UN POCO DE ASTROLOGÍA MÉDICA

[Irma Esmeralda Latorre]

En la Astrología es donde más se debe aplicar la teoría de Heisenberg su principio de incertidumbre (conocido también como indeterminación), formulado en 1997 y por el que obtuvo el premio Nobel de Física en 1932; así en la Astrología no hay técnicas ni recetas en su interpretación.

El Sol cuyo elemento fuego, si realiza un aspecto fuerte con los planetas trans-saturninos, como por ejemplo, con Urano podemos ver la fragilidad de un sistema nervioso, el mismo que estará afectado, al igual que habrán dificultades en su sistema cardiovascular.

Si fuera con el planeta Neptuno, se presentaría una baja de vitalidad, porque hay una fuga en la energía etérica. Con Plutón observaríamos una circulación sanguínea pesada, y como Plutón es el Planeta de la regeneración o degeneración, nos estaría indicando que el problema de salud no es fácil de recuperación, con una tendencia a la degradación de la parte del cuerpo u órgano en donde se establece este planeta en la Carta natal y sus aspectos.

Marte con aspectos poderosos hacen que el metabolismo se incremente, nos indica que la persona es muy activa y tiende a quemar energía rápidamente, en cambio si es el planeta Saturno quien tiene aspectos importantes en la Carta Natal, se presenta un metabolismo lento, retardado, necesitarán comer menos y realizar mayor actividad física.

Del libro de G. Surany, extraigo textualmente la técnica establecer cuál planeta es Hyleg, Afeta y Anareta, los que nos informarán el estado de salud del nativo y dónde está el foco principal de los problemas de salud.

“El Hyleg es el punto del horóscopo natal del que se deduce la fuerza o la debilidad de la constitución del nacido. Si tiene aspectos favorables, le confiere resistencia contra las enfermedades, mientras que si tiene aspectos desfavorables debilita su vitalidad. Se representan en la carta del cielo por una de las luminarias (Sol o Luna) según las reglas siguientes:

1 - La Luminaria que se escoja como Hyleg, debe estar sobre el horizonte.

2 – Si está en la casa VIII o XII no puede desempeñar la función de Hyleg.

3 – Cuando está en la casa I se puede escoger como Hyleg con la condición de no estar a más de 20 grados por encima de la cúspide del Ascendente.

4 – Si las dos Luminarias cumplen estas condiciones, se elige a la más digna. En caso de igualdad, se concede preferencia al Sol.

5 – Cuando ninguna de las Luminarias pueda desempeñar la función de Hyleg, el Ascendente cumplirá ese papel.

6- De todas formas hay que consultar tanto al Ascendente como al Hyleg.

Para juzgar la fuerza o la debilidad del Hylerg, hay que encontrar el Afeta y el Anareta.

Afeta es el planeta que envía al Hyleg el mejor aspecto. Actúa como soporte.

Anareta es el planeta que envía al Hyleg el peor aspecto, actúa como destructor.

El Afeta se escoge, con preferencia, entre los planetas benéficos y el Anareta entre los maléficos. En principio, cualquier planeta puede indistintamente cumplir la función de uno de estos puntos Hylegíacos, cuando no hay un benéfico en buen aspecto, se escoge un maléfico y viceversa.

Si en un tema el Hyleg es fuerte por su aspecto y posición, la salud será buena y la constitución fuerte. El Afeta la refuerza, mientras que el Anareta indica sus debilidades.

Hay que tener en cuenta tanto a la Luminaria como al Ascendente aunque ninguno de ellos sea Hyleg, pues por analogía son significadores de Vida.

Algunos autores le atribuyen al Sol más importancia en los temas masculinos y a la Luna en los nacimientos femeninos.

Extraído del mismo libro.

ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO

Cuando se intenta descubrir una enfermedad del estómago o de los intestinos hay que observar con atención los signos Cáncer, Virgo y sus opuestos. El signo Sagitario es igual de importante cuando se trata del hígado, regido por Júpiter, mientras que el signo Escorpio influye sobre los intestinos.

Saturno aflige en un signo que designa a los intestinos como la causa del estreñimiento. En este tema, Saturno está en Virgo que rige el abdomen y opuesto a Júpiter, regente de la casa VI.

El Ascendente, que es al mismo tiempo Hyleg, está al final del signo Cáncer, signo de nutrición, e indica el punto débil del nativo, el aparato digestivo.

La cúspide de I está en conjunción a Venus (que es Afeta del tema), y en cuadratura con Urano (que es Anareta). Su regente es la Luna, bien aspectada y dignificada, pero mal situada desde el punto de vista de la salud, puesto que está en la casa XII y es significadora particular de enfermedad. Una sesquicudratura en la que Júpiter se une al Ascendente deja intuir trastornos gástricos.

Júpiter, principal significador de enfermedad aguda, está afligido por Venus, que rige la casa IV, y por Urano que la ocupa. Según los principios de analogía, la casa IV, que rige el estómago, designa junto con el cuarto signo, las funciones digestivas.

Hay varias indicaciones que llaman la atención sobre el defectuoso funcionamiento del estómago. Júpiter, por su situación en Piscis, da trastornos del hígado y de la digestión, y por su cualidad de regente de la casa VI, los sitúa entre enfermedades agudas.

Puesto que no interviene ningún aspecto maléfico de la casa XII o de su regente, el estreñimiento significado por Saturno en Virgo en oposición con Júpiter no será crónico.

Está originado por un mal funcionamiento de la digestión y también por la debilidad del hígado.

Sin embargo, la enfermedad del hígado será grave y requerirá una operación. Urano, regente de la casa VIII aspectan a Júpiter en una sesquicuadratura.

El nativo, aquejado de cirrosis hepática, tuvo que someterse a varias punciones a la edad de 38 años.

Al dirigir Marte (el cirujano) 38 grados, llega a la oposición exacta con Júpiter y da así el año en el que tuvo lugar la operación del hígado (Júpiter).

Dos años más tarde se producía una fuerte crisis intestinal con un período de pertinaz estreñimiento. Saturno dirigido 40 grados, está en cuadratura con Venus y el Ascendente, Júpiter dirigido 40 grados, da los mismos aspectos.

Tomado parte de un artículo de Bettina Marfetán

Dra. Irma Latorre