Pronunciamiento del CNE. Elecciones en Venezuela

[Giovanni Londoño Romero]

PRONUNCIAMIENTO DEL CNE

Mi opinión, Maite…. Pues bien, tratare de dirigir mis comentarios de tal manera que los mismos hablen por sí solos, que al final no necesiten más palabras de mi parte. Retomemos lo escrito al final de mi mensaje en respuesta a Pablo: “Considero que no puede haber un momento más significativo para despejar la duda de si hubo o no fraude que el instante en que la funcionaria del CNE anuncia el primer boletín de resultados. Los datos de la carta son: Octubre 7 de 2012, 10:07 Pm, en Caracas - Venezuela. El ascendente 24º32' de Géminis. La carta debe ser analizada como la carta de Venezuela en un momento cumbre de su historia.”

El CNE en este caso es la institución que hace las veces de juez, de la persona o personas que median o dirimen el conflicto entre las dos partes que pugnan por tener la razón. Al revisar cualquier libro de astrología clásica (los libros modernos poco hacen o entienden la diferencia entre un planeta - benéfico o maléfico - bien o mal ubicado y tanto por su signo como por su casa), entendemos que el regente de la casa diez es el correcto para representar al juez. Júpiter en nuestra carta, por Piscis en su cúspide, representa al CNE. Un Júpiter bastante, pero bastante mal ubicado y debilitado en Géminis y dentro de la considera la peor casa, la doce, no puede ser la mejor representación de un juez, de un buen juez. Por buen juez debemos entender al que hace las cosas tal cual sabemos que son correctas, que usa y sabe usar la ley tal cual es lo indicado. Por supuesto que un mal juez, puede no necesariamente ser uno que desee hacerle daño y/o perjudicar a una de las dos partes implicadas en el proceso, sino aquel juez que por su total desconocimiento o su falta de pericia apunta a tomar malas acciones y decisiones. En nuestro caso dudo que ningún astrólogo pueda atreverse a ver a un buen juez en la figura del Júpiter de nuestra carta. No, en absoluto, nuestro Júpiter jamás podría ser la muestra de un buen juez que hace o quiere hacer bien las cosas. Júpiter es el planeta de la justicia, luego podemos pensar en un mal juez que hace mal uso o que no entiende muy bien las leyes, es un mal justiciero nuestro Júpiter en Géminis y casa doce.
Por supuesto que sí, le doy toda la razón a todos los que puedan opinar que sólo con la muy mala ubicación de Júpiter no podemos aventurarnos a concluir que el Concejo Nacional Electoral (CNE) hizo un fraude electoral para favorecer a uno de los dos candidatos, pues para estar en la total capacidad de afirmar algo así debemos primero revisar otros elementos existentes dentro de la carta que puedan apuntar en la misma dirección, de no existir lo anterior es claro que lo mejor es guardar absoluto silencio.
Como la carta hay que estudiarla como la carta de Venezuela en un momento cualquiera de su historia, desde luego que no resulta my alentador que Júpiter se ubique dentro de la cas doce, la casa de las cosas ocultas, la casa de la conspiración, es la casa que simula todo lo que se hace a espaldas de la misma nación, ésta última representada por la casa uno y el Ascendente. La conclusión al respecto de Júpiter no puede ser otra que un CNE totalmente inadecuado, incorrecto, sin cumplir bien con sus funciones, con la justicia en su manos pero muy mal administrada. No se pierda de vista que Júpiter está retrógrado, lo que agrave y complica mucho más su mal hacer.

Considero necesario ahora revisar la parte más fundamental que atañe al pronunciamiento del CNE en la noche del 7 de octubre: lo relacionado con la decisión de los electores en las urnas. La Luna muy fuerte en Cáncer y dentro de la casa uno, no sólo muestra a los electores sino sus votos, pues votantes y votos son la misma cosa. Sin duda, por la fuerte ubicación de la Luna los votos son buenos, son correcto si se quiere, y están en poder de la misma nación, es decir, el pueblo de Venezuela se ha pronunciado en las urnas correctamente e hizo su elección sin errores ni equívocos. Insisto que los votos son buenos y validos, votos verdaderos, nada de falsos ni acomodados, simplemente los votos de los venezolanos representados por la Luna en cáncer son buenos, que es lo mismo que validos desde todo punto de vista. Por ahora quedémonos con la buena nueva de que la Luna en Cáncer está exaltando al Juez, al planeta Júpiter.

Antes de avanzar más profundo, debo dejar en claro que los casos donde la casa diez se usa para significar al juez en un tema político o electoral la casa uno representa al mandatario en ejercicio o al candidato del partido en el poder, y en la casa siete se ubica al candidato del partido opositor. Así, entonces, el presidente Chávez está representado por Mercurio y Capriles por Júpiter. Vemos que Mercurio tiene poder por disposición sobre Júpiter, es decir, sobre su oponente y sobre el juez que en este caso es el CNE. Pareciera decirnos la carta que Júpiter le obedece fielmente a Mercurio.
Incluso, adjuntando esto último a lo que ya tenemos, igual no podemos aún apostar por una conclusión que apunte claramente hacia la opción del fraude electoral, pues la verdad es necesario ir más profundo dentro de la carta. Lo cierto es que si hubo algún tipo de fraude la carta, por ser la carta de un momento muy exacto en el tiempo, deberá mostrarlo con alguna de sus partes y con tanta seguridad que por su contundencia no admita ninguna duda. No puede haber duda ninguna, pues al leer los símbolos dentro de nuestra carta la respuesta obtenida no puede caer en la perjudicial ambivalencia de un sí o no en lo tocante al fraude.

Ahora bien, para empezar a creer, o al menos así lo creo yo, que existió fraude electoral en las pasadas elecciones en Venezuela debo necesariamente encontrar un factor horario de gran alcance y peso que no me deje a medio camino entre la verdad y la mentira, entre la realidad y la inútil fantasía. Efectivamente ese factor existe dentro de la carta y se muestra en extremo muy contundente, y contundente ya hasta más no poder, lo que lo hace muy definitivo y concluyente. Por supuesto que sí, ni más faltaba, ese factor debe a satisfacción integrar todo lo que hayamos analizado previamente, pues es la única manera de poder validad su importancia y sus conclusiones. Para entender lo anterior quiero inicialmente recrear lo que hace pocos meses escribí en relación con mis nuevos análisis horarios sobre el famoso atentado del 9-11. Puntualmente y al respeto del antiscio escribí: Leemos para el antiscio lo siguiente en el libro La Verdadera Astrología del inglés John Frawley: “un antiscio es, literalmente, una sombra; de modo que, como cabria sospechar, el contacto con el antiscio de un planeta conlleva típicamente la sensación de algo encubierto, revelándonos motivos y acciones ocultos: si el encuentro de un chico con una chica está representado por un aspecto ordinario podrían casarse; si está representado por un aspecto que implica un antiscio, es más probable que mantengan una relación secreta.”

Pues bien, en nuestra carta existe justo un aspecto por antiscio, un antiscio que pone secretamente en contacto a Júpiter (CNE) con la Luna (Votos). Tras lo anterior, y solo tras lo anterior, me quedo con el derecho a pensar que algo oculto, bajo cuerda, se gesto tras el hacer del CNE en Venezuela y que favoreció al presidente Hugo Chávez. Si me preguntan si lo anterior es suficiente para juzgar que hubo fraude, en mi caso les diré que sí, que sí lo hubo, pues el antiscio desde siempre ha sido un factor altamente importante y definitivo dentro de contexto como el que ahora estamos juzgando, y tal como lo hicimos al juzgar y concluir en la carta del atentado del 11 de septiembre de 2001, donde concluimos que ese atentado fue un auto atentado, planeado y ejecutado dentro de USA y por el gobierno de USA.

Por ahora entonces tenemos lo siguiente: un mal juez o uno que deja mucho que desear, un aspecto de antiscio que sabe ocultar el proceder del juez en relación con los votos y sus electores, y si a lo anterior le sumamos que la Luna está siendo muy mal recibida por Mercurio, entonces la creencia del fraude es ya justificable en un porcentaje bastante alto. A la pregunta del por qué Mercurio resulta involucrado en nuestros análisis, les diré lo siguiente: la casa cuatro en todo juicio horario, juzgamiento o cosa similar representa con su regente el veredicto o decisión final. El veredicto en nuestro caso es el pronunciamiento del CNE. Mercurio se ubica en Escorpio, bajo el poder total del planeta Marte, y en ese signo el planeta que más se perjudica es la Luna, por ser el signo de su caída. Así entonces, se justifica bien mi afirmación de que el veredicto perjudica la decisión de los votantes, la decisión de la Luna. Y ya que tocamos a Marte, pues entonces los invito a que lo observen con atención, pues se ubica en el primer grado de Sagitario (un signo mutable o de doble cuerpo, un signo que fácilmente puede cambiar una cosa por otra), y para entonces queda bajo el poder del CNE, y por esas cosa de la vida, aunque no es un factor que para mi tenga el máximo valor, si vale la pena mencionar la cuadratura, bastante exacta por cierto, entre este Marte y aquel Neptuno, al que modernamente se le adjudica todo lo que sea fraudulento, caótico u oculto. Así, es digno de anotar que tanto Marte como Neptuno se ubican en signos que son de propiedad del planeta Júpiter, lo que de nuevo hace pensar en la capacidad o posibilidad del CNE de direccionar las cosas en la dirección que más y mejor le parezca. Les recuerdo la tentación de los signos mutables, presentes en los cuatro ángulos de la carta, de cambiar las cosas, de no hacerse permanentes en nada que sea contrario a sus muy cambiantes intereses.

Entonces…, entonces después de todo lo anterior los invito a que cada uno juzgue lo que crea más conveniente, pues en mi caso mi opinión no puede ser otra que la ocurrencia de ciertas cosas que no pueden ser consideras de manera diferente a rara, cosas que sin duda lindan con el fraude.

Giovanny Londoño Romero
Santiago de Cali – Colombia, octubre 25 de 2012.

[Santiago Bakach]

Gracias Giovanni, tu análisis es muy interesante e incluyes un nivel de analogía que no se observa con frecuencia.
Saludos.