Este 25 de octubre, un par de días después del ingreso del Sol en el intenso y emocional signo de Escorpio, vivimos una Luna nueva extraordinaria, ya que vendrá acompañada de un eclipse parcial de Sol a dos grados de este signo fijo de agua del corazón del otoño.
Un eclipse parcial de Sol es un evento astronómico relevante que sucede cuando en Luna nueva, una parte de nuestro satélite se interpone entre el Sol y la Tierra, proyectando en esta última su sombra. Desde nuestra percepción, se oscurece la tierra, mientras vemos desaparecer el Sol. Una danza que parece develar un misterio.
En mitología el Sol es representado por el dios Helios, encargado de otorgar el calor de la protección, así como la armonía y el equilibrio a nuestro mundo; por eso, cuando en un eclipse de sol, este se ocultaba total o parcialmente lentamente dejando a la humanidad en la oscuridad, era interpretado como la perdida de los favores divinos ante un misterio y la posterior develación de secretos que saldrían a la luz junto a la salida del astro y el regreso de la luz.
Al ser el signo de Escorpio la casa natural del planeta Plutón, el ingreso del Sol y de la Luna acompañados muy de cerca por Venus y todavía en cuadratura con Plutón, activan y remueven emociones sepultadas muy dentro de nosotros, despertando la memoria de aquello que tememos perder, que perdimos o que nos fue quitado; un dolor evadido que guardamos como un secreto profundo y sagrado. Las conexiones entre Venus y Plutón nos hacen sentirnos atraídos por aquello que nos destruye. El impacto del eclipse nos lleva a descifrar el enigma de sentimientos guardados con dolor y develados con miedo; un evento que nos transforma, ya que sacar emociones secretas puede ser un acto extraordinario y liberador.
Texto completo: https://lunagodel.wordpress.com/2022/10/24/luna-nueva-en-escorpio-2...
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