictamente astrológico y en lo personal, no le encuentro ninguna utilidad. Perdóname que sea tan directo y sincero.
Créeme Tibisay, que en mucho me molesta cuando leo cosas como la siguiente (página 94): “En el tipo de sanador que está más íntimamente asociado con la corrección de la dolencia del paciente puede hallarse una clave importante sobre la causa kármica de la dolencia”. Permíteme por favor que resalte de lo anterior aquello de “clave importante”.
En la página 95 dice algo que en verdad me colma: “El edificio del hospital donde ella ingresa para ayuda y regeneración es una exteriorización de los poderes protectores de la gracia divina”. Un poco más abajo dice: “todos los hospitales, desde el más pequeño hasta el más grande, están protegidos y revitalizados continuamente por influencias curativas desde dimensiones más elevadas”. Perdóname pero esto me cansa y desanima mucho, es decir, no entiendo que para justificar algo tan real y tan terrenal como un hospital tengamos que valernos de cosas que para el común de la gente no existen por no poder ser probadas.
Lo siguiente que suena muy bien igual no le encuentro sentido frente a la realidad del enfermo ni del trabajo astrológico (página 96): “Los humanos que ven solamente la superficie de las cosas interpretan los hospitales como lugares de dolor, de pesar y de tristeza. La verdad es exactamente lo contrario: los hospitales son centros de los poderes sanadores de la luz y del amor”. Según entonces lo anterior los simples mortales, en su mayoría todos nosotros, nos equivocamos al ver los hospitales sólo como lugares de dolor, de pesar y de tristeza. Es un error entonces verlos así, y pensar que en los libros dedicados a explicar la astrología (sin rellenos ni necesidad de valerse de cosas como Karma, seres de luz, etc.) insisten que la casa doce justamente significa todo eso, y todo eso como algo que le sucede a todos los seres humanos y no necesariamente a los que están enfermos.
Perdóname que sea tan insistente, pero mira nada más lo que dice en tu recomendado libro (página 96): “Si el primer mandala, gobernado por Piscis, es el que y donde de la experiencia de hospital, entonces el diámetro de Escorpio – Tauro indica los medios por los cuales se llevan a cabo y se cumple el servicio de hospital. Esotéricamente, Escorpio – Tauro es el diámetro de la mayordomía…”. Mandala, diámetro de, esotéricamente, la verdad de la verdad si con lo anterior vamos a calmar y sanar al paciente, mejor que entre el diablo y escoja. En definitiva, pregunto: ¿en los hospitales hay médicos o sanadores? Porque si vamos a sustentar que los hospitales son de doce por puramente asuntos espirituales, asuntos de Dios, entonces mejor vayámonos directo a la única casa que regenta los asuntos de Dios y sus elegidos para actuar en su nombre en la tierra, hablo de la casa novena.
Te aclaro a ti y a todos los que puedan estar leyendo que soy un creyendo convencido, serio y sincero en Dios, pero si para justificar y usar la astrología tenemos que hacer uso de cosas que cuando menos están muy por encima de nuestras cabezas e inalcanzables en su mayoría, entonces como decimos por estos lados apague y vamos. Nuestra realidad, muy humana, tal cual la experimentamos a diario los seres de carne y hueso, debe ser valorada y entendida a partir de cosas más cercanas y de nuestro diario acontecer. El mundo de muchas personas ahora mismo depende y se resuelve de poder lograr el regreso de su pareja, y entonces, como astrólogos lo mejor es poder decirle a esa persona si eso va o no a suceder, y no llenarlo de asuntos tan vacíos para su momento como que por tener una deuda karmica de un pasado que vivió en Egipto, ella se niega a regresar.
Tibisay, lee por favor la curiosidad que nos escribe el autor de tan afamado libro en su página 97: “Se dijo una vez que ‘el primer hospital fue construido cuando un humano oró por primera vez desinteresadamente y en la plenitud de la fe por la curación de un congénere”. Veo que de nuevo insiste en hacer uso de la fe para darle sentido al tema hospitalario, y esa fe como tal no puede ser sino un asunto de la casa novena, la casa de las religiones y de nuestro acercamiento a Dios. Por suerte ya llegamos al final y para nuestra sorpresa nos topamos con la siguiente afirmación (página 98): “En su naturaleza y propósito esencial las prisiones son hospitales. En ambos deben enfrentarse y resolverse los residuos karmicos”. Yo respeto muchísimo a los que se dedican a estudiar astrología karmica y similares, en mi caso jamás lo haría, pero de verdad que no puedo menos que como astrólogo practicante sentirme insultado. Tibisay, con mucho aprecio y la mejor intención del mundo, la misma que una vez me llevo a conocer a tu colega y compatriota Daisy Salon (Q.E.P.D), te diría que antes de haber recomendado este libro deberías haber revisado el capítulo titulado: Cómo surgió la astrología moderna, en el libro de la verdadera astrología de Frawley.
Giovanny
Hola Tibisay saludos
Muy interesante tu aporte, sin duda tiene muchas partes dignas de ser leídas y observadas con una mayor atención. Sobra decir que algunas no las comparto, otras por el contrario me invitan a revisar y a reflexionar, por supuesto que sí. Responderé tus anotaciones, alertando que las mismas las antecedo de los símbolos >>>, y mis nuevas respuestas las antecederé con las iniciales GLR/:
Comentario por Tibisay Valera H Hace 1 hora
>>> Don giovanni, eso de que yo no esté interpretando correctamente la cita suya, pues también es su interpretación, pero el fondo es que usted no contestó mi pregunta, hecha con sus propias palabras, y con la misma validez y derecho que la suya: “En lo personal, me gustaría leer el primer texto astrológico que incluyó los hospitales dentro de la casa seis y las razones que tuvo para ello. ¿En qué momento y por qué razón la casa seis fue la elegida para asignarle la total regencia de los hospitales y las enfermedades?”.
GLR/ Es que el error está en tu apreciación de las cosas, pues si vuelves al encabezado del post, verás que estoy cuestionando la ubicación de los hospitales en casa doce, y luego doy mis razones por las cuales considero que la casa sexta es la que debería ser usada para su representación. Por supuesto que estoy invitando, por ser algo normal, desde el inicio a que si alguien puede aportar la fuente donde se explique las razones para que haya sido la casa doce la correcta para los hospitales y no otra, que lo haga. Además estás perdiendo el detalle que escribí de que yo mismo he escrito, enseñado y comentado que la doce es la casa de los hospitales. Pero que ahora lo cuestiono y entonces es claro que debo justificar mi cuestionamiento y no solamente dejarlo en el aire así sin más. Me parece en mucho incorrecto de tu parque que te tomes tanto trabajo en voltear mi pregunta inicial y convertirlo en tú caballito de batalla para entonces allanar las cosas hacia tu lado, hacia el que tú prefieres, de la casa doce como la de los hospitales. No pierda de vista que lo mío es un cuestionamiento serio y no un capricho, y por lo tanto estoy buscando llegar a una respuesta que además de seria, coherente y objetiva sea correcta y no sólo porque todos lo han escrito, pues es evidente que muchos lo escribieron a partir de que otros autores lo afirmaron, tanto que en los texto se lee algo así como que: "la casa XII, como bien afirma Pepito Pérez, es la casa de los hospitales”, y a partir de allí nada más, no explican ni justifican lo que pueda ponernos en la ruta del entendimiento del porqué la doce es la casa de los hospitales.
Una respuesta ya más ajustada a tu insistencia sobre por qué entonces la VI debería ser la de los hospitales, pues dices que es tu derecho, es la que Frawley, si Frawley, obtuvo tras revisar la obra cumbre de Lilly, Cristiana Astrología. Muchas veces se preguntaba por qué siendo tan importante la recepción mutua de los planetas, pues jamás podría dejarse por fuera este tema, Lilly no lo menciona en absoluto y a pesar de ser tan evidente en los juzgamientos de sus cartas, y la respuesta fue que en su época era tan evidente y de frecuente uso para todos los astrólogos las tales recepciones, que se consideraba innecesario y hasta molesto escribir una pocas líneas al respecto. Tras lo anterior se puede bien esconder la misma idea, la idea de que ese lugar de atención medica era tan evidente que nombrarlo era simple redundancia.
Finalmente te ilustré la referencia en el libro de Frawley, por ser una persona autorizada para difundir la tradición astrológica, y en absoluto te conmovió. Lo que si no me queda claro dentro de tu exposición es si apuntas las razones para que la casa doce sea la de los hospitales, pues una cosa es que el texto lo indique y otra que explique las razones para tal efecto. En mi caso creo que no he dejado de anotar una y otra vez las razones por las cuales puedo acercarme a la idea de que sea la sexta la casa para los hospitales y no la doce, y todas mis razones bien se pueden resumir en las sencillas preguntas de: ¿qué se pierde o qué perdemos dentro de un hospital?
>>> Usted inclusive niega tajantemente que esa casa doce tenga nada que ver con la enfermedad,
GLR/ La enfermedad como un enemigo oculto, tal cual usted nos lo ilustró, por supuesto que sí lo niego. Pues le reitero que el sentido de los enemigos ocultos, es que son personas de carne y hueso, como lo somos todos los humanos.
>>> Así que le recomiendo que lea a vettius valens, un astrólogo helenista del siglo segundo, anterior a Tolomeo,
GLR/ Soy honesto al decir que nunca he podido ubicar para mi uso personal el libro cumbre de ese autor, tan solo mi acercamiento al mismo ha sido gracias a mi amigo y colega Eduardo Gramaglia.
>>> que en sus antologías, libro I, dice de doce: el mal daimón. Significado: enfermedades, o si lo prefiere en inglés: XII. The Bad Daimon: diseases.
GLR/ Mira amiga las diferentes posibilidades y significados de la tal expresión que se pueden leer en la internet, ninguna llega al mismo significado aportado por el autor:
Daimon
Para otros usos de este término, véase Daemon.
Dáimôn (en griego Δαίμων y en latín Dæmon) es el término utilizado para referirse a diferentes realidades que comparten los rasgos fundamentales de lo que en otras tradiciones se denominan ángeles y demonios.
Índice
5.1 Personificaciones de Daímones
5.2 Dáimôn como puente entre lo divino y lo efímero
6 Dáimôn en el período helenístico
6.1 Dáimôn como fuerza sobrenatural
8 Dáimôn en el cristianismo primitivo
Descripción general[editar · editar código]
A los Daimones se les suele denominar "poder", "lo divino", "lo deforme", "el que reparte", "un dios", "genio" No. 2, "espíritu", "logoi spermatikoi". Con los peligros de simplificación que esto comporta, se han resumido en estos nueve términos, el significado de la palabra daimon en la religión y en la mitología griega:
Dáimones se refiere en una primera acepción a las divinidades primitivas, representadas como mitad bestias y mitad humanas, devoradores de los muertos.
El término se designa en segunda acepción a las almas «divinizadas» de antepasados humanos que desde su situación de perfección y bienaventuranza ejercen sobre el mundo de los hombres una función de protección.
El término designa en tercer lugar a seres divinos y semidivinos, intermediarios entre los dioses superiores, los hombres y mensajeros de los primeros. El Eros descrito en El Banquete de Platón seria uno de esos seres mediadores.
Aparece, en pocas ocasiones, como un término análogo al teísmo con que se designa a los dioses.
La idea de Dáimôn recibe un concepto generalizador que la acerca a la idea de Destino, teniendo al comienzo como significado"el que reparte".
Los Dáimones fueron espíritus de la condición humana: las personificaciones de estados diversos de existencia, emociones, acciones y la moralidad. Los Dáimones de moralidad estaban divididos en Agathos (el Bien, las Virtudes) y Caco (el Mal, los Vicios). Dáimones de acción humana y condición fuera de modo semejante clasificado como Agathos (lo favorable, lo Bueno) oCacos (lo perjudicial, lo Malo).
Con la palabra dáimôn se designan a veces energías interiores que actúan en el hombre como lo hace el dáimôn según Sócrates, ya se le entienda como una especie de voz de la conciencia o como la sumisión a la voluntad del dios que actúa en la vida del filósofo como contrapeso de otras inclinaciones o tendencias.
El dáimôn puede ser, en ocasiones, la personificación de una fuerza etónica de carácter benévolo.
Los dáimones designan a veces unas fuerzas que rigen los elementos naturales y hacen que el mundo humano sea un mundo «habitado» por lo sobrenatural. En este sentido dirá Heráclito que todo está lleno de ánimas y daimones y los pitagóricos que el aire está lleno de ánimas, eso que llamamos daimones, héroes, etc.
Sobre el Daimon en el periodo Helenístico se lee:
Dáimôn en el período helenístico [editar · editar código]
Artículo principal: Período helenístico.
En Grecia se acabará produciendo una progresiva evolución del concepto del dáimôn primitivo. Polignoto hace una representación pictórica del Dáimôn con rasgos primitivos e irracionales. El Dáimôn se come la carne de los muertos y deja sólo sus huesos, su color es entre negro y azul, lo mismo que la mosca de carne, enseña los dientes y está sentado sobre la piel de un lince. Tal evolución llevará a identificar tal dáimôn con el genio que cada persona, a nivel individual, parece poseer. En este contexto, uno puede hablar de mi dáimôn como sinónimo de mi carácter propio y distinto del de los demás. El Dáimôn comienza, por lo tanto, a identificarse con el genio que cada uno de nosotros lleva dentro.
Los Griegos helenísticos dividieron a los demonios en las categorías buenas y malas: agatodemones (αγαθοδαίμονες) y cacodemones(κακοδαίμονες), respectivamente. Agatodemones se pareció a la idea judáica del ángel de la guarda; velaron por los mortales para ayudarlos a mantenerlos apartado de los problemas. Así agatodemonia, originalmente el estado de tener a un agatodemon, vino a querer decir "bienestar" o "felicidad". Una comparación sería con el genio romano quien acompaña a una persona o la protege y le hechiza el lugar (genio loci). Los cacodemones, por su parte, no serían otros que los ángeles caídos a los que se refiere la tradiciónjudeo-cristiana. Tal es el caso de Lucifer, príncipe de los demonios, que el cristianismo identifica con Satanás.
El poeta trágico prefiere utilizar la palabra dáimôn para calificar un único acontecimiento de profundo significado, pero en la literatura posthomérica es más corriente que se utilice para indicar el “destino” en general, el encadenamiento ininterrumpido de los acontecimientos. Según Demócrito, el alma es la residencia del genio, del destino, bien feliz o bien infeliz. Teognis dice que muchos poseen una inteligencia débil pero un buen dáimôn, y en Píndaro se lee que el espíritu de Zeus anima el dáimôn de los amigos queridos. La nueva época se distingue de la antigua por su espíritu de individualismo consciente, por su enfoque egocéntrico. Cada uno buscaba lo suyo; lo que más le interesaba era su destino particular. De acuerdo con esta tendencia, la idea de dáimôn sufrió un cambio que tuvo relación con afirmaciones de antiguos filósofos. En Epicarmo, con que los modales constituyen un buen dáimôn en algunos y uno malo en otros. El dáimôn está situado en el corazón de cada individuo. La idea homérica de que el destino de los hombres quedaba determinado al nacer gozó de un auge aún mayor, ya que el fatalismo halló ambiente favorable en las notables vicisitudes del período helenístico. Cualquier hombre tiene su destino, su propia serie de acontecimientos; se lo considera un dáimôn aparte, que acompaña al individuo. Basta dar un ejemplo, el conocido pasaje de Menandro (fr. 550 Kock): “Desde su nacimiento, todos los hombres tienen un dáimôn a su lado para guiarlos por los misterios de la vida; es un dáimôn bueno, porque no hay que imaginar que existe un dáimôn malo que menoscabe una vida feliz, sino que todo lo divino es completamente bueno.” La teoría rechazada por Menandro constituye la opinión comúnmente aceptada.
La idea de dáimôn proviene de una actitud hacia la suerte del hombre en la vida que es muy semejante a la que Homero expresa con las palabras αῖ̉σα y μοῖρα. De ambas, la primera desapareció del uso corriente, y Moîra se personificó y se antropomorfizó, y por lo tanto quedó fuera de consideración. El dáimôn se partió en dos, de modo que cualquier individuo poseyó dos dáimones propios. La idea general de “poder” uniforme, del cual provienen los acontecimientos, exigía una expresión mejor, y la lengua la tenía a mano. Τν́χη, lo que τνγχάνει, “ocurre”, no tiene un sentido muy diferente de los homéricos πότμος y μοῖρα salvo que, al menos para nosotros, presenta con mayor claridad el elemento accidental, aunque indudablemente no sea así para el hombre homérico. La evolución no fue sino un problema de tiempo. Alguna vez Τýkhě estuvo por incorporarse a la mitología como Moîra. La Olímpica XII de Píndaro se un himno de Τýkhě la Libertadora, hija de Zeus Eleuterio; en otro pasaje, el poeta la considera una de las Moiras, más poderosa que sus hermanas. Alcman afirma que era hermana de Eunomia y de Peito, e hija de Prometeo. Pero la palabra persistió en el uso corriente y su incorporación a la mitología no se cumplió. Τýkhě no dejó de ser lo irracional en la vida, no sólo la buena suerte, ἀγαζή τν́χη, sino también la Τýkhě que interfiere en los planes de los hombres,19 como por ejemplo en Demóstenes, cuando se disculpa por el fracaso de sus planes políticos, y en casi cualquier verso de la comedia. Τýkhě es ciega, juega con el hombre, desbarata todos sus cálculos, es envidiosa; la antigua idea de la envidia de los dioses se le interfiere totalmente; pero también arroja buena suerte y éxito en el regazo del que duerme. Una pintura satírica representaba a un general ateniense, Timoteo, el hijo de Conón, que dormía mientras Τýkhě capturaba para él ciudades con su red. La característica notable de Τýkhě está dada por el hecho de que se presenta con independencia de los actos o méritos de los hombres. Resulta significativo que Timoleón estableciera un culto a Autonomía, “lo que resulta por sí mismo”, expresión todavía más precisa de la idea favorita de la época.
Τýkhě y el dáimôn se combinaron. Todo lo que le ocurre al hombre está de acuerdo con Τýkhě y el dáimôn, afirma Diágoras. En inscripciones y relieves, Άγαζὴ Τν́χη y Άγαζός Δαίμων aparecen uno al lado del otro. Hasta cierto punto, ambos recibieron cultos; se representó a Τýkhě y se le rendía culto como diosa protectora de una ciudad, por ejemplo, la Τýkhě de Antioquia, pero ésos no fueron sino débiles esfuerzos que no pueden ocultar el hecho de que Τýkhě no era sino una expresión para la creencia en la contingencia irracional, sobre todo para el éxito inmerecido, una idea evidentemente no religiosa que la desfalleciente religión griega no pudo conformar dentro de sus moldes, como lo había hecho con Moîra. Aunque alguna vez haya asumido alguna forma exteriormente religiosa, el disfraz resultó por completo transparente y no engañó a nadie.
La filosofía atisbó a los dioses antiguos por su puerta trasera, pero pronto la puerta quedó abierta del todo. Platón proporcionó los medios; de paso, había descrito a los dáimones como seres intermediarios, que actúan como vínculo entre dioses y hombres. Uno de sus sucesores, Jenócrates, recogió la sugerencia y la estructuró en un sistema. Indudablemente Jenócrates mencionó a los ocho dioses de los cuerpos celestes como los Olímpicos, es decir, como las verdaderas deidades; pero, por otra parte, le resultaba claro que lo divino se extendía a través de toda la naturaleza. Encontró poderes divinos incluso en los elementos, a los que, como Pródico, adjudicó nombres de dioses. El poder que está en el aire es Hera; el que está en el agua, Poseidón; el que está en la tierra, Deméter, etc. En la esfera inferior, la mundana, prevalece una mezcla de bueno y malo, de cosas útiles y perjudiciales. Este estado de cosas no puede deberse a los dioses ya que no entran en comunicación directa con los hombres sino que obran solamente a través de la acción de los dáimones. Los dáimones están en un lugar equidistante de la perfección divina y la imperfección humana. Existen dáimones buenos y malos; pueden haber, por lo tanto, cultos de naturaleza tenebrosa y perjudicial.
Desde un comienzo, los estoicos carecieron de aprecio por la religión popular, y se podría recopilar una hermosa antología con sus ataques a las formas exteriores del culto: templos, imágenes de los dioses, mitos y plegarias, En auténtico y estricto sentido, reconocieron sólo un Dios, ese primer principio que Cleanto en su magnífico himno llama “Zeus que todo lo penetra”. Pero la experiencia demuestra que el panteísmo puede prosperar junto al más ilimitado politeísmo, de modo que los ataques de los estoicos a la religión popular se hicieron cada vez menos serios y se convirtieron en algo cercano al reconocimiento de la misma. Además del Dios único, increado y eterno, reconocieron deidades creadas y perecederas; se distinguen entre el poder divino como unidad y las manifestaciones y modos especiales de ese poder. Por eso, en primer lugar, reconocieron naturalmente como dioses a las estrellas; luego, reconocieron a los años, las estaciones, y los meses; finalmente, a los elementos: aire, agua, tierra, y fuego en su forma inferior. También se consideró dignos de veneración a los héroes de antaño, los benefactores de la humanidad. A éstos se agregaron personificaciones de cualidades humanas y estados mentales, y por último, los dáimones. El alma, y sobre todo su parte racional, tenía origen divino; se la consideraba como el dáimôn protector del hombre. Además del alma humana y de los dioses del firmamento, debían existir necesariamente otras almas dotadas de razón, ya que la perfección del universo así lo exigía. Hubo, por eso, mucho lugar para los dioses de la fe popular. No resultó difícil de explicar su falta de moral, ya que entre los dáimones existían espíritus maléficos y dañinos. Todo esto quedó envuelto en la interpretación alegórica de los mitos como en un manto protector. La adivinación también halló justificación; se la consideró una prueba de la existencia de los dioses y de la providencia, y los estoicos se las arreglaron para explicar las profecías basadas en el vuelo de los pájaros y en las entrañas de los animales sacrificados acudiendo a la simpatía que liga todas las cosas en el universo. Los sueños y las profecías inspiradas se convirtieron en testimonio del origen divino del alma humana.
Se ha afirmado que la teoría del dáimôn ofrecía la única posibilidad de resolver el problema que planteaban las creencias populares de la antigüedad; la afirmación tiene sentido si se mantienen estos dos postulados: que la fe popular y el culto descansan sobre una base de realidad, y que la perfección moral constituía un elemento esencial en la concepción de un dios. Esto es verdad, pero hay que considerar también las consecuencias de la solución. Ella suponía una depreciación de los dioses, que descendían a la segunda categoría de las divinidades. El principio superior se convertía en el único Dios real; esto se aprecia con mayor claridad en el llamado Zeus de los estoicos. Este Dios, que no fue sino un principio filosófico, no podía constituir un refugio para el hombre en su contrición, su momento de necesidad o sus preocupaciones menores; para usar el lenguaje de la religión oficial, no pudo convertirse en un dios de culto. Se desplazó a los dioses de su nivel superior pero se los introdujo nuevamente por niveles inferiores. A los dioses que habían sido y eran todavía dioses de culto se los acuñó como componentes de una clase secundaria, lo que resulta evidente del nombre que se les adjudicó, dáimones, tal como la filosofía lo entendía. Se insistió en su carácter limitado e imperfecto; su poder tenía límites, se convirtieron en eslabones de la cadena del universo. Aquí se revela el antagonismo entre la filosofía y el sentimiento religioso irreflexivo, que puede tolerar muchas contradicciones e imperfecciones en sus dioses y que, cuando se dirige a ellos, deja todos esos defectos en un segundo plano y los olvida. Suponer la existencia de espíritus malignos explicaba la llegada del mal desde arriba, pero en virtud de esa misma suposición la moralidad de los dioses quedaba estigmatizada. En realidad, se demostró con éxito total la incompatibilidad entre las antiguas ideas acerca de los dioses y una concepción superior de ellos y de lo divino. El cristianismo, que hablaba de un único Dios poderoso, justo y misericordioso, no tenía sino que aceptar esa doctrina, y lo hizo de buena gana. El resultado estaba decidido antes de que se iniciara la batalla.
GLR/ Tibisay, leo una y otra vez lo anterior, y no veo por ninguna lado relación alguna que vincule el Daimon con la enfermedad. Indícame por favor la página y yo me pongo en contacto con Eduardo para tratar de ampliar y aclarar el tema, pues ya te dije que a través de él es que he tenido contacto con lo de Valens. No olvides que Mal Demonio es algo muy ajustado y hasta natural para el planeta Saturno, lo que por supuesto ya sería otra cosa en lo tocante a la casa doce y la enfermedad.
*** FIN PRIMERA PARTE ***
Don giovanni, eso de que yo no esté interpretando correctamente la cita suya, pues también es su interpretación, pero el fondo es que usted no contestó mi pregunta, hecha con sus propias palabras, y con la misma validez y derecho que la suya: “En lo personal, me gustaría leer el primer texto astrológico que incluyó los hospitales dentro de la casa seis y las razones que tuvo para ello. ¿En qué momento y por qué razón la casa seis fue la elegida para asignarle la total regencia de los hospitales y las enfermedades ?”. usted inclusive niega tajantemente que esa casa doce tenga nada que ver con la enfermedad, así que le recomiendo que lea a vettius valens, un astrólogo helenista del siglo segundo, anterior a Tolomeo, que en sus antologías, libro I, dice de doce: el mal daimón. Significado: enfermedades, o si lo prefiere en inglés: XII.The Bad Daimon: diseases. Eduardo Gramaglia en su obra astrología hermética, en la que reconstruye el sistema astrológico heleno dice: topos XII (casa doce): atribuído a Saturno. el mal daimón o divinidad desfavorable. Lo que arrebata la vida, peligros, tribulaciones, confinamientos. lugar asociado con las tierras extranjeras, esclavitud, heridas, enfermedades (enfermedades, don Giovanni), cortes de justicia, muerte y debilidad. Como ve, variados significados, ajenos unos a otros, y que siguiendo la tradición (la cual usted defiende y encomia) deberemos seguir de ahora en adelante. Yo supongo que no se debe aceptar la doce para las enfermedades, porque siguiendo con su argumentación de ahí se desprendería lo de los hospitales para tratarlas. Don Giovanni, creo que no sería mucho pedirle que se fijara mas en los argumentos contrarios en vez de empecinarse en los suyos, por eso no estaría mal que tuviera en cuenta lo que dice con mucha razón el señor prieto sobre los perturbados mentales que encierran en los manicomios contra su voluntad, y siguiendo el hilo de sus ideas, don Giovanni, uno nunca es encerrado en una cárcel o prisión en contra de su voluntad. Al contrario, por culpa de ella, pues a las cárceles se va por haber cometido un delito, un acto muy voluntario. Pero los delitos pueden haber sido también contra la propia salud (tenga en cuenta a los viciosos de toda clase que luego pagan en su salud los excesos) en esta u otras vidas, lo que nos lleva al núcleo del significado de la casa doce: casa del karma, lugares de castigo, sufrimientos y penas, donde se pagan las deudas con la justicia cósmica o terrenal. Y ya que veo que usted utiliza muy bien el diccionario de la RAE, reflexione sobre esta casualidad, como dice usted: cuando una persona por un problema de salud se ve obligada a ingresar en un hospital se dice que fue internada, o recluída en el mismo, términos típicamente carcelarios, pues se dice de los delincuentes que fueron internados en una prisión, o recluídos allí y a los presos se les llama internos o reclusos; inclusive, en México se les llama a las carceles reclusorios. ¿Capta ahora sí la semejanza de las dos situaciones, y el mismo sentido ideológico?. Es muy heroico de su parte y de la de frawley que sean, como dice, los dos únicos astrólogos que salgan por los fueros de la astrología a reivindicar que la casa seis y no la doce es la que rige hospitales, sanatorios, centros de salud, dispensarios médicos, etc., en contra de la de millones en sentido contrario. Claro, me diré usted, la opinión de dos sabios vale más que la de millones de ignorantes, pero el asunto es que ese astrologo inglés, a quien usted nos presenta como el nuevo papa de la astrología y que sale en una cruzada en defensa de la astrología clásica y su tradición, pasa encima de ella con sus botas al sentenciar que la seis son los hospitales, sin prueba documental alguna. Entonces, sin ser picosa don Giovanni-lo hago con respeto-, le cuestiono con su propia pregunta: “¿por qué los maestros astrólogos del pasado, muchos de ellos con estudios médicos, no dejaron escrito que la casa seis representa los “dispensarios médicos”?, ¿Por qué no lo harían, si era algo de su diario vivir, de su diario atender?”. Dice gramaglia refieriendose a la casa seis: “quienes prefieren referirse a la casa 6 como la casa de la salud encontrarán alentador el hecho que ya firmicus materno (mathesis II, 20) al enumerar los nombres de las casas, llama a la 6 salud (valitudo). Habría que preguntarle a conocidos astrólogos horarios como anthony louis y derek appleby porque en sus libros de astrología horaria mencionan a la doce como la casa de los hospitales. Este ultimo es un icono de la astrología horaria, lo que no hará dudar de sus luces.
Como no quiero parecerle pesada y cansona, me resta hacerle una recomendación, lea estudios de astrología IX, capitulo IX (La Astrofilosofía Discute la Experiencia del Hospital), de elman bacher, otro ícono de la astrología espiritual que no necesita presentación. Allí explica con brillantez, desde un punto de vista filosófico y metafísico, porque la doce rige hospitales y ese tipo de instituciones.
Hola Antonio Álvarez Prieto saludos
Le voy a colocar tres ejemplos concretos:
1. En las películas y en la vida real es común ver que un grupo de maleantes armados entra al banco, a robar el dinero por supuesto, pero la policía frustra el ilícito, entonces los delincuentes toman a todos los clientes del banco como rehenes (los secuestran o retiene en contra de su voluntad y sin ninguna otra opción que seguir al pie de la letra las instrucciones de sus captores). Este secuestro, retención, privación o perdida de la libertad puede durar minutos, horas, días o semanas en muchos casos. Tenemos sin duda algo de la casa doce.
2. Un comando de la guerrilla del ELN, una mañana cualquiera llega hacia las 11 am a la iglesia la María, al sur de la ciudad de Cali, y procede a obligar a todos los feligreses que asistían a la celebración eucarística a subir a unos buses y camiones y emprenden la huida hacia la zona montañosa. Casa doce de nuevo.
3. Un comando armado de las FARC, una mañana soleada llega hacia las 10:30 am a la sede del Asamblea Municipal, en pleno centro de la ciudad de Cali, a tan sólo una cuadra de la sede de la Gobernación departamental, y tras engañar a todos los presentes secuestran a varios de los diputados que allí trabajaban. En un viejo bus se los lleva hacia la zona montañosa de los Farallones vallecaucanos. De nuevo es un tema de la casa doce.
De anotar que los secuestros de los puntos 2 y 3, fueron mundialmente conocidos en detalles tan finos como la resolución que tuvieron.
En los tres casos estoy hablando simple e inconfundiblemente de un secuestro. De algo que se da en contra de la voluntad de las personas que lo sufrieron; ellas han sido privadas de su libertad. Doy por hecho que ninguna de esas personas deseaba ni pensaba que pudieran ser privadas de su libertad de un momento para otro. Llevadas a sitios de cautiverio en condiciones nada dignas, como luego se conoció. Su libertad siempre dependió de, entre muchas otras cosas, la decisión de los secuestradores. Así entonces, lo que ha sucedido, independientemente del lugar donde ha sucedido y/o de la forma cómo sucedió, es algo que atañe en exclusiva a la casa doce.
El secuestro como tal, y sin importar dónde, cuándo, cómo, quién lo vive y quién lo ejecuta, etc., es un asunto de la casa doce. El acto o la acción de perder la libertad, insisto de la libertad, es un asunto de la casa doce. Lo que puedo afirmar es que no importa en definitiva el lugar donde sucede el secuestro, la cuestión es que el acto de secuestrar o de ser secuestrado (retenido en contra de mi voluntad y no tener opción diferente a la impuesta por quién sea mi secuestrador), es el tema de la casa doce.
Hace poco escribía en este post, que es común hoy en día que algunas personas sean retenidas dentro de su propia casa por sus captores. Tras conseguir sus fines se marchan y el secuestro como tal ha terminado.
Antonio Álvarez, en si entonces, por favor, entiende bien que lo fundamental para que algo sea acomodado dentro de la casa doce, cuanto la libertad se pierde, es que la perdemos y sólo nos queda esperar muy pacientemente a que todo termine bien. Lo que tú nos propones es correcto, es decir, no importa si el secuestro se realiza dentro de una iglesia, dentro de un banco, dentro de un hospital, dentro de la propia vivienda, lo cierto es que estoy siendo retenido en contra de mi voluntad y eso, exactamente, es lo que se valora como parte de la casa doce. Si lo anterior no fuera así de claro, seguro que alguien podría decir que como él fue secuestrado dentro del museo naval, pues que este sitio de historia sería representado o regido por la casa doce. Alguien puede ser secuestrado dentro de un hospital, pero eso no dice que el hospital sea de la casa doce, no, nada de eso, es la acción o evento de ser secuestrado lo que es de la casa doce, no el lugar donde se realiza, que insisto, puede ser cualquiera. En algunas películas se muestra al comando armado que ingresa a la institución médica y se lleva a la víctima retenida.
La cárcel, como institución de muros y piedras, es de las pocas que se representan por la casa doce, y lo hace de la misma manera como la universidad se representa por la casa novena y un parque o jardín infantil por la casa quinta, etc., etc.
Si alguien quiere profundizar un poco más sobre el tema de las cosas asignadas a la casa doce, lo invito a revisar en este mismo foro de Astrólogos del Mundo mis siguientes tres post:
HACINAMIENTO EN LAS CARCELES DE COLOMBIA
Publicado por Giovanni Londoño Romero el febrero 8, 2013 a las 10:28pm
Crisis Carcelaria en Venezuela
Publicado por Giovanni Londoño Romero el enero 26, 2013 a las 10:49am
Historia de un secuestro en Colombia
Publicado por Giovanni Londoño Romero el noviembre 22, 2012 a las 2:01pm
Saludos
Giovanny
Estimado Giovanni, una pregunta. Me imagino que la Casa XII hablaría de cualquier tipo de privación de la libertad, es decir, no necesariamente del lugar en el que se dé. Por ejemplo si uno es secuestrado en un terreno valdío o en una casa-habitación eso saldría en la Casa XII, ¿no? Lo mismo si uno, excepcionalmente, fuera encerrado en un manicomio (aunque sea hospital) en contra de su voluntad, o en un anexo, aunque sólo en el caso de que fuera en contra de su voluntad.
Ultimo tren a Londres…
Don Antonio, creo que ya estamos cerca del punto correcto, falta poco de verdad, espero que con lo siguiente por fin entienda algo que es esencial para establecer lo que pertenece o no a la casa doce y que aún lo tiene a usted confundido. Mira, es lo siguiente: ninguna enfermedad, por muy grave o pasajera que pueda ser, nos priva o limita de la libertad, nunca, no conozco la primera vez que alguien enfermo de X o Y dolencia haya perdido su libertad. Por el contrario, una enfermedad o una dolencia, y sin importar que sea grande o pequeña, si nos impide o nos priva de la movilidad en diferentes grados de influencia. Entienda bien que una cosa es la movilidad y otra muy diferente la libertad. De tal suerte que un simple dolor de cabeza puede arruinarnos la tarde e impedir que podamos ir a la reunión. Una persona puede estar literalmente con sus dos piernas fracturadas, que nos es cualquier dolencia, pero igual puede a su entero gusto tomar la silla de ruedas y desplazarse al lugar deseado. Puedo citarle uno y otro caso de enfermedades de todos los tipos y al final llegaremos a la misma conclusión: ninguna enfermedad me priva de mi libertad, solo me priva o me limita en mi movilidad (como en el caso de los leproso que ya explique) y en grados diferentes. Perder la libertad (no la salud) es lo que la casa doce asume como uno de sus significados, no el de limitarse en movilidad. Luego, don Antonio, mientras no se pueda demostrar que un hospital sea un sitio donde se prive de la libertad a una persona, nunca entonces podría ser ubicado dentro de la casa doce, pues le insisto, es la perdida de la libertad, por la razón que sea, lo que a la casa doce atañe. El caso más difícil o por mucho que el mismo lo parezca, de una persona entubada y en coma inducido, como debe estar Gustavo Cerati, es tan solo el caso, óigase bien, de alguien privado e impedido drásticamente en su movilidad, pero nunca impedido en su libertad. Y si no está privada de su libertad, entonces no está detenida tal cual la exigencia de la casa doce. Un hospital, Don Antonio, nunca ha sido ni es un sitio para privar de la libertad a nadie, el que está allí puede irse cuando se sane o bien cuando él o sus familiares lo deseen, y este legítimo derecho no necesariamente es algo que dependa en exclusiva de la capacidad de movilidad de la persona. Con poca o mucha movilidad, con poca o mucha salud, una persona puede salir del hospital si es su deseo (existen las camillas), por el contrario, de una cárcel no se sale si no es autorizado por un juez, y para lo anterior poco importar que se tenga poca o mucha movilidad. En el caso del señor de la foto que usted nos has mostrado y que al respecto escribe: “está libre realmente....."no privado de su libertad"?,”, puedo afirmar, sin dudarlo un solo segundo, que ese señor está privado de su salud y/o privado de su movilidad, pero nunca está ni estará privado de su libertad. Dudo mucho que sobre ese señor pese una condena de un juez.
Me pregunto, cuántos presos en Colombia quisieran tener tan solo la quinta parte de lo que el señor de la foto tiene: una cama para empezar. A muchos presos en Colombia les toca dormir en el suelo, en pasillos hacinados y sin un buen libro que leer; y ni que decir, cuánto les gustaría tener una ventana para observar de vez en cuando el mundo del cual se están perdiendo. Las imágenes de la televisión muestran a los presos enfermos, de gravedad algunos, que tienen que esperar días, semanas y meses a que un juez de la republica autorice su traslado a un hospital, cuando son trasladados van esposados y según sea su peligrosidad le son asignados el número de guardianes, tras la revisión médica la única opción que tiene el preso es la de regresar custodiado y esposado a la cárcel. ¿Me pregunto si algo de lo anterior le sucede al señor de la foto? Perdón, olvidaba comentar que ningún preso en Colombia puede elegir la cárcel donde desea pagar su condena, por el contrario, un paciente si puede elegir en el mejor de los casos el hospital o clínica donde desee ser atendido y si con el pasar del tiempo ya no le gusta, entonces se cambia a otra. ¿Esto último lo puede hacer un preso en algún lugar del planeta?
Conclusión don Antonio, fácil: la dolencia o enfermedad nos priva en diferentes grados de la salud y la movilidad, pero nunca nos priva de nuestra libertad, y mientras lo anterior no suceda no podrá entonces ser asignada a la casa doce. Ni enfermedades ni hospitales, los lugares para curarlas, pueden a partir del anterior razonamiento pertenecer a la casa doce.
Don Antonio, quiero retomar sus primeros párrafos de su último mensaje. Dice usted:
>>> “Estar preso y estar hospitalizado son dos cosas muy distintas.
GLR/ Por supuesto, me alegra mucho que por fin usted haya podido notar la diferencia. Son situaciones muy diferentes una de la otra. Un preso, don Antonio, es alguien que está condenado a pagar una condena por un delito o una falta que ha cometido, mientras que un hospitalizado es sólo alguien que está enfermo y necesita curarse, una vez se cure se va a su casa.
>>>… en los dos casos, sin embargo, esa pérdida de libertad puede ser temporal.
GLR/ Error de concepto, error de apreciación don Antonio. El hospitalizado, como se lo he explicado ya tantas veces, no ha perdido nunca su libertad, tan solo ha perdido su salud y por ende, su capacidad de moverse por sus propios medios. Siempre, desde antes de ingresar al hospital, su libertad la tiene, pues nada ni nadie allá dentro del hospital se la puede arrebatar ni lo está esperando para arrebatársela.
>>> No por muy grave que sea la enfermedad tiene uno que estar condenado a "cadena perpetua" en el hospital o en la clínica.
GLR/ Lo correcto sería más bien decir que: sin importar la enfermedad en sí, ni la gravedad de la misma, la persona y sus familiares tiene por siempre la potestad de decidir quedarse o irse a otro lugar cuando lo quieran. Nada los detiene. ¿Lo anterior, lo pueden hacer con un preso en una cárcel? En ultimas don Antonio, entienda de una buena vez que ninguno enfermo en el mundo está condenado a nada por estar enfermo de lo que sea que lo esté. Entienda igual, y de otra buena vez, que alguien enfermo de gravedad puede estar, literalmente, condenado a muerte, pero nunca lo estará a prisión. ¿Ve y entiende la diferencia? Por el contrario, se sabe de muchos casos y en diferentes lugares del mundo donde un preso enfermo ha sido indultado por un juez e incluso por el presidente del país. Ve entonces como la enfermedad puede servir es para todo lo contrario, es decir, para lograr la libertad.
>>> Para el preso (dependerá de la condena que tenga) puede, gracias a una amnistía recobrar su libertad de un momento a otro.
GLR/ Si, es lo correcto, eso pasa muy comúnmente. Pero, le pregunto, ¿qué tiene que ver lo anterior con el asunto de la enfermedad y las cárceles que venimos tratando? Si el preso sale tras pagar sólo un día de condena, o tras pagar mil años, lo anterior no prueba en absoluto, Don Antonio, sus argumentos y teorías de que la enfermedad es un asunto de la casa doce y por ende, que los hospitales también lo son. Por enésima vez le insisto, perder la salud no es igual a perder la libertad, ni perder la salud es igual a perder nuestra movilidad. Por favor no vaya a confundir movimiento con movilidad.
>>> Seguro que no, en el caso de un enfermo de gravedad, que sólo las circunstancias de la evolución de sus dolencias permitirán que tenga "luz verde" para regresar a casa”.
GLR/ Pues claro que sí, don Antonio, que lo ideal es que todo enfermo pueda regresar a su casa planamente recuperado, pero el derecho a decidir cuándo hacerlo no es exclusivo de los médicos, los familiares en muchas ocasiones y situaciones toman la decisión de llevarse a su familiar enfermo a otro lugar, incluso, asumiendo el riesgo de que pueda morir durante el traslado de un hospital a otro. Don Antonio, sólo puedo decirle que estos, sus dos últimos renglones, tampoco me aclaran ni me justifican su punto de vista: sobre que una persona enferma y hospitalizada, como el señor de la foto, sea un asunto de la casa doce.
Don Antonio, ahora llega la mejor parte de su respuesta, se la copio:
“La esencia de la que tanto le gusta hablar a Frawley, es que en los dos ejemplos nuestros personajes, enfermo y recluso, están privados de su libertad de movimientos, por supuesto por causas distintas. Uno puede estar en el "corredor de la muerte" y el enfermo con una enfermedad muy grave a sus espaldas, en idéntica situación pero sin barrotes. El último no tiene ni tan siquiera el "privilegio" de tener su última y frugal comida si así lo desea”.
GLR/ Para empezar, parece que usted no ha entendido muy bien lo que John Frawley describe como la “esencia de las cosas”, de ahí que lo mejor es volver a revisar el capítulo al respecto. Para continuar, es incorrecto desde todo punto de vista de la discusión que nos convoca afirmar que tanto el preso como el enfermo están privados de su libertad de movimiento (entiende ahora mi sugerencia de no confundir movimiento con movilidad). El preso está privado de su libertad, de sus derechos ciudadanos y está reducido al pequeño espacio de su celda y patio respectivos; por el contario, el enfermo sólo está privado de su salud y de su movilidad según el grado de afectación que padezca. En los casos extremos el enfermo no puede mover ninguna parte de su cuerpo, pero aun así no ha perdido su valiosa libertad. Aunque usted don Antonio, quiera hacerlas parecer muy idénticas, la verdad son bastante diferentes una con la otra y tanto como para merecer ser ubicadas en casas diferente en la carta astral. Perdone don Antonio que se lo diga un poco subido de tono, pero me parece incorrecto el ejemplo que usted ubica para sustentar o tratar de sustentar una vez más que un enfermo y un preso tiene algo en común, pues ya el solo hecho de afirma que están “en idéntica situación pero sin barrotes” es ya la gota que rebosa la copa. Un preso, en cualquier condición que esté y condenado a lo que esté, es y seguirá siendo un preso; mientras que un enfermo de la gravedad que sea y de la enfermedad que sea seguirá siendo un enfermo. Lo más común es que un preso sea un preso y un enfermo sea un enfermo. Un enfermo puede más adelante ser un preso, y un preso en cualquier momento de su condena puede enfermarse, pero lo anterior no dice que sean la misma cosa, en absoluto. Lo sencillo, lo que en última importa y define la cuestión en discusión es el tipo de pérdida a que es sometido cada uno de los personajes en observación: el preso y el enfermo. ¿Qué ha perdido el preso? ¿qué ha perdido el enfermo? La respuesta nos dice todo lo que nos interesa saber y por ende, la ubicación dentro de la carta de lo que a cada uno de ellos atañe.
GIovanny
Casa IX,,,,,,ojo Casa IX parada y fonda,,que aluego me dan con la escoba...
Hola compañero Antonio.
Bien admito la broma de la casa IX.
La reflexion se sustenta en el propio significado esencial y el simbolismo mundano.
Si partimos de la casa VI igual a hospital. taller, reparacion. la casa que le sigue la VII, nos encontramos con el periodo en que nos recuperamos haciendo buen acopio de aire , signo ocupante +planeta regente y aspectos que pueda recibir de los luminares, + como no Venus,
En la casa VIII, sigue el periodo de recuperacion vital, que podra estar centrado en la liberacion de las emociones largo tiempo estancadas , que en mayor o menor grado han podido provocar la enfermedad, para ello podemos ver las relaciones del regente o de los significadores Saturno Pluton Neptuno. Opino que aqui es donde podremos hechar mano de nuestras fuerzas interiores, para recuperar el tono vital.
Y sigamos,,,,,,,,,,
hacia la casa IV, punto de parada y fonda,,,,a comer beber y sobre todo filosofar, aprender de nuestros errores, aprender a librepensar, pero tambien escuchar al maestro , interno o externo. Y seguro que si,,,que sera en el transcurso de un largo viaje, que volveremos a casa llenos de vida y ansias de vivir. en el Gozo Interior de la energia del amor.
hasta luego compañeros/as, ataluego, que tengo una faenilla por ahi que me reclama ozu.
Ola.
Compañeros/as.
Me animo otra vez a emitir y a la vez animar a todos/as a emitir las opiniones , y/o reflexiones.
Retomo el hilo de mi ya antiguo aporte.
Y por ello -partiendo de un planteamiento diferente al de Don Giovanni,,, . Perdona amigo la referencia mozartiana-.
Mi opinion es que el hospital esta situado en la casa VI.
Es el dique seco, en donde nos reparan y nos devuelven al mar,,,,eje VI.XII. o en todo caso a la casa que le sigue VII, propiciatoria de recuperacion del equilibrio vital , en harmonia con el mundo la sociedad y la naturaleza..
En el transcurrir de los dias , he meditado y/o reflexionado , a traves de mi propia experiencia vital, y creo que nuestro cuerpo , se expresa de multiples e infinitas maneras, y por ende la enfermedad es una de ellas.
saludos fra.
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