La libertad existe, somos amos y señor de nuestras vidas. Pero…¿lo somos realmente?. Presento aquí un caso que me tocó de cerca, la muerte de mi hermano mayor. Una persona franca, directa, su “pecado” fue el exceso. Amaba la vida y la disfrutaba, disfrutaba del póker y los casinos, un buen auto y la velocidad. Era un buen comerciante, también, por muchos años, su entrada principal de dinero estuvo relacionada con los “boliches bailables”, de los cuales tuvo varios junto a…
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