Estamos en las fechas del típico parón veraniego. En vacaciones suele haber planes conjuntos, ya sea en familia o con el grupo de amigos. En definitiva, ¿qué sucede en un grupo de vacaciones, sea cual sea el tipo de grupo y la época del año? ¿Cuáles son las dinámicas básicas de relación, motivación, etc.? Hay veces que surgen los roces simplemente porque se hablan ‘idiomas’ distintos, aunque el objetivo sea común.
Voy a echar un vistazo a estas dinámicas basándome en los signos zodiacales, que es una premisa más bien de la astrología moderna y puede servir para hablar de la generalidad. Estas dinámicas, pues, se harán palpables en los nativos con un énfasis en el signo zodiacal (por la ubicación del Sol, Luna o Ascendente natales) y podrían retratar bastante bien las conductas que se muestran en esas circunstancias temporales pero intensas que se comparten con las amistades, a caballo entre la intimidad y la vida social. Lo importante es señalar que todos los signos tienen una aportación valiosa que hacer al grupo o, lo que es lo mismo, todos tienen su función y sería ideal un equilibrio entre todas.
Así, la triplicidad o elemento del signo solar suele ser definitorio de las motivaciones básicas de los integrantes de un grupo viajero. Veamos.
- Los signos de Fuego (Aries, Leo y Sagitario) querrán vivir su dosis de aventura, que implique también movimiento, esfuerzo físico y quién sabe, un poquitín de riesgo. Están dispuestos a improvisar los planes. El Fuego, para pasarlo bien, necesita entusiasmarse.
- Los signos de Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio) querrán una experiencia organizada, bien planeada; en definitiva, tener la sensación de que han aprovechado al minuto el tiempo de vacaciones y sobre todo, el dinero gastado. Poco amigos de las sorpresas y las improvisaciones en el último minuto, refunfuñan ante los cambios de planes pero después sostienen bien cualquier situación. Son los menos comprensivos con el entusiasmo y los arrebatos del Fuego.
- Los signos de Aire (Géminis, Libra y Acuario) estarán motivados sobre todo por cómo se desenvuelvan las relaciones entre los diferentes integrantes y procurarán mantener la ‘horizontalidad’ del grupo, es decir, la igualdad. Probablemente reforzarán las relaciones existentes y promoverán conocer gente nueva. Lo mejor de las vacaciones: las risas compartidas y las bromas.
- Los signos de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) vivirán intensamente cualquier experiencia, se les note o no y se sentirán conmovidos con facilidad; emociones que quizá no sepan comunicar eficazmente al resto del grupo. También, en el plano material, buscarán sentirse cómodos en todo momento, procurando el mínimo esfuerzo físico. ¿Planes? ¿Qué planes? Mientras haya un buen restaurante o un spa…
Por cuadruplicidades o cualidades, la cosa se vuelve todavía más reveladora:
- Los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio) son los que suelen decidir o promover el viaje, la ruta, la estancia, el sarao o lo que se presente. Tienden a presentarse voluntarios para cualquier indagación, exploración o gestión nueva. Nunca se quedan sin propuestas o soluciones. Son los que, dicho en plata, “tiran del carro” de cualquier grupo vacacional. Lo difícil es mantener el impulso inicial…
- Los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) son los que recogen las propuestas cardinales y las mantienen a toda costa, colaborando en la organización. Una vez acordado un plan, se atienen a él como el coronel del puente sobre el río Kwai. Éstos son los que se comprometen. La particularidad de la fijeza hace que acaben convirtiéndose en el vórtice central de la energía del grupo. Para disfrutar de las vacaciones, querrán saber que al menos se ha cumplido parte del plan inicial.
- Los signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis) son las bisagras de todo grupo, el aceite de engrasar las relaciones. Intermediarios naturales, están dispuestos adaptarse a las demandas de cardinales y fijos o a hacer de puente de entendimiento entre ellos. Esenciales, pues, para que la tensión que casi siempre acaba apareciendo, no se desborde. La parte negativa, que también la hay, es que son los que más dificultad tienen para comprometerse en cualquier plan. Dicho de otro modo, los mutables tienen una energía algo oscilante y suelen ser “el motivo” por el que los planes se cambien, muchas veces por causas ajenas a su voluntad consciente: una indigestión, una alergia, una aprensión…
Y ahora, unas pinceladas rápidas para cada signo en la peculiar situación de las vacaciones o viajes en grupo:
- Aries (fuego cardinal): parece un tópico pero es el signo más individualista, que querrá llevar a cabo sus planes, con o sin compañía. Se impacienta si hay una toma de decisión del grupo un poco larga o ‘demasiada’ reflexión. Cuidado con los juegos o los desafíos porque sale la vena competitiva. Necesitará estar activ@ físicamente. Normalmente, si hay un Aries en el grupo se empeñará en conducir la mayor parte del tiempo. Voluntario para cualquier imprevisto que se presente.
- Tauro (tierra fijo): aporta centro al grupo, incluso a veces una especie de liderazgo tranquilo e inesperado. En cuanto al turismo o a los viajes, el rendimiento físico no está reñido con un buen homenaje de mesa y mantel. Muchos Tauro disfrutan también cocinando si tienen ocasión. Esencial estar al aire libre y en contacto con la naturaleza. Puede resultar algo testarudo, pero cuando la cosa se complique entre los integrantes del grupo, Tauro aportará una dosis de naturalidad y sentido común.
- Géminis (aire mutable): maneja como nadie la información, recogida de folletos, indicaciones para llegar a los sitios, mediador con los ‘lugareños’ y si se tercia, hasta intérprete… Su naturaleza le lleva a estar pendiente del ambiente circundante y conectado con él. Géminis está en su salsa en los desplazamientos, que por algo es el signo de los caminos y de los caminantes. El narrador natural del grupo, cuentista y muchas veces chistoso.
- Cáncer (agua cardinal): es el más sociable de los signos de agua, que en general suelen ser bastante introvertidos. Cáncer está en su salsa integrado en un grupo humano y la dinámica de relación será muy semejante a la de una familia; es entonces cuando le sale la vena protectora e incluso compasiva. Frecuentemente es el cociner@ del grupo. En las veladas nocturnas saldrán los recuerdos de las vacaciones de la niñez. Tiene una faceta espiritual que no se suele tener en cuenta en las descripciones del signo, pero ahí está y puede emerger en contacto con el folclore y leyendas de los lugares que visite.
- Leo (fuego fijo): puede que en esto de las vacaciones compartidas, Leo tenga una evolución notable a lo largo de los años. Es posible que durante la juventud se incline por una buena actividad física con un acusado sentido lúdico pero con el paso de los años vaya ganando terreno un cierto acomodo y gusto por las vacaciones “de calidad”. En Leo asoma, tarde o temprano, un amor por el lujo o al menos un cierto confort que alimente los sueños el resto del año. Prefiere gastar y disfrutar (lo breve e intenso) antes que estirar el presupuesto pasando estrecheces. Aunque a veces requerirá ser el centro de atención, también será generoso con los demás compartiendo sus recursos.
- Virgo (tierra mutable): este signo es laborioso y desea ser útil a los demás las 24 horas del día, por lo que resulta estupendo colaborando en organización e intendencia, aunque a los demás les puede resultar algo quisquilloso o aprensivo, especialmente a los compañeros de Fuego. En ocasiones, lo que a Virgo le parece constructivo (señalar un ‘defecto’) al resto le puede resultar irritante. A Virgo le cuesta aflojar el control en un espacio ‘extraño’, lejos de su organizado e higiénico hogar, lo que suele somatizar de inmediato. Eso sí, si a alguien le hace falta una aspirina, una tirita o un laxante, no hay que dudarlo: Virgo lleva un bien aprovisionado botiquín. También disfrutará recopilando información sobre el viaje y compartiéndola. Y cuando hay trabajo duro que hacer, Virgo siempre se apunta.
- Libra (aire cardinal): aunque sea el rey de la diplomacia, no hay que subestimar su faceta cardinal y vena competitiva. Libra querrá salirse con la suya (probablemente alguna visita cultural), aunque siempre en compañía. Parece estar siempre tendiendo puentes y equilibrando las fuerzas del grupo, al que aporta armonía y horizontalidad. Poco amigo del esfuerzo físico y más afín con la comodidad y las exquisiteces. Muy relevante para Libra es el impacto estético que recibe durante el viaje: habitaciones de hotel, restaurantes, esas chanclas con calcetines… Sensible también a las situaciones de injusticia social. Las situaciones de grupo siempre son oportunidades para que Libra abandone por un tiempo su tendencia a vincularse “tête-à-tête” y para practicar un estilo de comunicación algo más directo…
- Escorpio (agua fijo): con este signo nunca se sabe, porque como buen signo de agua, la procesión suele ir por dentro. Lo que pasa con Escorpio es que suele haber exceso de emoción y bastante susceptibilidad; estar en grupo es una experiencia algo estresante para este signo, que acaba poniéndose a la defensiva. Las tensiones suelen terminar aflorando, casi siempre para sorpresa del resto. Así que lo mejor es descansar, alimentarse bien y dejarse de suspicacias (y verdades implacables) porque los demás están encantados de tenerlo con ellos. Por otra parte, si surge alguna situación difícil o peligrosa, Escorpio mostrará el temple necesario. Y como las vacaciones transcurran en una casa vieja en una aldea remota, las anécdotas misteriosas y los sustos estarán garantizados…
- Sagitario (fuego mutable): el signo viajero por excelencia, se adapta bien a cualquier grupo, al que suele transmitir parte de su entusiasmo. Cuanto más lejos viaje, mejor. Al Sagitario filósofo le gustarán unas vacaciones con “sentido”; al aventurero, movimiento físico y algo de riesgo. Todo Sagitario tiene algo de ambos. Este signo de natural optimista teme una cosa: el aburrimiento. A Sagitario le cuesta olvidarse de que es un turista y prefiere definirse como viajero o peregrino, queriendo sumergirse en el exotismo de la situación. También suelen volver de las vacaciones con narraciones de extrañas coincidencias y sincronicidades, señales de que todo en el mundo está conectado de alguna manera, atisbos de la verdad universal. El Sagitario-Sagitario vive “viajando”, de una manera o de otra.
- Capricornio (tierra mutable): el impulsor, organizador y/o gestor por excelencia de todo proyecto viajero. Tiene el arranque de la cualidad cardinal y la capacidad organizativa del elemento tierra, con lo que es un jefe natural. En la foto de grupo, es el que está subido a un tronco, piedra o montículo. Afín al trabajo físico y el esfuerzo, incluso disfruta en algunas situaciones que rayan la precariedad; le faltaría por ello la compasión o la tolerancia con los que no tienen su dureza, ni su resistencia ni su iniciativa. De él depende ser un líder elegante, discreto y cohesionador para el grupo o quedarse en sargento chusquero.
- Acuario (aire fijo): aunque desapegado en las distancias cortas, este signo goza y encuentra sentido en la experiencia grupal y por ello, en el típico viaje o vacaciones entre amigos; cuanta más gente, mejor. El más fijo de los de aire, se opondrá tenazmente a cualquier conato de jefatura absoluta en el grupo porque es enemigo de la autoridad individual. Siempre tiene algo original que aportar al resto que, en parte, es su actitud de desmarque de la vía convencional. Es un signo que, se identifique o no con la tecnología, acaba protagonizándola: videograbaciones, redes sociales, telecomunicaciones en general, gadgets…
- Piscis (agua mutable): el más acuático de los signos puede quedar algo difuminado en un grupo, puesto que no están definidos del todo los contornos de su identidad, motivaciones y valores y resulta muy influido por los demás. Vulnerable, alérgico a los horarios y sujeto a altibajos de energía que puede causar impaciencia en el resto del grupo. Por otra parte, Piscis es conciliador y muy compasivo y puede limar muchas aristas. Piscis podría perderse y si es así, lo disfrutará. Muy impresionable, tendente al misticismo, el viaje externo se corresponde con otro mucho más intenso, que es interno, pero difícil de comunicar o de compartir a no ser a través de símbolos o de música. Puede tener su momento culminante en ese concierto de órgano en una iglesia remota…
Espero que estas descripciones os hayan resultado, al menos, entretenidas. Os recuerdo de nuevo que sólo pretendo señalar trazos generales por lo que hablo de signos zodiacales, no de personas. Afortunadamente, los seres humanos somos el resultado de una mezcla astrológica algo más compleja…
¡Feliz verano!
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