El Camino de Santiago

[Pablo Ianiszewski]

El Camino de Santiago, lleno de alegorías y símbolos herméticos, ha dejado de ser una experiencia transformadora en la misma medida en que se ha convertido en un paquete de consumo turístico. Es el peregrino y no el peregrinaje el que aporta el quinto elemento indispensable para que opere el Arte Secreto. El camino a Santiago de Compostela (Campus Stellae o Campo Estrellado) reproduce esa Vía Láctea que desde la bóveda celeste se extiende en la misma dirección poniente, indicando el sendero que recorren las almas hacia la muerte en el Finisterre. Porque como es arriba, es abajo: solo el que tiene ojos para ver y oídos para oír puede beneficiarse de un viaje iniciático, sea donde sea. Vaya esto para quienes han puesto de moda los viajes a la India y al sudeste asiático, de los cuales vuelven tan espiritualmente secos como cuando partieron. Es el discernimiento el que hace la diferencia.

Una colega nos ha argumentado que la Vía Láctea cambia de orientación según la época del año, volviendo a la misma posición en la misma fecha del año siguiente. Por lo tanto, al cambiar su dirección, no podría representar el viaje de las ánimas hacia el ocaso. Sin embargo la metáfora es rigurosamente correcta. Como decíamos, el Camino de Santiago representa el viaje de las almas durante la vida para terminar en el abrazo final con la muerte, donde se produce el nacimiento espiritual. Es desde luego una estructura narrativa mitológica que debe ser abordada como tal. La pregunta es: ¿cuál de las 4 estaciones representa mejor el viaje a ultratumba? Respuesta: el otoño, por cuanto en él toda luz de vida decae poco a poco, hasta alcanzar el máximo de oscuridad al término de la estación con el solsticio de invierno, símbolo mítico de la muerte. ¿Será por eso que los peregrinos mejor informados hacían el Camino de Santiago durante el otoño? El célebre alquimista Nicolás Flamel fué uno de ellos. Ahora miremos la orientación de la Vía Láctea durante dicha estación boreal. ¿Cómo se distribuye en el otoño español? ¡Pues de oriente a poniente!

Para entender el Camino de Santiago, asi como otras tradiciones ancestrales, necesitamos reconciliarnos con el pensamiento mítico o no veremos ni lo más obvio. Es necesario despojarse del cientificismo, que no nos ayuda a comprender ni empatizar con la manera en que vivían, pensaban y sentían los antiguos. Por eso creo, de manera siempre alegórica, que un astrólogo debe leer más a Mircea Eliade y menos a Carl Sagan. Y con esto no pretendo obviar la imprescindible formación en astronomía. No, pretendo resaltar la importancia que tiene el pensamiento analógico, que también procede de la observación directa de la Naturaleza, tal como enseñan los adagios herméticos. ¡Ultreia! 

[Maria Ysabél]

             ¡Hola Pablo! Supongo que como ocurre con cualquier experiencia que no se vive con consciencia, no sólo el Camino de Santiago. Aquí en España es un recorrido habitual entre nosotr@s y, la verdad, que cada un@ lo vive como es..., unos más grande y otros más chiquito..., conforme a la medida de cada cual..., para varios de mis amig@s ha sido una experiencia inolvidable, les ha cambiado totalmente la vida; algun@s cuentan cosas tremendas (por ej., haciéndo el camino aragonés..., malísimas experiencias..., y sin embargo otr@s que entraron inmediatamente después..., cantaban loas al Salvador de la gente maravillosa que habían encontrado... ¡y era la misma ruta y mas..., menos..., las mismas paradas...

       Total Amigo, que esto, como apuntas, depende de la particular particularidad de cada cual y -pienso-siento-creo yo...-, si una no está en apertura para el asombro y el descubrimiento -interior/exterior-..., que transforma, pues la cosa se queda en "cambiar de aires", ahora, si tienes el click y así lo vives pues..., la vida es un milagro estés donde estés y con quien estés...

       Muy sugerente y estimulante el aporte. Gracias. Saludos Franternos.