Escorpio es el segundo signo del elemento Agua, es el He de ese elemento y representa la fase de interiorización de los sentimientos y las emociones. La clave de Escorpio es la fidelidad a un amor, a unos sentimientos. Éste es el punto más dramático del zodíaco, ya que en Escorpio la persona se encuentra atada a sus sentimientos. Por otra parte, las cualidades del ciclo anterior se encuentran interiorizadas en el signo de agua, de modo que hay fuego en Escorpio, como lo hay en Cáncer, pero mientras en este signo actuaba como una emanación, dando ardor a la imaginación, en Escorpio caldea las emociones internas, dando lugar a toda clase de estados pasionales. Físicamente, Escorpio rige el sexo y, emocionalmente lo arma para el combate. Allí, el agua y el fuego, dos elementos imprescindibles para la fecundidad, producen la vida.

En un nivel profundo, el programa humano de Escorpio es el de expandirse y trascender los límites personales y su condición de ser individual, mediante la unión y el intercambio con otras personas. Esto puede lograrse de muchas maneras y en muchos niveles diferentes. Mediante la experiencia directa con los niveles profundos de la realidad espiritual, trascendiendo las circunstancias exteriores materiales, puedes llegar a entrar en contacto con esa conciencia superior y ese conocimiento interno que te proporcione seguridad en ti misma y te permita desarrollar todo tu potencial. Se trata de trabajar internamente tus sentimientos y emociones más profundos y de encontrar, por tanto, el equilibrio y elevar esas energías y por lo tanto tu nivel de vibraciones. Ese trabajo ha de consistir en la toma de conciencia de que eres poseedora de unos sentimientos, de un enorme caudal emotivo que emana de tu interior, que has de ir trabajando y elevando hasta conseguir transformarlos en algo puro y universal.

Escorpio no es un lugar de reposo en el que uno pueda dedicarse a vegetar. Por ello, te verás impulsada a realizar un viaje que, según tu nivel evolutivo, será hacia el pasado, volviendo a situaciones ya superadas pero que te proporcionan seguridad, o hacia el futuro, hacia un más allá no explorado, una vez superados los condicionantes emotivos. En este sentido, puedes llegar a experimentar un gran interés por la mística o la metafísica. En Cáncer plantamos las semillas del amor y en Escorpio esas semillas arraigan en nuestra tierra humana dando lugar al amor de sí mismo. Los Escorpio sois personas que se idolatran, que viven en constante luna de miel consigo mismos, y así debe de ser, ya que todo empieza por uno mismo y en el tema del amor las cosas no son distintas. Debemos amarnos como condición indispensable para luego poder amar a los demás.
Los Escorpio sois excelentes buceadores en las aguas abismáticas, y por lo tanto sois excelentes conocedores de sus emociones profundas y, por extensión, de las emociones de los demás. Ello hace que puedan abordar con éxito un trabajo de psicoanalistas, psiquiatras y, en general, expertos en el conocimiento del alma humana. Tu programa profundo consiste en saber transmutar tu personalidad emotiva elaborando en tu fuero interno las armas (virtudes) que te permitirá ganarle la partida a tu naturaleza inferior, a tu fuerza instintiva, que es muy poderosa.

El Sol se situa en el primer Decanato de Escorpio. En el primer Decanato las dos fuerzas se combinan; las de Cáncer y las de Escorpio, de modo que por un lado el soplo puro del amor (Cáncer) sigue mandando, pero en lugar de expandirse libre hacia todo lo creado, como sucedía en Cáncer, aquí el manantial de los sentimientos es captado para la edificación del yo individual (Escorpio). Esto puede dar lugar a la autocontemplación y el narcisismo. Poco a poco , has de descubrir en ti misma el modelo de universo que representas y si eres capaz de llegar al final del viaje (es decir, de lograr esa transmutación interna de tus sentimientos) tu misma serás la puerta que te permitirá contemplar todas las bellezas del mundo e intuir la existencia de un Creador.
Mercurio en Escorpio, puede ayudarte a elevar los sentimientos a través de la razón y la lógica. En la medida en que seas capaz de comprender de una forma racional cómo actuan los sentimientos y emociones que se mueven en tu interior, te será más fácil trabajar con ellos, transformarlos y conseguir unos sentimientos elevados. La otra cara de la moneda puede ser la tendencia a justificar de una manera lógica y razonable cualquier actuación basada en los sentimientos, emociones o pasiones. De esta manera lo que harás es evitar el tener que enfrentarte cara a cara con ellos y difícilmente lograrás superar aquellos sentimientos e instintos, que por sentirlos vergonzosos, tratarás de mantener ocultos en tu interior.

Marte, regente de Escorpio, se situa en Sagitario. La búsqueda de la belleza profunda de las cosas, la elevación de los sentimientos e ideales, te ayudará conectar con esa parte elevada, consiguiendo así una elevación de la conciencia. Preguntarte qué quieres y si estás aprovechando al máximo tu valores e ideales, puede ser el camino de transformación y elevación de tus sentimientos (Escorpio) hacia una nueva filosofia de vida y en busca de nuevos ideales (Sagitario)...todo un reto.

El Ascendente nos puede orientar sobre aquello que hemos dejado sin acabar, así como el bagaje (cúmulo de experiéncias) que traemos del pasado y que ha de servirnos para realizar los trabajos marcados para la presente encarnación. Tu Ascendente en Libra indica que esos sentimientos y emociones que guardas en tu interior, todo ese caudal emotivo debe se transformado y elevado en busca del nacimiento de nuevas ideas. El objetivo de ese trabajo de transmutación de las emociones es el abandono del individualismo, de la vida centrada en ti misma (Escorpio) para descubrir, en primer lugar, que los demás son una parte de ti, a tomar conciencia que el mundo es una obra colectiva y a poner en marcha tu voluntad para crear los arquetipos necesarios para favorecer la convivencia social a todos los niveles. A partir de Libra, dejamos de vernos como seres individuales y separados para plantar la primera piedra de la colectividad. Se trata, por tanto, de realizar tus deseos, proyectos e ideas en bloque, para que tu propósito sea compatible al de los demás.