Las figuras que forman los aspectos entre los planetas, nos permiten observar de un sólo vistazo, de manera rápida, una serie de patrones de conducta o maneras de experimentar los diferentes avatares de la vida. Las figuras de los aspectos son como los fotogramas de la cartelera de los cines que nos permiten saber de qué vá la pelicula.
Los planetas implicados en las figuras tienen la peculiaridad de ser ricos en astrodinas por aspecto, pues cuando se activan por conjunción se suman las astrodinas de la conjunción a las que se obtienen de los aspectos con los que está relacionado el planeta.
El Crampón Celeste es una figura formada por una oposición unida a una sesquicuadratura 135º y cerrada por una semicuadratura 45º.
La oposición se interpreta, en su aspecto positivo, como complementaciones, cooperaciones, asesoramientos, oportunidades inmediatas y en su vertiente dura, como antagonismos, enfrentarnientos, desgastes, rivalidades y contrariedades.
La sesquicuadratura se representa a través de interrupciones, trabas, paralizaciones, ceses, paros y desenlaces que provocan estados de adrenalina contenida como la rabia contenida.
La influencia de la semicuadratura se escenifica en los estados de alerta, fricciones con otras personas, situaciones de exigencias, sensaciones de pasar pruebas o exámenes, preocupaciones y temores.
Cuando en un cielo aparece una figura de este tipo relacionada con planetas personales, suele señalar interrupciones duras, en cierto tipo de relaciones o trabajos y temores con rivalidades o enfrentamientos. Suelen ser personas que a la hora de relacionarse con la pareja experimentan excesivas ataduras o sienten la necesidad de contar con otros para realizar sus proyectos personales. Pero además esta figura suele señalar un fuerte consumo de energías y una gran capacidad de trabajo o esfuerzo o una doble capacidad de lucha y un buen control sobre la adrenalina.
Se trata de una figura bastante común entre personas que deben vivir una fuerte o tensa atadura a personas, ideas, familia, hijos, bienes inmuebles o profesión. Cuando esta figura se activa, sincroniza con situaciones tensas que las más de las veces producen tensiones dolorosas, separaciones, ceses laborales, particiones hereditarias conflictivas o abandonos del grupo social o del lugar de origen.
En muchos casos, gracias a la energía que proporciona esta figura, se puede observar un incremento paulatino y notable de posición social o de remuneración económica. Pero como precio, suelen pagar con periodos de soledad, temor o rechazo. El miedo a esos periodos de penuria o la pérdida temporal de ingresos, le lleva a realizar uniones, asociaciones o contraer compromisos sociales que supondrán a lo largo de sus vidas, sujeciones tensas a personas, lugares, trabajos o ideologías conflictivas que terminarán generalmente en tensiones con cierto desgarro; como el alejamiento de los hijos, de lugares queridos, de tierras o de las creaciones o fundaciones realizadas en esas uniones.
Siempre aparece en personas con una diferencia marcada, un grado de rebeldía innovadora o de inadaptación en su lugar de origen. Por otro lado esta figura le da “gancho” le permite saber como atraerse a los demás. Pero ese mismo gancho simbólico indica una fatalidad o un peligro para ellos, o para las personas con quienes esté ligado, ya sea el grupo político, pareja, padres, socios etc. Puede ser un indicio de una separación o pérdida del poder, o sufrir pérdidas o abandonos del padre, de la pareja, o largas disputas por cuestiones hereditarias.
Esta figura es bastante común en políticos que han demostrado tener “gancho” o fuerza de arrastre sobre los demás. Napoleón tenía esta configuración, también la tenía el famoso cardenal Richelieu y el honorable Tarradellas, son muchos los politicos y mandatarios que tienen esta figura en su tema de nacimiento, desde Jose Maria Aznar hasta Julio Anguita y el mismísimo Carlomagno, claro que tambien la tenian Christian Dior, Jimi Hendrix y Charles Chaplin, por eso esta figura en si misma no nos ofrece una imagen clara, sin embargo en todos hay un elemento en común, todos son personas que saben atraerse a los demás y que “tienen gancho”, igual que mi amigo Charly o Eduardo Grecco.
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