LAS ESTRELLAS QUE GUIARON A ULISES

[Adela Ferrer]

 

 

Por ADELA FERRER.

Según Constantino Baikouzis, la llegada de Odiseo a Ítaca, usualmente considerada un hecho ficticio, es un hecho real y ocurrió el 16 de abril de 1178 a. de C., el día de un eclipse total de sol sobre las islas griegas.

La historia comienza en 1990 cuando Baikpuzis, un apasionado por la literatura clásica, advierte, en un capítulo de la Introducción a la Astronomía de Cecilia Payne-Gaposchkin, un epígrafe tomado del canto XX de la Odisea: “El sol ha desaparecido del cielo y se ha extendido funesta niebla”. Contempla pues la posibilidad de que Homero se esté refiriendo a un eclipse de Sol.

Dado el indicio claro de que la cita podría ser un eclipse, Constantino buscó en tablas de eclipses que correspondían a la época. El más cercano era el del 16 de abril de 1178. Lo que sigue es un análisis detallado del viaje de Odiseo, contando los días para atrás y comparando el texto con una reconstrucción del mapa del cielo de ese entonces. “Homero va contando día tras día lo que ocurre en la Odisea desde el momento en que Odiseo abandona a la ninfa Calipso en su viaje a Ítaca. Se arma una balsa y navega con la Osa Mayor a la izquierda.”
La referencia a la Osa Mayor “no nos sirve”, ya que es circumpolar (gira en el cielo sin ponerse en el horizonte). Pero en los días antes del eclipse el Boyero se veía sobre el horizonte, y se veían Pléyades tal como dice Homero. El otro indicio es cuando Odiseo llega a Ítaca, de noche, y ve a Venus antes del amanecer. Venus, según la época, se ve o antes del amanecer o después del atardecer pero en efecto, en esos días, se veía por la madrugada.
El cuarto indicio hace que el eclipse homérico sea verosímil: la referencia al dios Hermes que vuela hacia el Oeste, a la isla de Ogigia. La propuesta es que Homero, al referirse a Hermes se está refiriendo al planeta Mercurio.

Usando un software de uso comercial, se barrieron las 1684 lunas nuevas (necesarias para un eclipse de Sol) entre 1250 y 1125 a. de C., y todos los eventos coinciden en el orden descrito.

Se desconoce la ubicación geográfica de la isla Ogigia, lugar desde donde Ulises parte para regresar a su país. Indudablemente, se halla al Oeste de Grecia. Hay quien afirma que es la isla Perejil, en el estrecho de Gibraltar. Hay quien dice que se trata de Mallorca, de Cerdeña, de la isla Gozo en Malta, de Corfú... Por tanto, las coordenadas geográficas de la carta y su domificación son -por ahora- muy discutibles.   

Una de tantas hipótesis acerca del viaje de Ulises.

 

Sin embargo, las posiciones planetarias en el momento del eclipse son universales. Conviene prestar atención a que se trata de la primera luna nueva de la primavera (importantísima en las culturas del Mediterráneo) del año en el que se va a producir la conjunción de los dos planetas superiores o cronocratores, Júpiter y Saturno.

Sabiendo que Ulises estuvo 20 años ausente de su país y que cuando se fue, lo hizo para participar en la guerra de Troya, se deduce que dicha guerra comenzó en la anterior conjunción Júpiter-Saturno (octubre de -1198), cuya carta corresponde a ¡Un eclipse en la primera luna nueva del otoño! (en el equinoccio opuesto) y con todos los planetas en el signo de Libra.

Yo creo que esta carta es significadora del inicio de un nuevo ciclo meteorológico, sociológico, cultural y político en el Mediterráneo.

Curiosamente, la guerra de Troya duró 10 años (la mitad del ciclo, es decir, hasta que Júpiter llegó a Cáncer y Saturno a Capricornio y se colocaron en mutua oposición).

 

 

En ése año Ulises emprendió el viaje llamado Odisea que terminó cuando Júpiter y Saturno se unieron en Géminis, (el eclipse con el que se inicia este blog).

Mis amigos y yo seguimos disfrutando de la visión de las mismas estrellas que, hace 3.200 años, ayudaron a Ulises a regresar a su tierra y que hoy día siguen ahí, mostrándonos el camino.

 

 

[Adela Ferrer]

El autor de este mapa considera que la isla Ogigia, donde vivía la ninfa Calipso -hija de Atlas-, y que fue la que encaminó a Ulises en su regreso tras el suceso del eclipse, se hallaba en las columnas de Hércules.