VENUS. LOS ORÍGENES

[Adela Ferrer]

Los orígenes de Afrodita son muy antiguos.

.

El principio femenino que representa tiene, al menos, unos 25.000 o 30.000 años de edad ya que la primera escultura que hizo el hombre, (al menos la más antigua que conocemos), es la llamada Venus de Willendorf, muy probablemente la diosa que evoca el valor humano (femenino) de la fertilidad.

.

Alrededor de 7.000 a.C. muchas de las estatuillas que la representan, empiezan a presentar una deformación caracterizada por la exageración de los senos o de la vulva, por lo que parece que a sus prerrogativas y dominios, la diosa había añadido su poder sobrenatural sobre el goce sexual; y así la sexualidad y el erotismo se considerarían sagrados desde muy antiguo, con todas las consecuencias que conlleva la sacralización del principio del placer y de su potencial creativo y recreativo.

.

La más antigua práctica de culto a Venus como diosa del amor y del placer erótico se menciona ya en la Epopeya de Gilgamesh, que podría datar del neolítico.

En dicha narración se explica como el héroe, Gilgamesh, envía a una de las prostitutas sagradas del templo de Isthar (conocidas como “doncellas de gozo”), para que haga el amor con el salvaje Enkidu hasta lograr que éste venza su lado más instintivo y se conecte con su espiritualidad. Allí se describe la función de estas mujeres: “iniciar”, “iluminar” y “transmutar”, llevando al hombre a un umbral superior de conciencia.

Estas doncellas del gozo eran “vírgenes” en el sentido original de la palabra: una mujer que no tenía dueño, una persona de profunda integridad que recibía a los extranjeros de un modo radiante y sensual. Su razón de ser era “conducir a la Diosa del Amor hacia el contacto directo con la humanidad” y, por lo tanto “civilizar”.

.

Sin embargo, el arquetipo del que deriva el concepto clásico de Afrodita y ya indudablemente asociado al planeta Venus, lo hallamos en Sumeria en el 3.300 a.C., se trata de la diosa Inanna, que con diversos nombres, será reverenciada en el mundo antiguo: en Mesopotamia encontramos a la diosa a Isthar (en cuyo himno dice de sí misma: “una prostituta compasiva soy”). En Canaán es la diosa Ashera (la brillante, la feliz), relacionada con el mar y la fertilidad cuyas adoradoras copulan con el dios del mar. En Fenicia Astarté, divinidad astral, diosa del amor, del mar y de los navegantes...

[Dolores Piñero Alvarez]

Gracias Adela por los conocimientos que compartes con nosotros.
Un Abrazo

[Emma Esperanza Acosta Vàsquez]

Adela, que bien conocer toda este maravilloso engranaje mitològico e històrico, gracias, un abrazo Esperanza