CUANDO LA EMPATÍA POR LOS DEMÁS TE PUEDE SALIR CARA

[ANTONIO GARAU]

     Hay diferentes tipos de personas y, entre la fauna humana a lo largo de nuestras vidas cada uno de nosotros las experimentará de una forma muy singular o a veces plural.

     En el Tratato completo teórico y práctico de ASTROlOGÍA de Nikolaws Sementowsky-Kurilo, hay un capítulo muy interesante que trata de los cuadrantes en una carta natal. Del tema hace tiempo que subí un blog, lamentablemente también ha sido víctima de un borrado accidental. Con bastante frecuencia, dichos cuadrantes nos ofrecen una base elemental de interpretación astrológica respecto a las tendencias del carácter individual o la posibilidad de afirmación social.

     No voy a extenderme en comentar el significado de las cuatro variantes, ya que el tema no son los cuadrantes, pero si voy a exponer de manera breve el significado de dos de ellos. Planetas ubicados en su mayoría en el hemisferio oriental y los ubicados en el occidental. Cuando están  mayormente en la parte izda. nos encontramos con personas con una fuerte personalidad, muchas veces, ególatras, egoistas que más que pensar en los demás actúan a favor de si mismos. En muchos casos los encontramos en temas de fanáticos, religiosos, ideológicos o políticos (Robespierre, por ejemplo), siempre convencidos de su propia importancia e infalibilidad. Por el contrario, tratándose

del hemisferio occidental, regularmente son personas más pasivas, quizás menos combativas, y en sujetos muy espirituales asume el significado de una comunión con los "ofendidos y humillados"; el amor a los demás y la caridad se vuelven entonces fuerzas motrices de una vida de sacrificios y renuncias (Savonarola).

      A raiz de un programa televisivo, "ENCARCELADOS EN EL EXTRANJERO", que ví ayer, me vino a la memoria una experiencia mía, que ya figuraba en el baúl de los recuerdos.

     En 1993, de regreso de una vuelta al mundo, me encontraba en el aeropuerto de Newark/USA, a la espera de una nueva conexión para volar a Londres. Estaba sentado en una sala de espera, cuando al poco rato se acercó una joven, que se sentó cerca de mí; también tenía el mismo vuelo. Entablamos conversación mientras esperábamos la orden de embarque. Resultó ser una ciudadana colombiana, que iba a visitar a sus hermanos en Londres. La joven era muy atrctiva y simpática. Entre otros temas de conversación me habló de la odisea, por no decir pesadilla que tenía que sufrir cuando volaba, por el hecho de tener un pasaporte colombiano. Automáticamente era separada del grupo o cola, y expuesta a toda clase de interrogatorios, registro de su equipaje, etc. muchas veces de manera muy vejatoria. Acaba de sucederle lo mismo en su último vuelo. "Vaya, que suerte tengo de no tener un pasporte colombiano, fue mi comentario." A mi lado tenía mi equipaje de mano. "Le pido disculpas, voy a comprar un poco de lectura para el viaje." Delante había una tienda en la que compré alguna revista

que me pareció interesante. Por un momento pasó por mi mente: Seré imbécil, y si me coloca un paquete de droga en mi bolsa en este preciso momento de descuido.

    Continuamos la conversación. Ella no sabía inglés. Le dije: si me necesita, a la llegada a los puestos de control de pasaportes o aduanas, le haré de intérprete con mucho gusto.

    Aterrizamos en en uno de los aeropuertos de Londres y fuimos directamente al control de pasaportes...

estaba bien señalada la cola para los europeos y otras para el resto de nacionalidas. En lugar de quedarme en la cola conforme con mi nacionalidad como europeo, la acompañé a su cola con el propósito de poder responder a las preguntas que le haría el policía y, que ella dificilmente podría contestar.

No fue una buena idea, como pude comprobar en menos de un minuto. Fue como si me hubiera metido en un avispero.Me pidó mi pasaporte y me increpó por que no estaba en el otro puesto de control. Potencialamente ya me veía el funcionario como un cómplice de la joven colombiana, haciéndome toda clase de preguntas, en un tono no precisamente cordial (poco habitual en los británicos); por un momento creía estar en un interrogatorio de la gestapo. Finalmente tuve que separarme de ella y le dije que la esperaría a la salida del aeropuerto. Después de esperar más de una hora y media sin que ella apareciera me fui al hotel donde tenía hecha una reserva. Ella parecía tener la dirección de mi hotel. el caso es, que al día siguiente por la mañana aparecieron en el hotel dos jóvenes colombianos, que era los hermanos de ella, para agradecerme la ayuda que había intentado prestarle a su hermana. Me invitaron a un almuerzo en la que la joven estuvo presente y me contó la odisea que tuvo nuevamente que pasar en el aeropuerto. No sólo registraron su equipaje, sino que fue traslada a una habitación en donde tuvo que desnudarse, ante la sospecha de que pudiera llevar cualquier tipo de droga escondida... ni que decir de todo el interrogatorio que le hicieron. Ésto le sucede a los "samaritanos" como yo y otros, que muchas veces la empatía por los demás o ganas de ayudar se vuelve como un boomerang. Se trata de un aviso a navegantes, si tienen en su tema natal la mayoria de sus planetas en la parte occidental y para más inri un Mercurio en Sagitario y en la V. casa.

     Lo irónico del caso es que durante unos tres años de presencia en el foro he tenido que pasar por convertirme en un pararayos de un ciudadano colombiano, cuya hostilidad raya en lo delirante, con toda clase de insultos y difamaciones a mi persona, no necesito nombrar nombres, porque ello no ha pasado desapercibido. En mi espacio de amistades habían muchos colombianos y peruanos, que lamentablemente ya no están por el maldito borrado accidental de mi perfil y todo el trabajo de más de tres años y medio. Algún recuerdo si me queda, gracias a mi sentido del humor... o de Mercurio en Sagitario, la peor de las calamidades que le pueden suceder a una persona según la opinión del 99,9999999999999999999 % de los astrólogos.

     Lástima, que esa simpática joven colombiana no forme parte de los foristas del ADM. Sería bonito recordar esa historia que vivimos juntos.