Figuras de los aspectos. LACRE COSMICO

[Tito Maciá]

El Lacre cósmico es una figura formada por dos oposiciones en forma de aspa, dos semicuadraturas que cierran los lados estrechos y dos sesquicuadraturas que lo hacen por los otros lados.

Las oposiciones conllevan antagonismos y fuertes ataduras; las semicuadraturas suponen temores y preocupaciones y las sesquicuadraturas anuncian interrupciones que impiden la continuidad de alguna actividad, proyecto o trabajo.

En los armónicos 2 y 6 se transforma en oposición, señalando inconvenientes
por falta de completitud y dificultad para integrar la dualidad. En los armónicos 3, 5, 7 y 9 se presenta como una Cruz Cósmica, indicando fuertes impedimentos para el desarrollo, dificultad para crear formas concretas o encontrar el estilo deseado, tropiezos con las percepciones superiores subjetivas, experiencias ilusorias y obstáculos para encontrar la felicidad en sentido interno.

Se trata de una figura que genera un patrón de conducta tenso o peligroso; en mas de la mitad de los casos estudiados se han escenificado situaciones extremas, aparece en personas que han padecido un percance accidental que les ha colocado al borde de la muerte; se asocia con situaciones de máximo riesgo y aunque aparezca en personas calmadas o reposadas, siempre se puede esperar que el individuo sea internamente muy inquieto y que en algún momento de su vida, experimente un suceso accidental con alto riesgo para la vida.

En otros casos se puede relacionar con una alteración orgánica que pone igualmente su vida en peligro. En ambos casos no pasa de ser un peligro fatal y nunca llega a ser letal, siempre se salvan de milagro, como ocurría con el “Cordobés" que todavía está vivo en el 2000.

Esta figura no aparece en los temas de personalidades destacadas, pues siempre aparece en personas que suelen verse atadas a otros para compensar sus deficiencias o su falta de completitud. En ciertas épocas de la vida tienen la experiencia de ser cesados, o se ven obligados a dejar de realizar las tareas que venían realizando; deben de abandonar lo que estaban haciendo. Este suceso les puede hacer sentir una sensación de merma. Sin embargo estas interrupciones también se pueden vivir como descanso o treguas de la vida.

Para algunos resulta un año sabático de indefinida duración. Aunque difícilmente se libran del temor y preocupación que, en esos periodos pueden llegar a ofuscar su mente. A esta figura se la podría denominar el “aspa del síndrome del paro”, o por lo menos, señala periodos importantes de tiempo, a veces irreversibles, en los que la persona se ve impedida para realizar el trabajo para el que estaba mejor cualificado.

Los años en los que en la revolución solar aparece esta figura hay que estar muy atento a los atacires para precaverse de daños y problemas.