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Un viaje imaginario en busca de los armónicos perdidos.

Explicar el tema de los armónicos es muy difícil, lo han intentado personas mucho más preparadas que yo, como Addey, Hammblin, Dumon o Miguel Garcia, pero a pesar de sus esfuerzos parece que no ha quedado muy claro el tema por la dificultad que encierra su explicación. Además es prácticamente imprescindible hacer uso de gráficos. Ante esta enorme dificultad para exponer el tema de los armónicos, me nace un placer, de no se donde, que me impulsa a intentarlo. Para mí no hay nada más placentero que iniciar una utopía.

Como sólo puedo usar palabras y este medio tiene sus limitaciones tendré que ingeniármelas y usar la imaginación para acercaros a tan apasionante tema.

Os llevaré primero, con palabras, con la ayuda de alguna foto robada y un poco de imaginación a hacer un viaje en el tiempo por el mundo antiguo, iremos por un camino intelectualmente algo pedregoso y resbaladizo, con muchos vericuetos, será un poco como entrar en el teatro mágico del Lobo Estepario de Hesse .

En primer lugar iremos de turismo de aventura en busca de una especie de ruinas astrológicas en forma de torre parecida a la Torre de Babel. Será como ir en busca de viejas ruinas de templos antiguos, donde de la única herramienta gráfica que disponemos será de nuestra imaginación.

En esas ruinas encontraremos viejos templos dedicados a los dioses del cielo y una construcción que son los vestigios del sistema de los armónicos en la antigüedad. Luego viajaremos a la India en busca de otro edificio astrológico anterior a la invasión musulmana para encontrarnos ante una construcción astrológica similar a las ruinas primeras. Será también como la Torre de Babel pero sin derruir, perfectamente construida y ordenada, eso sí, con algo de polvo en las paredes y algunos integristas encaramados en la planta 28, y unas letras difíciles de leer.

Como medio de transporte utilizaremos un viejo sistema que es hacer uso de la imaginación, pues ya sabemos que la imaginación es plurivalente como ninguna otra cosa. Como equipaje convendría llevar una pequeña libreta en la que diseñar lo que fuéramos observando o entendiendo, también conviene llevar una pequeña dosis de paciencia y un poquito de ilusión. Pertrechados de esta manera iniciaremos la andadura en busca de los vestigios armónicos.

Se inicia el viaje imaginario en busca de los armónicos perdidos.

-Un poco pasada la medianoche del día 1 de febrero de 1200 nos embarcamos desde el pequeño puerto de Al-Akrab a orillas del Mediterráneo del levante español.

Salimos con Luna llena, el cielo está limpio e iluminado. Al poco de zarpar, un luminoso lucero que identificamos como Júpiter, aparece por el horizonte naciente augurándonos un viaje pleno de experiencias enriquecedoras, satisfactorias y sin desgracias personales. Será un viaje seguro.

Navegamos y navegamos durante días por el calmado Mediterráneo de suaves inviernos. - Casi al final de la singladura, doce días después de haber zarpado, desembarcamos en el pequeño y ajetreado puerto de Byblos, allí nos espera nuestra amiga Carmen que ha organizado a un grupo de camelleros para que nos transporten hacía nuestro siguiente destino. Descansamos un día en su hermosa casa con vistas a la bahía atendidos como reyes, una vez recuperadas fuerzas emprendemos el camino ascendiendo por los verdes montes del Líbano llenos de enormes y bellos cedros.

Medio día de viaje y descendemos al valle de la Bekaa, todo verde como un tapiz o un enorme campo de golf sin agujeros, ni banderitas, ni señores con gorrita y palito en la mano, todo el espacio es verde de trigo incipiente, tan verde y bello como podáis imaginar.

Después de atravesar este maravilloso y fértil valle balanceándonos al lomo del camello, volvemos a ascender hasta atravesar la siguiente cadena de verdes montañas que conforman este hermoso país. Descendemos hasta el desierto de Siria y continuamos nuestro viaje montados en nuestras monturas imaginarios hasta llegar a la bella ciudad de Qadna que se levanta a la vera del rio Orontes y es como un puerto de mar pero con el desierto que tiene delante.

Durante varias jornadas atravesamos este desértico paraje. Mucho calor durante el día y bastante frío por la noche, no hay demasiadas comodidades arriba de un camello - a alguno le puede doler alguna neurona, eso es normal en esta clase de viajes.

- Tranquilos que ya llegamos a Palmyra situada en un bellísimo oasis, lo que nos sitúa mitad de camino entre Damasco y el Eufrates.

Aquí nos detenemos para pasearnos por las calles de esta ciudad que están repletas de las más bellas tiendas orientales. Visitamos el templo de Bel y la exquisita capilla dedicada a Júpiter que aquí le llaman Baal y es el dios de los cielos.

Dos días después llegamos a Marí, una exótica ciudad en la orilla derecha del Eufrates que fue el centro de un reino muy poderoso en otros tiempos. Aquí hay un bello templo dedicado a la diosa Venus, aunque aquí le llaman Istar, En esta ciudad cambiamos nuestros camellos por unas alargadas embarcaciones que tienen una proa muy picuda, pero son muy estables y cómodas. Nos sentamos cómodamente y nos dejamos llevar por la corriente río abajo.

Por fin, días después de salir del desierto, al llegar a la zona donde casi se unen los ríos, dejamos nuestras embarcaciones y caminamos hasta llegar a un amplio valle en cuyo centro hay una loma y sobre ella se aprecia una construcción circular, como una Plaza de Toros enorme. Pero hay una espesa niebla que sólo permite ver la parte de la estructura que está pegada a tierra. Nos aproximamos caminando por encima de una hierba verde que desprenden aromas alimonados al pisar.

Conforme nos acercamos se observa claramente que se trata de una estructura circular de considerable tamaño, a pocos metros perdemos la visión de las plantas superiores del edificio a causa de la espesa niebla que sigue envolviendo la parte alta de la edificación.

Es como un templo que tiene doce arcadas abiertas perfectamente diseñadas y las separaciones entre una y otra quedan muy marcadas por los diferentes gravados que se observan en ellas. En una, la que da al este, se dibuja un carnero de cuernos enrollados, en la de al lado se aprecian dos grandes peces como dándose un beso en la boca, al otro lado, un Uro de cuernos alargados diseña la fachada y así vamos observando como cada una de las secciones hacen referencia a un símbolo conocidos por todos.

Ahora cada uno elige la puerta que más afín le resulte. - Voy a entrar por la arcada que simboliza Aries, que es mi signo al subir el peldaño anterior al que alcanza la entrada, observo que el bordillo está compuesto por 30 ladrillos bien numerados.

Nada más poner el pié aparece un letrero formado por una especie de holograma que dice. “Entre por su grado” Así que caminando por el bordillo me dirijo hacia el lugar del grado 27 y entro.

Todo este lugar está repleto de todo el simbolismo que conozco de Aries, supongo que si habéis entrado a cualquier signo os encontraréis allí con todo el simbolismo que conocéis de cada signo zodiacal, aquí se describen a los planetas que han dejado su influencia y sus patrones, aquí está todo lo que ya sabemos. Releemos tranquilamente y luego continuaremos nuestra inspección por las plantas superiores de esta construcción.

Al fondo del recinto de los signos se observa una escalera que sube a la parte de arriba. Trepamos por los peldaños y llegamos a la parte superior de la primera estancia, donde nos encontramos en una sala en la que no hay ventanas ni puertas, la neblina exterior lo invade todo, sólo se aprecia sobre el suelo, una especie de pared derruida que debió dividir esta estancia en dos partes.

Sigue habiendo una escalera que sube a la siguiente planta, de nuevo trepamos por los escalones y llegamos al piso siguiente que está dividido en tres habitáculos, un cartel en diferentes idiomas dice que es la planta de las Faces o los Decanatos. Hay tres puertas y cada una pone una numeración, en una pone del 1 al 10, en otra del 11 al 20 y en la tercera del 21 al 30. Está claro que se refieren a grados, así que entro por la puerta del 21 al 30 que es donde tengo a mi Sol. -Cada uno puede subir a ese piso abrir su puerta y ver con que se encuentra.-

Al entrar en la tercera puerta de la tercera planta, observo que las paredes están diseñadas con diferente simbolismos, la del fondo que parece más antigua, está llena de símbolos que identifico como Géminis Mercurio y todo lo que me sugiere esta simbología, luego observo otra pared que dice “decanatos egipcios”y la encuentro llena de símbolos egipcios que parecen representar a Júpiter y a todo el simbolismo que conozco de este planeta, mientras que la otra pared está diseñada con símbolos más modernos entre los que destaca Venus y todo su simbolismo, incluso hay un párrafo escrito en árabe que puedo traduciros y dice: “Tercer Decanato o tercera Faz de Aries, es marca de sutileza, benevolencia, juegos y alegría.


Al revisar la estancia vemos que hay otra escalera que sigue subiendo, trepamos de nuevo y llegamos a otra planta en la que parece que todo está destruido, sólo se aprecian unas divisiones sobre el suelo que insinúan que hubo cuatro estancias. Continúa la escalera y seguimos subiendo a la quinta planta y aquí parece que se conservan cinco salones decorados con mucho estilo, pero hay unos salones de mayor tamaño que otros. Hay un cartel que indica que es la planta de los “términos” Me dirijo hacia la última puerta que es pesada y de color negro y entro en una sala en la que me encuentro ante toda la simbología más creativa de Saturno, todo está decorado con estilo saturnino, una mesa de piedra muy bien tallada, unos sillones de ébano, una enciclopedia bellamente encuadernada, la carta de una mujer saturnina expresándome su amor, en fin todo lo que se sobre esta planta tamizado por Saturno. ¿Cómo es tu sala en de esta planta?

Luego seguimos subiendo hasta a la sexta planta, después a la séptima. Estas plantas están en estado ruinoso, no quedan paredes ni símbolos inscritos en ellas, tan solo se conservan huellas de divisiones de las estancias. Sigue habiendo escalera, seguimos subiendo hasta la octava planta. También está en ruinas, además la niebla entra por la falta de paredes y apenas se observa nada, tan sólo han quedado marcadas sobre el suelo ocho divisiones y nada más, pero la escalera continúa subiendo.

Subimos hasta la novena planta y encontramos nueve puertas con un cartel que dice “novenarias”. En esta planta se conservan nueve salones con ambiente muy relajado. Abro la última puerta, la que se corresponde con los grados de mi Sol y me encuentro una sala diseñada con elementos algo exóticos. Es curioso hay algo inscrito en sefardí, esta habitación está repleta del simbolismo que conozco de Júpiter, todo de color azul que te hace sentir el relax que se siente cuando uno tiene experiencia sobre algo. !ha¡ !claro¡ esta es la novenaria de Sagitario. ¿En qué novenaria te encuentras?

Continuamos subiendo a la décima planta y luego a la siguiente, ambas están en ruinas y la espesa niebla invade las dos plantas, seguimos subiendo la escalera y llegamos a la planta 12 que está dividida en doce puertas y hay un cartel que dice “Dodecatemorias”.

Esta planta está dividida en doce habitaciones con doce puertas, cada una de ellas con el símbolo de cada uno de los doce signos zodiacales. Pero hay que tener cuidado porque el suelo puede moverse. Cada uno entra por la puerta que toque, en mi caso por la última puerta, la que lleva el símbolo de Piscis y al traspasar el dintel de la puerta me encuentro con toda la simbología más pura que conozco sobre Piscis.

Sobre una mesa hay una minúscula lámpara de aceite encendida, sobre una silla hay unas mantas de lana virgen, al fondo, en la parte que da al exterior un hermosa ventana formando un estrella de doce puntas, en el centro de la habitación una pequeña tarima que parece un lecho, sobre la tarima hay una alfombra..............

Es sin duda una alfombra mágica, lo sé, pues al entrar en esta estancia algo me hace sentir que aquí es donde se guardan las alfombras mágicas, también se o tengo fe absoluta en que en cada una de las diferentes habitaciones, que parecen cenobios, hay alfombras mágicas, así que todos podemos sentarnos cómodamente sobre la alfombra que encontremos y podemos prepararnos para volar con ellas en busca de la Torre astrológica de la India.

Ahora que ya está anocheciendo y no podemos ver mucho más de este edificio descomunal, daremos una cabezadita sobre la alfombra mágica de varios colores y mañana partiremos en busca de la Torre de la India.
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Comentario por Luz Maria Salazar el octubre 11, 2009 a las 9:03pm
yo, ya voy en mi alfombra mágica, en busca de la torre de la india

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