SOL, LUNA Y DUALIDAD

[Pedro Jiménez Sanmillán]

               SOL, LUNA Y DUALIDAD

     El 2/4/2014 la Luna llega al grado 12 de Tauro y forma el primer semixestil del primer ciclo de aspectos del presente año astrológico. Momento mágico. Momento de inicio. Día alquímico.

     Todos los aspectos que se establecen entre el Sol y la Luna se resuelven a través del sendero nº 25 del Árbol de Cábala, por sus regencias Sol-Tiphareth y Luna-Yesod.

SENDERO Nº 25

Une las sephiras: Tiphareth y Yesod

Imagen de sendero: La Templanza

Arcana: nº 14

Nombre místico: Hija de los reconciliadores.
                        Portadora de vida

Letra hebrea: samekh (apoyo, puntal)

Signo asociado: Sagitario

Texto Yetzirático: “el vigésimoquinto sendero es llamado la inteligencia de prueba, porque ésta es la forma por la cual el creador conoce a los compasivos”

     La imagen representa a una entidad angélica que mezcla líquidos procedentes de dos jarras de distintos colores, lo que equivale a decir: “resolviendo la dualidad”.

     Sólo cuando el hombre es capaz de elevarse por encima de su conciencia dual se ha conquistado a sí mismo. Ya no es esclavo de sus emociones, muchas veces traicioneras, ni tampoco de sus rigideces mentales e intelectuales. Se encuentra en su centro. su Zen, y se convierte en un ser superior. Capaz de desarrollar todo su potencial. Es lo que se conoce como temple. Estar templado. Dueño de sí mismo.

     Alquimia es mezcla, y mezclar de forma adecuada y conveniente los opuestos, en su justa proporción, es el trabajo de la existencia. Alcanzar la sabiduría y la elevación a un plano superior. De ahí su asociación con el signo de Sagitario.

     En una carta natal el Sol y la Luna representan el par de opuestos por antonomasia. Del estudio del estado celeste de ambos cuerpos nos es fácil deducir con relativa rapidez el tipo de relaciones que el nativo tendrá con los sujetos del otro sexo y, yendo un poco más allá, los muchos o pocos problemas que tendrá para integrar en sí mismo sus dos partes, masculina y femenina, puesto que las dificultades con el otro sexo no son más que la proyección externa de su conflicto interior.

      Desde aquí podemos dar aún un paso más y darnos cuenta de que ese mismo conflicto se expresa con todo aquello que el individuo considera ajeno a él, y empezamos ya a hablar de intransigencias, más o menos acusadas, con los pensamientos, actitudes, ideas, posturas, creencias... que el sujeto no comparte. Por supuesto que, en el particular estilo de la expresión del conflicto, su falta de tolerancia, mucho tendrán que decir su Mercurio, su Marte, su Saturno... claro que sí. Pero la base de su postura será siempre la relación entre el Sol y la Luna, como significadores universales de los opuestos. Masculino y femenino, positivo y negativo, razón y emoción, realidad y fantasía, ánima y ánimus, cerebro izquierdo y cerebro derecho...

     En una carta natal el Sol y la Luna nos cuentan la mayor o menor dificultad que el sujeto tendrá para integrar en sí mismo los opuestos, o mejor dicho, las específicas dificultades que su Alma ha elegido (ella sabrá por qué) para esta encarnación, en el trabajo de “transmutación del yo”.

Texto de la imagen: “visita interiora terrae rectificando invenies occultum lapidem”

(visita las partes interiores de la tierra y por rectificación hallarás la piedra oculta)

Pedro Jiménez Sanmillán

LAUS DEO