La Luna y el Sol, el sentido de pertenencia, y el brillo necesario.
En nuestra vida humana la Luna y el Sol como luminarias planetarias en nuestra interacción nos hacen experimentar la mente dadora, accionadora de nuestras emociones y la vitalidad de un brillo necesario para desarrollar esa mente emocion que pueda generar expresiones, acciones, y gloria.
En la medida que podemos darnos cuenta, y que nuestra consciencia se abre, vamos buscando y encontrando el sentido de nuestra historia humana familiar. Las transformaciones ocurren en las individualidades y van alcanzando la colectividad, por eso la limpieza y la sanación también surge en la individualidad que comprende la necesidad de sanar desde lo profundo la interrelación familiar. Como una piedra que lanzamos a un lago las ondas se expanden por el impacto. Es interesante que nos demos cuenta de la importancia de reconocer nuestra historia de clan familiar. Todo se transforma y avanza, por eso prestar atención a esas líneas familiares ignoradas, muchas veces olvidadas nos dan muchísimas pistas de quien somos en realidad dentro de una familia. ¿ Qué sentimos respecto a la interrelación que tenemos con ella?¿ nos sentimos rechazados?¿nos sentimos amados?¿preferimos ignorar los secretos, las verguenzas?¿pensamos que hay algún estigma familiar con respecto a nuestra prosperidad?¿nos sentimos juzgados todo el tiempo?
El Sol y la Luna son las luminarias que de cierta manera nos muestran en general nuestro rol terrestre, nuestra presencia, nuestra continuación, nuestro sentir y nuestro brillar. Rosa T. Navarro Astróloga y Escritora.
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