WILLIAM LILLY Y EL GRAN INCENDIO DE LONDRES - ( 1ª parte)

[ANTONIO GARAU]

El Gran Incendio de Londres fue un gran incendio que arrasó la ciudad de Londres en Inglaterra desde el 2 hasta el 5 de septiembre de 1666. El fuego destruyó el centro de la ciudad medieval dentro de la vieja muralla romana de Londres. Amenazó, pero no llegó, al nuevo distrito aristocrático de Westminster, el palacio real de Whitehall y la mayoría de los asentamientos suburbanos de Londres.1

Fue una de las mayores calamidades de la historia de Londres. Destruyó 13 200 casas, 87 iglesias parroquiales, 44 antiguas Casas Gremiales, la «Royal Exchange», la Casa de Aduanas, la Catedral de San Pablo, el ayuntamiento de Londres, el palacio correccional del centro medieval y otras prisiones, cuatro puentes sobre los ríos Támesis y Fleet, y tres puertas de la ciudad. Dejó a unas 80 000 personas sin hogar, un sexto de los habitantes de la ciudad en ese momento. La cifra de muertes por el incendio es desconocida, y se pensaba que había sido bastante pequeña porque solo algunas muertes fueron registradas. Este razonamiento ha sido desafiado recientemente considerando que las muertes de pobres y de personas de clase media no fueron registradas, y que el calor pudo haber incinerado a muchas víctimas sin dejar restos reconocibles.

El fuego se desató en la mañana del 2 de septiembre de 1666. Comenzó en la panadería de Thomas Farriner (o Farynor) en «Pudding Lane» (Calle del Budín), poco después de la medianoche del domingo, y se extendió rápidamente. El uso de la principal técnica contra incendios de la época, la creación de cortafuegos por medio de demoliciones, fue retrasado debido a indecisiones del Alcalde Mayor de Londres, Sir Thomas Bloodworth. Para cuando fueron ordenadas las demoliciones a gran escala en la noche del domingo, el viento ya había convertido el fuego de la casa en una tormenta ígnea que venció tales medidas.

El lunes, el fuego fue empujado al norte, el corazón de la ciudad. Comenzaron a producirse desórdenes en las calles por los rumores de que habían sido extranjeros quienes iniciaron los incendios. Las sospechas se centraron en los franceses y holandeses, los enemigos de Inglaterra de la Segunda Guerra Anglo-Holandesa en curso. Estos grupos de inmigrantes fueron víctimas de linchamientos y violencia callejera. El martes, el fuego se extendió por la mayor parte de la ciudad, destruyendo la catedral gótica de San Pablo y pasando el río Fleet para amenazar a la Corte Real de Carlos II en Whitehall, mientras los esfuerzos coordinados en la lucha contra el fuego se movilizaban simultáneamente. La batalla para apagar el incendio se considera haber sido ganada por dos factores: se detuvieron los fuertes vientos del este, y la guarnición de la Torre de Londres usó pólvora para crear cortafuegos efectivos para detener la extensión adicional del fuego hacia el este.

Los problemas sociales y económicos creados por el desastre fueron abrumadores. Evacuación de la ciudad y el reasentamiento en otros lugares se vieron fuertemente alentados por el rey, que temía una rebelión en Londres entre los refugiados desposeídos. A pesar de numerosas propuestas radicales, Londres fue reconstruida esencialmente en el mismo plano de las antiguas calles utilizado antes del Incendio.

Una de las figuras más notables, dentro de la historia de la Astrología, es la del inglés William Lilly (1602 1681) considerado el padre de la Astrología Británica. Consultado por la nobleza y asesor del propio Rey Carlos I, durante los años turbulentos de la Revolución Inglesa, Lilly pronosticó con 10 años de anticipación tanto la Gran Peste de 1665 como el Gran Incendio que arrasó Londres en 1666.

William Lilly se sentía atraído por la política y se vio en medio de los duros enfrentamientos entre la corona y los partidarios de la república liderados por Cromwell. Ambas partes lo consultaban como astrólogo y a la vez desconfiaban de su lealtad, ya que mantenía contactos con ambos bandos. Le encantaba la intriga política y fue acusado con frecuencia de duplicidad. Lilly fue conocido como "el Merlin Inglés" por sus amigos y como "El mago del malabarismo y la impostura" por sus enemigos.

Carlos I Ignora los Consejos y es Decapitado.

Dos años más tarde, esperando todavía recuperar su poder, Carlos I le preguntó a Lilly a través de un intermediario dónde se podría ocultar para evitar ser apresado de nuevo. Luego de estudiar su carta, Lilly le sugirió que buscara refugio en Essex como el lugar más apropiado y recibió del rey 20 libras por la consulta. Pero Carlos I desoyó el consejo del astrólogo y finalmente decidió huir a la isla de Wight, donde fue apresado y encerrado por el gobernador local.

Por segunda vez, el rey decidió pedirle consejo a Lilly y el astrólogo le sugirió como conveniente el que firmara ciertas propuestas que le ofrecían y que incluso acompañara a los comisionados a Londres, dónde el descontento que el pueblo sentía con el ejército jugaría a su favor. Pero una vez más el rey hizo caso omiso a los consejos de Lilly. Poco después., Carlos I fue sometido a juicio y decapitado por traición el 30 de enero de 1649. "De haberme prestado atención escribió Lilly más tarde Inglaterra se hubiera ahorrado aquel desdichado espectáculo".

Lilly Escapa a sus Enemigos y al Verdugo.

La creciente fama de Lilly era acogida con una hostilidad cada vez mayor tanto por los demás astrólogos, que envidiaban su fama, como por los parlamentarios en cuya opinión esta astrología "olía al azufre del Demonio". En 1651 fue detenido y encarcelado brevemente tras haber pronosticado que "el Parlamento se levantaba sobre unos cimientos tambaleantes y tanto el pueblo como los soldados, se levantarían contra ellos". Y efectivamente el Parlamento fue disuelto dos años más tarde, También pronosticó, en plena era de Cromwell y la República, el futuro retorno de la monarquía al poder y el fin de las contiendas. Lo cual sucedió tal como fue promosticado .

Con la restauración de la monarquía en 1660, los enemigos de Lilly no esperaron más y se lanzaron contra él en un ataque en gran escala, distribuyendo un libelo en el que lo declaraba culpable de "varias traiciones, blasfemias y otras faltas de palabra, de obra y por escrito contra Dios, el difunto Rey y su actual Majestad". Pero sólo gracias a la acción combinada de unos influyentes amigos y de unos sobornos bien distribuidos, pudo Lilly escapar al verdugo.

Continuará en una 2ª parte....

[ANTONIO GARAU]

     Quizás haya un mal entendido entre los dos y nos hayamos levantado esta mañana con el pie izquierdo. A decir verdad no se a que ha venido, que tocara un tema de casi un año para, con gran asombro por mi parte, para mostrar, asi lo he entendido yo, una cierta actitud "hostil" hacia mi persona, no sé a cuente de que. A veces usamos inconscientemente frases desafortunadas, que según de quien vienen uno ya está acostumbrado, pero que si vienen de una persona que uno considera como amigo nos hacen sentir fatal y llevan por consiguiente una respuesta, con gran pesar,  que a uno no le gusta.

     No creo por mi parte haberle faltado al respeto, tratando de defenderme de lo que yo he considerado una actitud un tanto hostil. Entre los dos, que yo sepa, puede haber diferentes puntos de vista, pero en ningún caso, hasta ahora, hubo ningún tinte polémico.

     Por mi parte doy como zanjado el tema en el mejor sentido de la palabra y no veo ningún motivo para no seguir exponiendo nuestras ideas.  En mis blogs hay más de uno, por no decir varios, que he traducido del alemán al español para que ustedes pudieran entenderlos y con ello quizás enriquecer nuestra temática.

     Con mis mejores deseos le saludo igualmente.

[ANTONIO GARAU]

• Primero. Yo no he descalificado a W.Lilly. Más bien he tratado de aclarar el incendio de Londres, citando documentales de probada solidez. Descalificaciones las tuvo W.Lilly, en su tiempo por parte de sus colegas y autoridades, algo a lo que nosotros no somos ajenos.
• Yo no trato de impresionar a nadie ni me comparo con un "maestro" .Esto lo ha dicho usted.
• Si he nombrado un número de págs. leídas, es porque ellas comprenden cuatro idiomas. Regresé de Alemania con literatura alemana y me encontré con la necesidad de obtenerla en castellano, entre otras razones porque contenían otros temas, lo mismo tiene validez por los libros que tengo en inglés y en francés. Me acuerdo muy bien de sus palabras cuando dijo: Que sentía mucho o se arrepentía de no haber estudiado idiomas, toda vez que en otras lenguas hay muy buena literatura. Ello implica, sr. Paris que las págs. se multipliquen. A una persona erudita no es necesario fregarle por la cara, que el número de libros no le hace a uno más sabio. Lo considero una falta de tacto. Sabemos, que en al astrología existen montones de obras y sistemas. Para descartar la mediocridad es necesario a veces tragarse algún sapo....dicho de otra manera para saber lo que es bueno de verdad a veces hay que conocer lo malo.
• Veo que le resulta difícil aceptar que la edad acompañada de la experiencia es un punto. Quizás cuando llegue a los 80 lo entenderá mejor.
• Rectificar es de sabios. Yo lo he hecho dos veces en 39 años sin que me caiga una "joya de la corona".
• Todos, aprendemos algo nuevo cada día.
• Es posible que en algunas personas un exceso de libros pueda confundirla, a mi me han servido para salir de dudas.
• A lo largo del tiempo que estoy en el ADM he sido muy transparente y he manifestado experiencias propias
• basadas en principios o o bases astrológicas. Quizás usted las haya pasado por alto.
• Y por último, los debates en este foro, con frecuencia, dejan mucho que desear y terminan en polémicas absurdas y por consiguiente inútiles.

Saludos.

[ANTONIO GARAU]

     Hay astrólogos que usan las cúspides de las casas también para progresiones de todo tipo. Cuando yo me enteré de que existían dos docenas de sistemas de casas, me decidí estudiar el tema muy a fondo, algo que la mayoría de los astrólogos los  o estudiantes no han hecho por las razones que sean.

     Personalmente, en 39 años que he estudiado y practicado la astrología de manera autodidácta, solo he usado los dos ángulos, que son el AC y el MC. En la Astrología siempre tenemos una espada de Damocles por encima de la nuca, si somos lo suficientemente humildes para reconocerlo.

    ¿Quien es el valiente que se encuentra a gusto con dos docenas de espadas por encima de la nuca?

     ¿Algún voluntario?

[ANTONIO GARAU]

Bien, Paris. Supongo que en lo que respecta al gran incendio de Londres, usted no habrá visto a través del Canal Historia o National Geographic, las causas del incendio, como pudo ocurrir, etc. dichas casas, mayormente de madera y con una chimenea letal, producían incendios diarios en la ciudad...diríamos que era el pan nuestro de cada día. Los citados programas lo han analizado con todo lujo de detalles. Puede verlos en cualquier momento  a través de You Tube. Era sólo una cuestión de tiempo el que pudiera haber un incendio de tal magnitud, y para ello, seguro que no era necesario ser astrólogo, el simple sentido común  lo proclamaba a gritos. En el siglo XVII no había tantas opciones como hoy para hacer predicciones más o menos válidas: terremotos, incendios, guerras o  nuevas posibilidades de la peste como ya la hubo en siglos pasados. Bastaba para un astrólogo con suficiente experiencia, atar cabos y distinguir si era un terremoto, un incendio u otra cosa...por ejemplo si el pescadero traería hoy el pescado para el almuerzo.

     Urano, Neptuno y Plutón estaban presentes pero no descubiertos. Respeto el que no comulgue conmigo o con muchos otros astrólogos en lo que respecta a los citados planetas. Cuando llegue a mi edad o haya leído unas 135.000 páginas sobre Astrología, es muy probable que rectifique en alguna de sus opiniones. La edad = a experiencia siempre es un punto.

     En el siglo XVIII, hubo el gran incendio de Lisboa, precedido de un maremoto que arrasó la ciudad y la destruyó por completo, en gran parte debido a su orografía. Seguro que había astrólogos a los que pilló por sorpresa. No sé de ninguno de ellos que hayan hecho tal predicción.

     Comparar la predicción del incendio de Londres con las cosas, inventos, evolución o sucesos del último siglo y medio, me pare que es quedar anclado a siglos pasados. En el mundo en que vivimos, todo ha evolucionado, el ser humano, las formas de vida, transportes, medios de comunicación, sanidad y un largo etc. La Astrología como otras más ciencias no es una excepción. Los planetas tradicionales nunca tendrá fecha de caducidad pero si habrá que tener en cuenta los que han sido descubiertos después, comprobando sus influencias o manifestaciones. Innecesario poner de relieve la buena literatura que hay al respecto.

     Hoy nos valemos de esos progresos para obtener una carta astral en pocos minutos. En Náutica sólo los estudiantes hacen pruebas con sextantes, luego se sirven de los satélites, del rada u otros instrumentos que en siglos pasados era impensables. Podría citar muchos más ejemplos. supongo que habrá leído mi blog sobre Inteligencia Artificial. En este sentido, nuestro mallorquín universal, Ramón Llull o Raymundus Lullius, estaba muy por encima de W.Lilly, Ptolomeo o incluso de Jules Verne.

     Un cordial saludo.