Al emprender el viaje entre Posadas e Iguazú, se acaba la línea recta, la carretera se vuelve ondulada en todos los sentidos, serpenteando derecha e izquierda, ondulándose arriba y abajo. El paisaje es más frondoso, se inicia la selva y las palmeras, las esbeltas palmeras salpican el territorio, hasta llegar a Misiones.
Es inevitable y de rigor visitar las ruinas jesuíticas enclavadas en medio de un paraíso de lugar. El terreno donde se encuentra la Misión de Nuestra Señora de Loreto, es simplemente paradisíaco, idílico. Ahora es un bosque tropical claro donde se desarrollan numerosas especies arbóreas y vegetales.
En el pequeño museo que hay a la entrada se conservan cual instrumento sagrado, cuatro orinales originales, ¡¡¡¡¡¡!!!! y... es lo que hay, tomo nota.
Aún se pueden ver el resto de taludes y paredes de piedra roja tallada, piedras de un peso medio de 60 kilos cada una. Todas las construcciones son de piedra roja labrada en bloques de distinto tamaño. El templo, construido en el siglo XVII es un edificio de 75 varas de largo y 30 de ancho, con tres naves de crucero, media naranja, prebisterio, paredes de piedra, techo de madera, pintado y dorado desde el crucero hasta el altar mayor. (Para el que haya visto la película de la Misión, es parecido pero más grande y espectacular)
Los guaraníes que convivían con los jesuitas eran unos excelentes artistas que aprendieron con facilidad, no sólo la música, para lo cual tiene un talento extraordinario, sino a tallar piedra y a modelar y cocer el barro rojo. –He visto piezas de piedra tallada que me recordaba el arte de los babilonios y hay piezas de barro rojo, como la teja, que casi me hacen saltar las lágrimas por su belleza y tamaño. Lo que significa que tenían hornos de gran potencia, además fabricaban bloques de material que contiene restos del carbón de los hornos, como los que se pueden ver en el Santuario que hay en Loreto.
Luego hemos visitado San Ignacio, el urbanismo, la estructura de as viviendas y el paisaje es muy semejante, con un urbanismo excepcional; una plaza enorme donde está el templo, al lado, en una manzana, están las viviendas de los “hermanos”, enfrente los colegios y en la otra parte las escuelas de artes y oficios, donde todos los años venían hermanos de Europa a enseñar artes y oficios a los guaraníes. La primera imprenta de todo el Nuevo Mundo se fabricó en Loreto, la más bella de todas las misiones jesuíticas.
No se puede narrar tanta belleza y al mismo tiempo tanto horror. Estoy sentado en un prado lleno de tréboles de tres hojas – Hemos estado buscando un rato para ver si había alguno de cuatro hojas, pero no, los tréboles de este prado tienen sólo tres hojas.-
Al lado del prado hay una ruina de una construcción que tenía nombre propio, se llamaba Cotiguaza, una casa destinada a recoger a las mujeres viudas, las huérfanas, las solteras y las que tienen los maridos huidos. Llegaron a ser hasta 7000 las personas que habitaron este lugar.
Antes de irme me he sentado a meditar, sobre unas piedras restos de lo que fue el altar mayor, y he tenido la misma sensación que en Montsegur al atravesar el “Camp dels cremats”, donde murieron en la hoguera los últimos cátaros, los “bonshomes”. Aquí delante de mi, pero en otro tiempo, la fuerza del mal actuó de la manera más bestial que puede hacerlo.................era demasiado bello, demasiado perfecto.
Después de visitar estos lugares hemos pensado en buscar una posada donde detenernos para reparar fuerzas y comer un poco. No ha hecho falta buscar la madera ni el azul, a aparecido un cartel en el camino que nos has llevado a un lugar de madera, como el anterior y con los manteles de las mesas y el color de las sillas “AZUL”, azul y madera y hemos comido sabroso, sano y barato.
.....y ¿que tiene que ver ésto con la Astrología? Nada, ya hablaremos de Astrologia cuando despeje Neptuno.
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