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*MAS DESCUBRIMIENTOS DE SATURNO EN ESCORPIO*

       Descubren una antigua ciudad debajo del mar Mediterráneo. Las ruinas podrían cambiar nuestra historia.

       Desempolvando la historia. Otro descubrimiento que apunta hacia la cultura Atlante.

       L.A.

Arqueólogos han descubierto Herakleion, una ciudad tragada por el mar Mediterráneo que ha permanecido bajo el agua por más de 1200 años. Las ruinas fueron encontradas a 30 pies de profundidad en el Mediterráneo en la bahía de Aboukir, cerca de Alejandría.

Esta ciudad era un centro internacional de comercio y posiblemente un centro religioso y un puerto de entrada para el comercio entre el Mediterráneo y el Nilo.

Hasta ahora se han desenterrado más de 64 navíos y 700 anclas. Se han recuperado también monedas, pesos de Atenas  y tabletas gigantes con inscripciones en griego y egipcio. Los investigadores creen que esos artefactos señalan la importancia de la ciudad como centro de comercio.

También se han encontrado varios artefactos religiosos incluyendo un sarcófago de piedra y 16 esculturas que según se cree, adornaban el templo principal.

La cantidad de evidencia histórica que existe de Herakleion, es abrumadora y seguramente será clave en la reconstrucción del pasado histórico de Egipto. Se especula que la ciudad sucumbió al agua por un terremoto, debido al peso de los edificios sobre el suelo acuoso en el que se encontraba.

https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=jQez7oj...

 





       A red granite sculpture of a Ptolemaic queen (Estructura de granito rojo de una reina ptolemaica).







¡Saludos! Mª Ysabel.

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Comentario por Maria Ysabél el abril 21, 2014 a las 1:31pm

       Querida Silvia, muchas gracias por tu aportación, el blog no responde bien y por más que le día a la pestaña de "aprobar" tu comentario, saltaba una y otra vez a la cabecera del blog, así que lo copie directamente y salío, al menos el link que es una información estupenda. 

       Muchas Gracias Amiga. Un abrazo. 

Comentario por Maria Ysabél el abril 21, 2014 a las 1:28pm

Comentario por Silvia E. Lopez Hace 10 minutos

Hola amiga.... recién leí este artículo sobre un gen recién encontrado que regula el ciclo circadiano. Muy propiamente lo han llamado Chronos. Enseguida recordé este blog tuyo, lo comparto aquí...

https://es-us.noticias.yahoo.com/encuentran-la-ltima-pieza-del-relo...

Comentario por Maria Ysabél el abril 5, 2014 a las 4:35am

       50 años del descubrimiento de Abu Simbel. Es un artículo que ha publicado Guillermo Caso de los Cobos en el Terrae Antiqvae. Incluyo el reportaje fotográfico de Jose Luis Santos Fernández... Una preciosidad de artículo: 

Giovanni Belzoni en Abu Simbel. 

El gran templo de Ramsés II en Abu Simbel, cubierto por la arena. Grabado por David Roberts realizado en el año 1838 para el volumen I de la obra Egipto y Nubia.

Por José Miguel Parra. Egiptólogo. Miembro del equipo del Proyecto Djehuty, Historia NG nº 123

En 1816, Giovanni Belzoni (izquierda), un antiguo artista de circo reconvertido en buscador de antigüedades, descendió en barco por el Nilo hasta Abu Simbel. Allí, en dos campañas sucesivas, rescató de las arenas del desierto el gran templo funerario de Ramsés II.

Apesar de su excepcional tamaño y majestuosidad, lo cierto es que el mundo occidental desconoció por completo la existencia de los templos de Abu Simbel hasta principios del siglo XIX. No resulta extraño, pues al contrario que las pirámides de Gizeh, no muy lejos del puerto de Alejandría, estas obras maestras de la arquitectura faraónica se hallan situadas en una región cercana a la segunda catarata nubia.

El primer occidental en visitarlos fue un intrépido viajero suizo llamadoJohann Ludwig Burckhardt, en 1813, que recorrió los países musulmanes bajo el nombre de Ibrahim Ibn Abdallah o «jeque Ibrahim». De haber sido descubierta, esta superchería le habría costado la vida, pero pudo permitírsela por su excepcional conocimiento del árabe y del Corán y su perfecta aclimatación a la cultura oriental.

La formación arábiga de Burckhardt dio comienzo en Cambridge, donde estudió árabe tras la ruina de su familia en las guerras napoleónicas. Al terminar sus estudios consiguió que la Asociación Africana le pagara un mínimo estipendio para pasar dos años perfeccionando su árabe en Siria antes de embarcarse en la exploración del África Central. En 1812 estaba en El Cairo, desde donde descendió por el Nilo hasta Dongola, y desde allí pasó al mar Rojo y luego a La Meca y a Medina, siendo el primer occidental que lograba visitar los lugares santos musulmanes. De regreso a El Cairo, en 1815, coincidió con Henry Salt, a la sazón cónsul británico en Egipto, y con Giovanni Belzoni, que trabajaba para él. Les comentó la existencia de los templos de Abu Simbel y les sugirió que fueran a desenterrarlos. Porque, la verdad sea dicha, Burckhardt sólo pudo verlos por fuera. En cierto modo es comprensible porque, tapados por las arenas como estaban, hubiera sido sospechoso que un «árabe» como él mostrara demasiado interés por los mismos.

De hecho, Burckhardt, al ver los templos por primera vez desde lo alto del farallón rocoso en el que estaban excavados, no quedó demasiado impresionado. Fue al verlos con perspectiva desde el río, cuando se alejaba en su barco hacia el sur, cuando se dio cuenta de su magnificencia. Más tade escribió en su diario: «Si la arena pudiera limpiarse, se descubriría un vasto templo». Ésta fue la tarea de la que se encargaría Belzoni cuatro años después.  

Foto: Belzoni aparece vestido a la usanza otomana en una ilustración para su libro Viajes por Egipto
y Nubia. Milán, 1825.

El viaje a Abu Simbel

Giovanni Battista Belzoni era un italiano, originario de Padua, que en los años de las guerras napoleónicas había recorrido diversos países de Europa viviendo a salto de mata. En 1815, cuando tenía 37 años, recaló en Egipto para ofrecerle al bajá (gobernador otomano) Mohamed Alíuna noria hidráulica. Tras el fracaso de la iniciativa, Belzoni se convirtió en el  principal «conseguidor» de antigüedades del cónsul británico Henry Salt, ocupación a la que se dedicó antes de poder dirigirse hacia Nubia en 1816. En su viaje le acompañaba como siempre su esposa, la intrépidaSarah, un perfecto ejemplo de las corajudas mujeres que ayudaron a engrandecer el Imperio británico.

Llegados a la región mencionada por Burckhardt, Belzoni identificó sin muchos problemas los templos. Su primer movimiento fue trepar por la inmensa colina de arena que cubría su fachada y calcular más o menos cuántos metros por debajo podría encontrarse la entrada. Como hombre práctico que era, sólo así pudo estimar el esfuerzo que requeriría la tarea.

Terminadas las estimaciones, Belzoni y su esposa hicieron la inevitable visita de buena voluntad al jefe del poblado cercano para solicitar su ayuda en la ardua tarea que les esperaba. Lo hallaron descansando a la sombra de unos árboles, rodeado de un grupo de hombres armados. A Belzoni le costó hacerles comprender que su único interés era limpiar la arena que cubría el templo, pero al final consiguió convencerlos y llegar a un acuerdo sobre la paga que recibiría cada trabajador: dos piastras diarias por hombre. Arreglada la cuestión –o eso creía– con el cabecilla local, se embarcó río arriba durante día y medio para llegar a Ashkit y allí alcanzar un acuerdo con la verdadera autoridad de la región, el bey Hussein Kachif. Éste, interesado tan sólo en sacar beneficio de la llegada del occidental, le dio permiso para entrar en el templo a cambio de la promesa de recibir la mitad de los tesoros que hallara. Belzoni accedió de inmediato, sospechando, con razón, que dentro no habría nada de valor.

Una excavación accidentada

Los verdaderos problemas del Sansón Patagonio –tal había sido el nombre artístico de Belzoni– comenzaron al volver a Abu Simbel, pues se encontró con que nadie quería trabajar con él. Todo respondía a las maquinaciones del jefe del poblado para sacarle todas las piastras posibles a quién, según pensaba, no era sino un ingenuo occidental. No tuvo éxito, pues Belzoni llevaba años sorteando este tipo de situaciones. Finalmente, tras un duro tira y afloja, prometió al italiano que al día siguiente acudirían cuarenta hombres a sacar arena; pero como ninguno se presentó, Belzoni obligó al jefe a ir a buscarlos con sus matones. La excavación comenzó al fin y progresó a buen ritmo, en especial cuando, al día siguiente, al creer que estaban buscando tesoros, se presentaron cuarenta trabajadores más por su propia cuenta. Por desgracia para ellos, el hermano del jefe del poblado se quedó con todos sus salarios al terminar la jornada.

Un par de rufianes del grupo de trabajadores intentaron lograr beneficios a cualquier coste, y mientras Belzoni y los demás estaban excavando fueron al barco a robar lo que pudieran. Allí sólo estaban Sarah y una muchacha que la ayudaba. A pesar de sus malos modos e impertinencia, los osados nubios se marcharon pitando cuando la señora Belzoni perdió la paciencia y sacó una pistola. El italiano comprendió entonces que el único interés que tenían todos era retrasar los trabajos con el fin de sacarle hasta la última piastra posible. En eso andaban un poco equivocados, porque los cálculos del italiano se habían quedado cortos en cuanto al trabajo a realizar y al dinero necesario para sufragarlo. Tanto, que al final decidió abandonar la empresa y volver  con nuevas energías y más piastras. Tras marcar el punto en el que se habían quedado y acordar con el jefe del poblado que éste impediría que nadie más excavara allí, los Belzoni abandonaron el lugar y regresaron a El Cairo.

Foto: El primer trabajo de Belzoni en Egipto fue el traslado de un colosal busto caído del faraón Ramsés II, bautizado como el joven Memnón, desde su emplazamiento original en el Ramesseum, en la actual Luxor, al Museo Británico en Londres.

La puerta, al fin despejada

Giovanni y Sarah regresaron a Abu Simbel el verano siguiente, en 1817. Tuvieron que esperar varios días al jefe del poblado, a quien los regalos enviados desde El Cairo habían mantenido convenientemente interesado en el proyecto. Tras entregarle algunos obsequios más, los trabajos se reanudaron, pero con la misma insoportable lentitud y retrasos que el año anterior, por lo que Belzoni decidió excavar él mismo ayudado por los europeos que lo acompañaban: Charles Irby y James Mangles, dos capitanes en la reserva con quienes se había encontrado navegando Nilo arriba. Era el 3 de julio a las tres de la tarde. Al día siguiente, los trabajos continuaron desde la salida del sol hasta las 9 de la mañana, cuando el calor se volvía insoportable, para seguir seis horas después hasta la puesta del sol. Entre intentos de robarles sus armas y equipo por parte del jefe local y sus hombres, más las veladas amenazas y ofertas de seguridad ofrecidas por los jefes de otros poblados y algunos incidentes entre los trabajadores en los que casi se derramó sangre, Belzoni y los europeos continuaron sin descanso sacando arena, en ocasiones ayudados por su díscola tripulación y en otras por algunos trabajadores locales. Por fin, el último día de julio lograron descubrir la entrada y cavar un agujero lo bastante grande como para que pasara un hombre. Al desconocer las condiciones del interior y sospechando que podría ser peligroso respirar el aire viciado, decidieron esperar al día siguiente.

Foto: Estatuas osiríacas. Reciben este nombre por la postura que adoptan, emulando al dios del Más Allá, Osiris. Interior del gran templo de Abu Simbel.

Belzoni logra su objetivo

Al amanecer, Belzoni y su grupo estaban listos para entrar en el templo bien provistos de velas. La tripulación del barco, encabezada por su líder, Hassan (bautizado como el «Diablo Azul» por los europeos), les vino con las quejas de siempre: bajos salarios y falta de comida, entre otras muchas. Belzoni, harto, no les hizo caso y marchó al templo, donde los marineros le siguieron y le amenazaron con sus herrumbrosas armas. Mientras todos discutían, Giovanni Finati, el intérprete armenio que los acompañaba, aprovechó para colarse en el interior del templo sin que nadie lo viera. Al final, alguien se percató de su ausencia y, abandonando la discusión, todos se apresuraron a seguir su ejemplo.
Por primera vez en más de mil años, los asombrados ojos de unos visitantes se maravillaban con la majestuosidad del vestíbulo del gran templo de Abu Simbel, decorado con ocho gigantescas estatuas osiríacas de Ramsés II y los relieves con las gloriosas gestas del faraón durante la batalla de Qadesh en los muros. Los capitanes ingleses hicieron un mapa a escala y una detallada descripción de los relieves, y Bel-zoni recogió los pocos objetos que allí había: «Dos leones con cabeza de halcón, el cuerpo a tamaño natural, una pequeña figura sentada y algún bronce perteneciente a la puerta».

Los exploradores volvieron al barco y pusieron rumbo a El Cairo. Esta visita apresurada fue suficiente para convertir Abu Simbel en un punto de referencia para futuros viajeros. Un año y medio después, los británicos Bankes y Beechey y el francés Linant visitaron el templo e hicieron la primera descripción detallada de su interior. La leyenda de Abu Simbel acababa de empezar, sobre todo porque una copia de los relieves de la fachada, donde se repetía hasta la saciedad el nombre de Ramsés II, serviría a Champollion para descifrar el misterioso mecanismo que regía la lectura de los jeroglíficos. 

Para saber más

El saqueo del Nilo. Brian Fagan. Crítica, Barcelona, 2005.
Viajes por Egipto y Nubia. Giovanni Belzoni. Confluencias, Almería, 2012.

Abu Simbel cumple medio siglo de su segunda vida

Fuente: lainformación.com | 1 de abril de 2014

A punto estuvieron los templos de Abu Simbel de quedar sumergidos bajo las aguas del río Nilo, si no fuera por las obras que comenzaron hace ahora medio siglo para salvar esos monumentos, reflejo presente del poderío que tuvo el faraón Ramsés II en el antiguo Egipto.

Las edificios que en su día fueron redescubiertos entre la arena ofrecen hoy una vista apacible, incrustadas en una colina sobre el lago Naser, como si todos esos elementos hubieran siempre estado allí.

Pero lo cierto es que los dos templos que componen el complejo arqueológico, de más de 3.200 años de antigüedad, tuvieron que ser reubicados a doscientos metros de distancia de su enclave original y sesenta metros más elevados.

Técnicos extranjeros y egipcios iniciaron esa faraónica tarea para trasladarlos en abril de 1964. Muchos de ellos han fallecido o difícilmente pueden recuperar, a su avanzada edad, la memoria de aquella época. Otros, como la egiptóloga Fayza Heikal (izquierda), recuerdan el trabajo "excelente" y"entusiasta" que desempeñaron profesionales de las más variadas especialidades.

Heikal fue una de las afortunadas en embarcarse en esa aventura cuando tenía solo 22 años, y en su primer empleo, recién licenciada, se dedicó por unos meses a describir concienzudamente las piezas de Abu Simbel para completar una documentación de todo lo que sería rescatado.

"Fui la primera mujer egipcia que trabajó (de arqueóloga) en Nubia", exclama orgullosa la experta, que agrega que hace cincuenta años los jóvenes tenían menos libertad y no era costumbre mezclar a hombres y mujeres en esos ambientes.

Las condiciones de vida tampoco resultaron fáciles, mucho menos viviendo en barcos en el Nilo y obteniendo la comida de donde se podía, según Heikal. "Aquello no era un hotel de cinco estrellas. A veces no había ni pan", destaca.

Tales sacrificios no fueron en balde. La campaña, auspiciada por la Unesco, logró salvar monumentos nubios en Egipto y Sudán que, de otro modo, hubieran quedado anclados en el fondo del lago Naser tras la construcción de la gran presa de Asuán.

Solo así se entiende que Abu Simbel siga conservando el espectacular templo dedicado a la inmortalidad de los dioses y de Ramsés II, faraón de la XIX dinastía del Imperio Nuevo (1539-1075 a.C.), y otro menor concebido en honor de su esposa Nefertari.

Pese a lo que se pensó en un principio, no hubo que levantar diques alrededor de los monumentos ni aislarlos en una especie de futurista burbuja de cristal con ascensores hacia la superficie. Al final se impuso la idea de cortar la roca de los templos en más de mil bloques de arriba a abajo y numerarlos para poder recolocarlos uno a uno en la nueva ubicación, a salvo del agua, explica el director del sitio, Ahmed Saleh.

Con grandes dosis de paciencia y delicadeza, se utilizaron máquinas especiales para su transporte y después se construyó encima de los monumentos una bóveda de hormigón, sobre la cual se colocaron rocas de la montaña original.

Los ingenieros quisieron, además, emular a los arquitectos de la antigüedad y mantener un fenómeno que hace que dos veces al año la luz del sol penetre en el fondo del mayor templo y alumbre las caras del faraón y de los dioses Ra y Amón.

Durante meses se hicieron pruebas de simulación para mantener la misma orientación. El resultado final apenas varió por un día de diferencia, de forma que cada año el espectáculo se observa el 22 de febrero y el 22 de octubre, en vez de los días 21 de esos dos meses, como ocurría antes.

Los trabajos en el sitio duraron cuatro años y medio, recuerda Saleh, que ahora vive pendiente de los"chequeos médicos" que habitualmente se hacen a los templos para evitar fisuras y otras deformaciones. Mientras, espera que el turismo en el país se recupere para que miles de visitantes (y no solo cientos) vuelvan a diario a disfrutar de esa maravilla arqueológica.

Junto a Abu Simbel se rescataron hasta 1980 una veintena de templos, cuatro de los cuales se donaron a varios países -incluido el templo de Debod, a España- por su especial colaboración.

Esa campaña, financiada con 42 millones de dólares de más de cuarenta países, fue "única en sus logros" y "el primer gran ejemplo de movilización internacional para los monumentos de valor universal y no solo nacional", apunta la especialista del programa cultural de la Unesco en Egipto, Tamar Teneishvili.

Antes y después de Abu Simbel se llevaron a cabo otros muchos proyectos de conservación cultural, pero ese caso concreto refleja -según la responsable- un momento "excepcional del siglo XX" por esa solidaridad entre países capaz incluso de mover montañas.

Reportaje fotográfico por José Luis Santos.

El Gran Templo de Abu Simbel, que tomó unos veinte años construir, fue completado alrededor del año 24 del reinado de Ramsés II (que corresponde a 1265 a.C.). Fue dedicado a los dioses Amón, Ra-Horajti y Ptah, así como al Ramsés deificado. Generalmente, es considerado como uno de los más bellos de todos los edificados durante el reinado de Ramsés II y uno de los más monumentales de Egipto.
La fachada del templo tiene 33 metros de altura por 38 metros de ancho y está custodiado por cuatro estatuas sedentes. Todas las estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono con la doble corona del Alto y Bajo Egipto. Cada una de ellas mide unos veinte metros de altura y están encabezadas por un friso de 22 babuinos, adoradores del sol y que flanquean la entrada. Las estatuas y el templo fueron esculpidos en una colina rocosa. La estatua situada a la izquierda de la entrada se partió durante un terremoto y solo quedó intacta su parte inferior. Más información en Wikipedia:http://es.wikipedia.org/wiki/Abu_Simbel
Foto: © José Luis Santos Fernández.

El Templo de Nefertari, también conocido como "Templo de Hathor", fue construido bajo el mandato del tercer faraón egipcio de la Dinastía XIX Ramsés II, como homenaje a su esposa, la reina Nefertari, siendo unos de los escasos ejemplos de grandes templos dedicados a una mujer en el Antiguo Egipto y que forma parte junto con el Templo de Ramsés II, del complejo de Abu Simbel. Más información en Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Nefertari_(Abu_Simbel)
Foto: © José Luis Santos Fernández.

Ramsés II como Osiris. Templo de Abu Simbel. La sala hipóstila tiene 18 metros de largo y 16,7 metros de ancho y está sostenida por ocho grandes pilares osiríacos que representan a Ramsés deificado vinculado al dios Osiris, el dios del inframundo, para indicar la naturaleza imperecedera del faraón. Las estatuas colosales a lo largo del muro de la mano izquierda llevan la corona blanca del Alto Egipto, mientras que las ubicadas en el lado opuesto cargan la corona doble del Alto y el Bajo Egipto. Los bajorrelieves de las paredes de la sala hipóstila presentan escenas de batallas en campañas militares peleadas durante el reinado de Ramsés II. Muchas de ellas se refieren a la batalla de Qadesh, en el río Orontes en la actual Siria, en donde el faraón peleó contra los hititas. El relieve más famoso muestra al rey en su carro lanzando flechas contra sus enemigos en retirada, que están siendo tomados prisioneros. Otras escenas muestras victorias egipcias en Libia y Nubia. Más información en Wikipedia:http://es.wikipedia.org/wiki/Abu_Simbel
Foto: © José Luis Santos Fernández.

Templo de Abu Simbel. Sala hipóstila. En primer plano, pilares con la representación de la diosa Hathor, al fondo, la capilla con un relieve de Ramsés II protegido por los dioses Seth (izda.) y Horus (dcha.). Foto: © José Luis Santos Fernández.

Templo de Abu Simbel. Sala hipóstila. A la izquierda, pilar con representación de la diosa Hathor. Al fondo, relieve de la capilla interior representando a la reina Nefertari haciendo ofrendas a la diosa Hathor. Foto: © José Luis Santos Fernández.

Comentario por Maria Ysabél el abril 4, 2014 a las 1:49am

       Aunque éste no es un descubrimiento que vaya a cambiar, o a influir trascendentalmente en nuestros conceptos históricos, lo enfatizo por la entrañable inclinación que me asiste hacia la época medieval. 

Hallan una lápida funeraria del s. XIII en la cripta de la Catedral de Valencia

Foto: A. SÁIZ/AVAN.

       Bajo la Catedral de Valencia aún quedan tesoros. Y en opinión de la Comisión Diocesana de Patrimonio, muchos. Los trabajos bajo el altar de Santo Tomás de Villanueva, en una de las criptas de la Seu, han desvelado dos vestigios medievales de gran valor: una lápida funeraria completa del siglo XIII, perteneciente al secretario de Pedro III de Aragón, Raimundo Escorna, y un pedestal con varios escudos de los Vallterra del siglo XIV.

Fuente: Alex Serrano, Valencia /Levante - EMV.com. 31 de marzo de 2014

       Jaime Sancho, presidente de la Comisión Diocesana de Patrimonio y canónigo conservador de la catedral, explicaba ayer que no tienen constancia de cómo era la Seu «antes de la reforma neoclásica dl siglo XIX». En opinión de Sancho, sucesivos trabajos en el subsuelo del templo pueden dar lugar a nuevos hallazgos de vestigios medievales e incluso aún más antiguos. «Las cosas relacionadas con el culto se enterraban y van saliendo cosas y cuando ampliemos el museo es posible que aparezcan más», aseguró ayer Sancho.

       Por ahora, la adecuación de la cripta para volver a instalar un lienzo bocaporte un tipo de cuadro que puede esconderse en la pared para abrir un compartimento oculto, con Santo Tomás de Villanueva y restaurado por el taller de la Luz de las Imágenes, que estuvo hasta antes de la guerra y que se ha restaurado para que cubra las reliquias de la Seu ha dejado a la vista la lápida y el capitel, «ambos cubiertos de escombros durante siglos pero en buen estado», según Sancho. La losa en cuestión se encontraba en la capilla de San Lucas, uno de los lugares de enterramiento de la catedral, y aún tiene restos de policromía. Ahora, será restaurada y limpiada en el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (Ivacor),tal como confirmó ayer Sancho.

       La lápida tiene unas dimensiones de 52 centímetros de alto y 37 de ancho y corresponde al ciudadano de Valencia Raimundo Escorna, que fue secretario del rey Pedro III de Aragón y a quien el monarca y su sucesor, Jaime II, concedieron los señoríos de Olocau y Rafelbunyol. En la inscripción original que aparece en la lápida, fechada el 17 de febrero de 1291, se puede leer, tras el nombre del fallecido, el siguiente epitafio en latín: «Hombre que me miras, lo que tú eres yo fui, y lo que yo soy tu serás. Te pido que reces un Padre Nuestro por mi alma». Los Escorna dotaron la capilla de San Lucas donde se encontró la lápida en cuestión.

Un toro como escudo

       La lauda sepulcral incluye también ángeles turiferarios acompañando el alma sobre la figura yacente del difunto y otros elementos iconográficos, entre los que destaca el escudo parlante del linaje, un toro, según explicó Sancho, que hizo hincapié la relación entre los cuernos del animal y el apellido, Escorna, del difunto.

        Se trata de una de las inscripciones funerarias medievales «más antiguas descubiertas en Valencia, que se unen a las ya existentes en la Catedral: del deán Ramón de Belestar y del obispo Jaspert de Botonach y a las conservadas en la iglesia de san Juan del Hospital», según fuentes del Arzobispado.

Foto: A. SÁIZ/AVAN.

       Otra de las piezas halladas es un pedestal con varios escudos de los Vallterra, «idénticos a los conservados en la capilla que de esta misma familia se conserva en la Catedral de Segorbe». Los Vallterra, emparentados con los Blanes, tuvieron capilla también en la Catedral de Valencia. La obra se encuentra en buen estado.

Comentario por Maria Ysabél el marzo 12, 2014 a las 10:33am

Ruinas megalíticas recién encontradas en Rusia contienen los bloque...

       Un increíble descubrimiento que se hizo recientemente en Rusia, amenaza con hacer añicos las teorías convencionales sobre la historia del planeta. En el Monte Shoria en el sur de Siberia, los investigadores han encontrado una pared absolutamente masiva de piedras de granito.


        Algunas de estas gigantescas piedras de granito, se estima que pesan más de 3.000 toneladas y como se verá más adelante, muchos de ellas fueron cortadas" con superficies planas y ángulos rectos y esquinas afiladas".

       Nada de esta magnitud, ha sido descubierto nunca antes. La piedra más grande encontrada en las ruinas megalíticas de Baalbek, Líbano está alrededor  de las 1.500 toneladas. Entonces, ¿cómo alguien en el planeta, ha cortado  piedras de granito de 3.000 toneladas, con extrema precisión, transportándolas por la ladera de una montaña y apilándolas 40 metros de altura?


       De acuerdo con la versión comúnmente aceptada de la historia, sería imposible para los seres humanos, ni antiguos, ni modernos, con tecnología muy limitada, para llevar a cabo tal cosa. ¿Cada día que pasa, está más claro que hay mucho más allá de historia en este planeta de lo que sabemos y nos han enseñado?

       Durante años, los historiadores y arqueólogos nos han maravillado con las increiblemente enormes piedras que se encuentran en Baalbek. Pero según los informes, algunas de estas piedras de Rusia, tiene más del doble del tamaño de las de Baalbek.
       Hay un montón de personas muy entusiasmadas con este descubrimiento... 
Comentario por Maria Ysabél el marzo 11, 2014 a las 3:59am

       Mas del Voynich...

Manuscrito Voynich-01El manuscrito Voynich es uno de los libros más valiosos del mundo. Datado en el siglo XV, está escrito en un idioma desconocido, que ha sido objeto de estudio de cientos de criptógrafos. Su origen no está claro, y hay teorías para todos los gustos. Lo único seguro es que se trata de un auténtico texto medieval y que su contenido sigue siendo un misterio.

Muchos científicos han insistido en que se trata de un engaño: un objeto creado a propósito para parecer misterioso y antiguo ante los ojos de los reyes de finales de la Edad Media, cuyo único objetivo era ser vendido al mejor postor. PeroStephen Bax, un lingüista de la Universidad de Bedfordshire, en Reino Unido, asegura todo lo contrario: el manuscrito es real. Y lo es porque ha logrado traducir partes del texto que todo el mundo creía indescifrable.

Bax ha estado dos años estudiando el manuscrito, utilizando análisis lingüísticos letra por letra. “Mi idea era identificar nombres propios en el texto, la técnica que se ha usado con éxito para descifrar jeroglíficos egipcios y otros textos misteriosos”, ha explicado el profesor en un comunicado de la universidad. “Una vez que descifras esos nombres puedes trabajar con partes del manuscrito”.

 

 

La conexión estelar

Hay algunas secciones del manuscrito Voynich cuyo sentido parece más fácilmente identificable, aquella conocida como el “herbario”, un compendio de ilustraciones de plantas, y la “astronómica”, que contiene diagramas circulares que muestran constelaciones y planetas. Es en estas secciones donde Bax empezó a atar cabos: “El manuscrito tiene un montón de ilustraciones de estrellas y plantas. Fui capaz de identificar algunas de ellas y sus nombres estudiando manuscritos medievales sobre plantas escritos en árabe y otros lenguajes. Ya tenía algo con lo que empezar, y los resultados fueron exciantes”.

Entre las palabras descifradas se encuentra la que se utiliza en el texto para referirse a la constelación de Tauro, que aparece junto a una ilustración de siete estrellas que parecen ser las Pléyades –el grupo de estrellas situado a un costado de la constelación–. Además ha identificado la palabra “kantairon”, que se refiere a la plantaCentaurea cyanus, una hierba bien conocida en la Edad Media.

Una codificación parcial

El profesor Bax sigue trabajando en el texto, y sólo ha logrado decodificar parcialmente algunas partes del mismo, pero su hallazgo resulta de suma importancia pues, de ser cierto, podría abrir el camino a la traducción completa de éste y, lo que es seguro, a desterrar la idea de que se trata de una falsificación.

“Mi intención al comunicar los hallazgos tan pronto es animar a otros lingüistas a que trabajen conmigo para descifrar el manuscrito por completo, utilizando el mismo planteamiento”, asegura Bax. “Auque no va a ser nada fácil, es la manera con la que podremos entender finalmente que era lo que sus misteriosos autores querían decirnos. Lo que es seguro es que mis hallazgos muestran de forma concluyente que el manuscrito no es un engaño, como algunos creen. Es probablemente un tratado sobre naturaleza escrito en un lenguaje de Oriente Próximo o Asia”

manuscrito voynich-02 
La pista azteca

El manuscrito Voynich es uno de los textos que más se han estudiado en la historia, y hoy en día goza de una gran atención. No en vano es la bestia negra por excelencia de la criptografía. El pasado enero, el profesorMarcelo Montemurro, físico teórico en la Universidad de Manchester, adelantó los resultados de un análisis estadístico realizado sobre el manuscrito

Según Montemurro, si el lenguaje fuera real, cada sección debería contener palabras que se repitieran con más frecuencia, del mismo modo que, por ejemplo, en un libro de bricolaje aparecen con mayor reiteración palabras como "taladro", "martillo" o "destornillador". Y en el manuscrito ocurre: hay conjuntos de palabras que se repiten más en cada sección. Además, como en todo lenguaje real, existe un espacio predecible entre el conjunto de palabras que se repiten. Su conclusión era clara: “El voynichés es un lenguaje. Y es imposible pensar que fuese puesto ahí a propósito”.

Los hallazgos de Bax no son los únicos publicados este mes en torno al manuscrito. A principios de febrero un estudio publicado en el American Botanical Council sugería que el texto podría tener origen azteca, ya que muestra plantas que sólo crecen en Mesoamérica. En total, los investigadores creen que 37 de las 303 plantas dibujadas en el manustcrito, seis animales y un mineral, pertenecen a una región concreta entre Texas, el oeste de California, el sur de Nicaragua y el centro de México.

En opinión de los investigadores estadounidenses, el idioma del texto podría ser un dialecto extinto del Nahúatl,una lengua azteca que se hablaba en esta zona de Mesoamérica. Algo que choca por completo con las conclusiones de Bax, que sitúa el origen del manuscrito en la otra punta del mundo.

No cabe duda de que el manuscrito Voynich, calificado por algunos como “el mayor reto criptográfico de la historia”,  seguirá dando que hablar en el futuro.

 

Miguel Ayuso

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-02-20/un-lingu...

Comentario por Maria Ysabél el febrero 22, 2014 a las 3:55am

       ..., del manuscrito Voynich...

Descifran diez palabras del misterioso libro de Voynich.

       Es una noticia del Terrae Antiqvae, publicada por "Percha". 

Imagen del manuscrito de Voynich

 

  • Un profesor británico descodifica nombres de estrellas y plantas en el manuscrito del siglo XV, uno de los más raros del mundo, y asegura que el texto no es un engaño

 

J de J  / ABC 

       La británica Universidad de Bedfordshire ha anunciado que uno de sus profesores, experto en lingüística aplicada, ha conseguido descifrar diez palabras del manuscrito de Voynich, un libro del siglo XV considerado como «el más misterioso» del mundo y que, hasta ahora, resultaba un auténtico galimatías al que nadie encontraba sentido, hasta el punto de que ha llegado a ser tachado de fraude.

        El manuscrito de renombre mundial está lleno de ilustraciones de plantas exóticas, estrellas y figuras humanas misteriosas, además de muchas páginas escritas en un idioma desconocido. Hasta ahora la obra ha desconcertado a estudiosos y criptógrafos. Se han propuesto las más distintas teorías sobre su autoría. Algunos sugieren que la obra está relacionada con Leonardo da Vinci, los cátaros, la tribu perdida de Israel o los aztecas... Incluso se ha llegado a proclamar la disparatada idea de que fue escrita por extraterrestres.

        El pasado año, un estudio de la Universidad de Manchester sugería que el texto comparte características con lenguas auténticas y que podría contener mensajes codificados, pero solo en la ficción el Voynich ha podido ser descodificado por completo, nada menos que por el arqueólogo Indiana Jones, que lo utilizaba para encontrar la «piedra filosofal». 

       El profesor Stephen Bax (izquierda) cree haber comenzado a desvelar por fin los significados de misterio del libro de Voynich utilizando su amplio conocimiento de los manuscritos medievales y su familiaridad con las lenguas semíticas como el árabe. Utilizando un cuidadoso análisis lingüístico, está trabajando en ello letra por letra, según explica la universidad en un comunicado.

        «Di con la idea de identificar nombres propios en el texto, siguiendo enfoques históricos que han descifrado con éxito los jeroglíficos egipcios y otros misteriosos escritos, y que luego utilizan esos nombres para resolver parte del texto», explica Bax.

        «El manuscrito tiene un montón de ilustraciones de estrellas y plantas. Fui capaz de identificar algunas de ellas, con sus nombres, al observar manuscritos medievales de hierbas en árabe y otros idiomas, y luego comencé la decodificación, con algunos resultados emocionantes», apunta.

«Taurus» y «cilantro»

       Entre las palabras que el experto ha identificado está el término para «Taurus», junto a un dibujo de siete estrellas que parecen ser las Pléyades, y también la palabra «Kantairon» junto a una imagen de la planta centáurea, una conocida hierba medieval, así como otra serie de plantas, entre las que se encuentran el «cilantro», «eléboro» y «enebro», también con sus dibujos correspondientes.

        Aunque la decodificación del profesor Bax es todavía parcial, podría ser un avance importante para un desciframiento completo del texto. «Mi objetivo es alentar a otros lingüistas a trabajar conmigopara descifrar toda la secuencia con el mismo enfoque, aunque no será fácil. De esa manera, quizás podamos entender lo que sus misteriosos autores estaban tratando de decirnos», agrega. Eso sí, de lo que Bax está convencido es de que el manuscrito «no es un engaño». «Probablemente, es un tratado sobre la naturaleza, tal vez en un lenguaje asiático o de Oriente Próximo».

       El vídeo se puede traducir clickando en el propio vídeo abajo a la derecha, en el apartado subtítulos, aunque hay que estar muy concentrado en los comentarios y el sentido de lo que se quiere decir, es la traducción "literal"...

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=fpZD_3D8_WQ

 

       Más información en la página personal del autor, Stephen Bax.

 

Comentario por Maria Ysabél el febrero 17, 2014 a las 10:59am

       Más pirámides..., -definidas por algunos investigadores como: "posiblemente atlantes".

La estructura megalítica de Gunung Padang, hasta ahora...,  la pirámide más antigua del planeta...

estructura megalítica Gunung Padang pirámide más antigua del planeta

       Están los sitios megalíticos y luego están los sitios megalíticos. Nuestros antepasados — o quienes hayan sido — fueron particularmente aficionados a construir cosas. Desde los círculos de piedra a las pirámides, los constructores de la antigüedad sabían bien cómo crear una estructura que va a durar a través de las edades.

       Sabemos muy poco acerca de estas antiguas estructuras. “Sabemos” cómo se construyeron las pirámides, “sabemos” quienes construyeron las ruinas de Grecia y es por eso que sabemos (o creemos saber) cómo se construyeron los enormes muros y terrazas en Mesoamérica, y en su mayor parte, cuando todas estas estructuras fueron construidas. Durante mucho tiempo, se pensaba que las estructuras más antiguas construidas en el mundo antiguo estaban en algún lugar alrededor de 9000 años de antigüedad.

       Pero todo eso cambió con el descubrimiento de una estructura en forma de templo en la actual Turquía llamado Gobekli Tepe. Este descubrimiento dio la vuelta del revés al sentido común de la arqueología, porque después de una cuidadosa excavación y análisis, el sitio fue datada en 10.000 antes de Cristo. Eso es al menos 4000 años antes que cualquier otra estructura conocida. Teniendo en cuenta su edad, Gobekli Tepe es bastante sofisticado en cuanto a su construcción y la obra de arte que está asociada con él. El lugar ahora lleva el título del más antiguo sitio megalítico conocido.

       Descrita por primera vez en el manual del naturalista holandés Rapporten van de Oudheidkundige Dienst en 1914, Gunung Padang había sido conocido por los lugareños desde hace milenios. Se asienta sobre una colina en la localidad indonesia de Karyamukti, que está en la regencia de Cianjur, en la provincia de Java Occidental. Es descrito como el monumento megalítico más grande en el sudeste de Asia, y que a primera vista parece ser una serie de terrazas con muros limítrofes y peldaños sucesivos entre cada uno. Las terrazas están cubiertas de grandes rocas volcánicas organizados en líneas y formas, y los habitantes locales de Sundanese declaran que el sitio es sagrado.

       Los primeros intentos de analizar del sitio resultaron en una fecha de alrededor del 5000 aC, lo que lo puso en la línea con otros sitios en Asia y Europa. La datación radiométrica y pruebas geoeléctrico realizados en 2012 parecían confirmar esa fecha, aunque lo que encontraron luego, fue bastante sorprendentemente, y es que el sitio megalítico no se asienta realmente en una colina. ¡¡Es la colina!!.

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       Gunung Padang es una pirámide, una de las pocas pirámides que se encuentran en el sudeste de Asia. Se descubrió que el sitio tiene cámaras y pozos ocultos bajo las terrazas cubiertas de recintos amurallados y otras estructuras enterradas bajo siglos de reclamación natural. El siguiente paso en la excavación era perforar muestras de testigos en varios lugares para tratar de concretar una edad más precisa del sitio. Esto resultó ser una tarea peligrosa para los tres investigadores de tomografía quienes fueron golpeados y pateados por los locales que se opusieron a la obra, citando el carácter sagrado del lugar.

       Sin embargo, el trabajo continuó y los resultados fueron asombrosos.

       Los análisis de muestras de la base de la colina y la estructura comenzaron a revelar una edad más y más grande, más hondo de lo que parecía. Desde 5000 años, a 8.000 años, a 10.000 años y hasta llegar a un reporte de 23.000 años de antigüedad. Estos números son increíbles! La implicación es que este sitio es la estructura más antigua conocida de cualquier tipo sobre la Tierra.

“Los resultados del análisis radiométrico del contenido del elemento carbono en algunas muestras de cemento en el núcleo desde la perforación de profundidad de 5 a 15 metros, que se llevó a cabo en 2012 en el prestigioso Laboratorio, BETALAB , Miami, EE.UU. a mediados de 2012 mostró su edad con un rango de entre 13.000 y 23.000 años “. –setkab.go.id

       Esos resultados son impugnados, por supuesto. Siempre que los datos toma un desvío drástico, uno no espera por las directrices experimentales, la primera conclusión tiene que ser que un error se ha cometido. Los expertos de ambos lados del debate, sin embargo, son hasta ahora incapaz de identificar cualquier problema en los procedimientos de extracción de muestras o en la datación radiométrica que podría ser responsable de una desviación tan drástica de los resultados esperados. Actualmente la edad oficial de este sitio aparece listado como “mayor de 5000 años”, que es enloquecedoramente inútil, pero la investigación continúa.

       Una de las cosas más interesantes de Gunung Padang, al margen de su edad, es que durante la extracción de muestras se encontró que gran parte de la estructura enterrada se reforzó con un tipo de cemento. Este agente de unión, que se ha utilizado como un mortero y una especie de pegamento en ciertas partes del sitio, consta de mineral de hierro 45 %, 41 % de sílice y 14 % de arcilla. Se dice que esta mezcla proporciona una base de mortero muy fuerte y durable, y es una sorprendente evidencia del nivel de sofisticación de la técnica de construcción.

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Impresión artística de Gunung Padang como se hubiera visto en la antigüedad ( © Pon S Purajatnika )

       El famoso autor Graham Hancock ha ofrecido una hipótesis sobre Gunung Padang, en la que sugiere que este sitio puede contener evidencia de la ciudad perdida de Atlantis.

       En un artículo en el Signs of the Times, Hancock cuenta la experiencia que tuvo con Danny Natawidjaja PhD., Senior Geólogo del Centro de Investigación para la Geotecnia en el Instituto de Ciencias de Indonesia. Los dos visitaron Gunung Padang y discuten las implicaciones de estos descubrimientos.

De acuerdo a Natawidjaja, el sitio de hecho tiene más de 22.000 años de antigüedad.

“La evidencia geofísica es inequívoca”, dice Natawidjaja . “Gunung Padang no es una colina natural, sino una pirámide hecha por el hombre y los orígenes de la construcción aquí se remontan mucho antes del final de la última Edad de Hielo. Ya que el trabajo es masivo, incluso a los niveles más profundos, da testimonio de los tipos de habilidades de construcción sofisticados que se desplegaron para construir las pirámides de Egipto o los mayores yacimientos megalíticos de Europa, sólo puedo concluir que estamos ante la obra de una civilización perdida y una bastante avanzada”. – sott.net

Su investigación le ha hecho concluir que la civilización perdida en cuestión es de hecho la avanzada civilización que describe Platón en el apogeo de la última edad de hielo, como se documenta en los diálogos Timias y Critias del filósofo griego.

       Existen paralelismos evidentes, no menos importante de los cuales es el marco de tiempo coincidente. Si la datación es correcta, entonces la mayor parte del sitio Gunung Padang fue construido y utilizado durante el pico de la última edad de hielo. Este es un momento en que la zona de Indonesia y el sudeste de Asia fue muy diferente. Los niveles de agua del océano eran drásticamente menores, tanto como 120 metros, haciendo lo que ahora son las islas parte del continente y con los ríos secos. Natawidjaja cree que esto hizo posible el avance de una cultura que se asentó en la región, y Hancock cree que estos hechos no confirmados son evidencia de que la arqueología moderna, como entidad, está encubriendo la existencia de una civilización avanzada desconocida hasta entonces.

Los críticos, por supuesto, apuntan a la incertidumbre en los resultados de la datación y gritan al cielo sobre su uso como evidencia de que el sitio se origina en el milenio 22 o antes, y afirman que no hay ninguna causa para conectar el sitio o la región con la perdida ciudad de la Atlántida.

Mientras los criticos se esfuerzan por menospresiar las nuevas evidencias que salen a la luz de una civilización muy avanzada que nos precedio existe todavía mucho que aprender sobre Gunung Padang, y de Gobekli Tepe y muchos otros sitios megalíticos más antiguos, por suerte las respuestas — que algún día van a sepultar a la historia oficial — parecen estar tentadoramente cerca.

Comentario por Maria Ysabél el febrero 15, 2014 a las 5:15am

       Esto no puede ser mas "saturnino-escorpiano"..., no os perdais el arreglo coral: 

Cómo sonaba la música en el infierno de El Bosco.

       Está publicado por Alicia M. Canto en el Terrae Antiqvae. 

Transcriben la canción 'oculta' en 'El jardín de las delicias' de El Bosco
Dos estudiantes rescatan la melodía de la partitura escrita en el trasero de uno de los personajes del famoso tríptico

(foto: elepe.com)

Fuente: La Vanguardia

       Quien se aburre es porque quiere. Una bloguera y su compañero han utilizado parte de su tiempo libre para rescatar una melodía oculta en el famoso tríptico de El Bosco El Jardín de las delicias, pintado en torno al año 1500, y que se expone en el Museo del Prado de Madrid. Y para ser más concretos, han trasladado a notación moderna la partitura que aparece en el panel derecho (El infierno) y que, para más señas, está escrita (en parte) en el trasero de uno de los hombres castigados por Satanás.

Vídeo-audio:

 

Así lo explica la autora del descubrimiento, que responde al nombre de Amelia en la red Tumblr y que es graduada en una doble titulación de música e informática por la Universidad Cristiana de Oklahoma:"Luke y yo estábamos observando El Jardín de las Delicias de El Bosco y descubrimos, para nuestro gozo, la música escrita en la parte posterior de uno de los muchos habitantes torturados del panel de la derecha de la pintura, que pretende representar el infierno". Según explica ella misma, ambos se pusieron manos a la obra en transcribir las notas a un pentagrama actual,"suponiendo -añade- que la segunda línea está en tono de Do, que es lo habitual en los cantos de la época".

El resultado es una melodía inquietante que ella misma ha grabado en una versión de piano y subido posteriormente a la red. "Es literalmente una ‘canción del culo’ de más de 600 años, desde el infierno", bromea. A partir de ahí, la canción ha circulado por la red y, claro, la cosa ha ido a mayores. Algunos le han añadido una letra (humorística, claro: haciendo referencia a las posaderas del pobre infeliz) e incluso otro usuario se ha atrevido a arreglar y grabar una versión para canto coral.

Aunque de forma lúdica y sin ninguna pretensión, quizá estos dos estudiantes hayan sacado a la luz uno de los secretos bien guardados del misterioso tríptico del pintor holandés del s.XVI, que siempre ha sido objeto de debate entre muchos historiadores del arte. O quizá todo solo se quede en anécdota. De hecho, El infierno, el tétrico panel en el que aparece la partitura, también es conocido como El infierno musical, ya que se pueden observar muchos instrumentos de la época transformados en herramientas de tortura. Parece que El Bosco quiso asociar la música al pecado o a la tortura aunque se desconoce el por qué. Gracias a estos estudiantes estadounidenses, al menos ya podemos dar alas a nuestra imaginación y poner banda sonora a la tortura de quinientos años atrás.

Nota.-La grabación se oye más nítidamente en el blog de la autora.

Todo el tríptico:

(Fuente: elepe.com)

EL INFIERNO, PANEL DERECHO (una explicación del panel):

Versión original:

Luke and I were looking at Hieronymus Bosch’s paintingThe Garden of Earthly Delights and discovered, much to our amusement, music written upon the posterior of one of the many tortured denizens of the rightmost panel of the painting which is intended to represent Hell. I decided to transcribe it into modern notation, assuming the second line of the staff is C, as is common for chants of this era.

so yes this is LITERALLY the 600-years-old butt song from hell

EDIT: I still can’t believe this took off like it did this is crazy??? Just wanted to let people know that there are indeed errors in the transcription and this is indeed not a very good recording (I threw this together in like 30 minutes at 1 in the morning,) but I’m working with the music department at my college to get the transcription more accurate!

in the meantime enjoy this fantastic choral arrangement by wellmanicuredman i’m in love.

 

P.D.- Resulta improbable que este detalle haya escapado en un cuadro tan estudiado, de un autor tan estudiado. Es posible que existan trabajos sobre esta partitura, aunque es cierto que unas primeras catas en la bibliografía no arrojan de momento más que menciones y significados, pero no transcripciones musicales.

Comentario por Maria Ysabél el febrero 14, 2014 a las 3:50am

       ¡Otra preciosidad!

Arqueólogos españoles desentierran una momia de hace 3.600 años en Luxor

       Publicado en el Terrae Antiqvae por José Luis Fernández Santos.

El cuerpo de Neb ha sido hallado en una cámara sepulcral excavada en la roca a cuatro metros de profundidad. El ataúd es de dos metros de largo y medio metro de ancho y está en buen estado de conservación.

       Los investigadores del Proyecto Djehuty, liderado desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han descubierto en el extremo norte de la necrópolis de Dra Abu el‐Naga, en Luxor (antigua Tebas), un ataúd intacto de un hombre llamado Neb, del año 1600 a.C. correspondiente a la dinastía XVII del antiguo Egipto. La excavación, de seis semanas de duración, está patrocinada por Unión Fenosa Gas por tercer año consecutivo.

Fuente: CSIC | La Aventura de la Historia.es, 13 de febrero de 2014

       Este hallazgo, realizado durante la XII campaña de excavaciones arqueológicas, arrojan luz sobre la dinastía XVII. En este periodo histórico, aún poco conocido, la ciudad de Tebas se convierte en capital del reino, y se asientan las bases del imperio, y del dominio egipcio sobre Palestina, Siria, y Nubia.

       El proyecto, dirigido por el investigador del CSIC, José Manuel Galán, del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo, cuenta este año con un equipo de 16 especialistas españoles y cuatro extranjeros.

El descubrimiento de Neb

       El cuerpo de Neb ha sido hallado en una cámara sepulcral excavada en la roca a cuatro metros de profundidad. El ataúd, de dos metros de largo medio metro de ancho, se encuentra en buen estado de conservación, y mantiene brillantes los colores de su decoración original.

       La entrada fue descubierta perfectamente cerrada con adobes, por lo que ya se intuía que nunca había sido abierta tras depositar el ataúd. Dentro de la pequeña cámara tallada en la roca se ha recuperado un gran ataúd antropomorfo de madera tallado y decorado siguiendo el estilo característico de la dinastía XVII, denominado “rishi” (que significa “alas” en árabe). “Por ese motivo, el ataúd tiene pintado en la tapa un par de alas extendidas sobre el cuerpo del difunto, como si una diosa alada le abrazara por detrás, otorgándole así su protección en el más allá”, detalla Galán.

       “Este estilo de ataúd es muy poco frecuente, pues estuvo en uso sólo durante un breve periodo de tiempo, cuando Egipto no estaba unificado. Así, muy pocos han sido hallados en su lugar original y han sido bien documentados en su contexto arqueológico”, detalla el investigador del CSIC.

       Una inscripción recorre desde el pecho hasta los pies la tapa del ataúd dirige una invocación de ofrendas a un hombre llamado Neb. Su momia todavía se encuentra dentro de la caja y, aparentemente, en buen estado.

       Este hallazgo, junto con otros llevados a cabo en ese mismo área, confirman que Dra Abu el-Naga era el lugar donde se hicieron enterrar los miembros de la familia real de la dinastía XVII y sus cortesanos, 1600 a.C. Un periodo poco conocido y, al mismo tiempo, clave para entender el origen del imperio Egipcio, así como la estructura y funcionamiento de la administración en la nueva capital del país, Tebas.

La Dinastía XVII: época de guerras

       La dinastía XVII se enmarca dentro del periodo histórico denominado Segundo Periodo Intermedio (entre 1800 y 1550 antes de nuestra era), caracterizado por la hegemonía de gobernantes de origen siro‐palestino asentados en el Delta oriental. Se trata de una época de gran complejidad política, en la que la monarquía no controlaba todo el territorio y el poder efectivo se hallaba en manos de los gobernadores locales.

       En un contexto político fragmentado, la dinastía XVII, originaria de Tebas, la ciudad meridional más importante, lideró la reconquista y la expulsión de los gobernantes del norte (denominados hicsos). Además, unificó el país y propició el germen de una nueva etapa histórica en Egipto, el Imperio Nuevo, la época de los grandes reyes que forjarían el imperio egipcio desde su nueva capital, Tebas.

       Durante los últimos años, el Proyecto Djehuty ha excavado junto al patio de entrada de la tumba del alto dignatario que pone nombre al proyecto. En esa zona se han encontrado hasta el momento varios enterramientos de una época anterior a Djehuty, de la dinastía XVII (1600 a.C). El año pasado, la misión española descubrió un ataúd intacto de un niño de cinco años, y en esta campaña, que está a punto de terminar, se están excavando tres pozos funerarios. Dos de ellos fueron saqueados en época antigua.

       Estos hallazgos permiten completar el puzle del trabajo realizado durante estos años en las tumbas de Djehuty, supervisor del Tesoro de la reina Hatshepsut (1470 a.C.), Hery, cortesano que vivió unos 50 años antes que dicho escriba real.

       “Descubrimos entonces que Djehuty, al contrario que el resto de los cortesanos de su época, decidió no ubicar si su tumba en las inmediaciones del templo funerario de la reina Hatshepsut. El superior del Tesoro prefirió la colina de Dra Abu el‐Naga, medio kilómetro más al norte, porque esa zona también era especial, ya que allí descansaban los miembros de la dinastía XVII”, detalla Galán.

Distintivo

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