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El signo zodiacal de Acuario está al centro de un malentendido. No me refiero a que las personas nacidas con el sol transitando en dicho segmento del zodiaco sean incomprendidas por los demás; me refiero a que los significados y correspondencias asociadas con el signo han sido distorsionadas como producto de los cambios sociales que hemos ido sufriendo hace bastantes décadas. En particular, llama la atención aquella asociación de Acuario con una utópica e idealizada libertad individual. Aunque siempre es posible acomodar un poco las cosas para que encajen mejor en el contexto cultural e histórico que nos toca vivir, no es prudente sobrepasar los límites que la propia elasticidad hermenéutica del símbolo establece. Se corre el riesgo de traicionar su naturaleza intrínseca en favor de una exagerada polisemia. Al hacerlo, la astrología deja de reflejar los ciclos cósmicos y naturales para dar cuenta de las modas culturales y tendencias políticas de una época en particular. Volveremos a esto en seguida. Primero es necesario contar una curiosa historia que puede resultar sintomática.
Acuario arranca con una polémica que se inicia en 1781, con el descubrimiento de Urano por parte del astrónomo William Herschel. Pocos saben que en un comienzo Urano no se llamaba así. El nombre original con el que fue bautizado por su descubridor fue Georgium Sidus, sencillamente “planeta Jorge”. Esta extraña denominación fue la manera con que Herschel pretendió honrar al entonces rey de Inglaterra, su majestad Jorge III. Urano siguió denominándose planeta Jorge hasta bien avanzado el siglo XIX, para consternación de Johann Bode, colega que insistía en observar la vieja costumbre, exigiendo un nombre más mitológico. Fue él quién propuso llamarle Urano. El cambio de denominación no se hizo oficial sino hasta después de 1850. La proximidad de su descubrimiento con la sangrienta Revolución Francesa, ocurrida en 1789, y los cambios políticos y sociales acaecidos en el mundo a partir de ese momento, le dieron a Urano la fama de astro libertario y revolucionario.
Pero la cuestión no quedó allí. Un siglo después de su descubrimiento se oían algunas voces que pretendían destronar a Saturno como regente tradicional de Acuario, proponiendo en su lugar a Urano. Hacia la primera mitad del siglo XIX empezaron a aparecer los primeros innovadores. Aunque no está muy claro quién fue el de la idea original, hay cierta evidencia de que un tal Raphael, conocido charlatán y ocultista de la época, habría sido el primero en promover el cambio en sus publicaciones. Otros señalan que fue John Varley, astrólogo de la época y amigo del poeta y artista William Blake. Lo cierto es que esta usurpación del trono acuariano no fue bien recibida por todos. Los más progresistas la defendían a rajatabla como una señal de los nuevos tiempos, con su masiva industrialización enmarcada en el contexto del estado liberal y democrático. Del otro lado estaban los conservadores, quienes sostenían que no se podía permitir que Urano entrara a destruir el equilibrio y la armonía existente en la asignación tradicional de regencias astrológicas. Y razón tenían, pues las regencias por domicilio habían sido perfectamente simétricas a ambos lados del grado cero de Cáncer, punto del solsticio de verano boreal. La estructura simbólica había sido así desde la fundación de la astrología occidental, unos dos mil años antes de Urano. Adulterar la armonía de las esferas con una nota disonante no era algo para tomarse a la ligera.
El expolio celeste tomó bastante tiempo en asentarse. A comienzos del siglo XX todavía no estaba claro si Urano debía o no ser destinado en Acuario. Eventualmente logró acomodarse allí y destronar a Saturno. Lo mismo hizo Neptuno en Piscis, planeta descubierto en 1846 y que desplazó a Júpiter; luego fue el turno de Plutón en Escorpio, descubierto en 1930, que desplazó a Marte. Sin embargo, la parte más sabrosa de la historia es de reciente data. En los últimos años la lista de planetas enanos del sistema solar, equivalentes en tamaño a Plutón, ha ido creciendo de manera preocupante. Por nombrar sólo a los cuatro más relevantes, tenemos en el catálogo a los planetas Haumea y Sedna, descubiertos el 2003, y a los planetas Eris y Makemake, descubiertos el 2005. La pregunta es obvia: ¿a qué signo piensan asignarle la regencia de estos nuevos miembros del sistema solar, considerando que asemejan en volumen a Plutón? Es más, con estos cuatro nuevos miembros ya tendríamos catorce significadores planetarios... ¡pero sólo hay doce signos zodiacales! El problema se agrava cuando nos enteramos de que existen alrededor de 200 planetas enanos como éstos en el cinturón de Kuiper, ubicado más allá de Neptuno. Lo tragicómico de la situación da como para una obra de Lope de Vega. Es evidente que algo no encaja, y todo comenzó con el azulado “planeta Jorge” en medio de Acuario.
Ciertamente Urano fue un descubrimiento que trajo consigo una alta dosis de caos al cosmos. Quizás no hemos entendido que el sistema tradicional de regencias, estructurado en orbes geocéntricos, es un mapa del universo espiritual y no del espacio exterior de la NASA. En él se preserva un orden arquetípico que obedece a una serie de reglas y principios simbólicos, matemáticos y filosóficos. La minuciosa descripción física del universo no es lo propio de la astrología. Su vocación es de orden metafísico, no científico. La totalidad de la comunidad científica estará de acuerdo conmigo en esto, pero probablemente muchos astrólogos modernos, que aspiran a ser reconocidos por la ciencia materialista, estarán en franco desacuerdo. Siendo transparentes, es bien obvio que la ciencia, su método y su paradigma, no son compatibles con la mirada hermenéutica y espiritual del firmamento que defiende la astrología. Pero volvamos con el primer intruso de todos: Urano en Acuario.
La Revolución Francesa le otorgó al muevo planeta el aura de rebelde, revolucionario y libertario. La posterior revolución industrial le agregó el aire de científico, tecnológico y progresista. De forma coherente, estos atributos le fueron trasladados a su nuevo domicilio, el signo del aguador. Resultaba lógico que si Urano representaba todo aquello, su signo también reflejara dichas características. Sin embargo Acuario, en el orden mitológico, no es realmente un inventor, ni un revolucionario, ni un redentor; es Ganimedes, el copero y amante de Zeus que distribuía el agua de la inmortalidad a los dioses. De todos modos, no hay mejor forma de entender su figura que remitiéndonos a los atributos originales presentes en la astrología de los primeros siglos. Es así que resulta sumamente interesante recordar los significados que los astrólogos de la antigüedad grecorromana, padres indiscutidos de la astrología horoscópica que utilizamos hasta nuestros días, le otorgaban al signo de Acuario. En particular, el astrólogo romano Vettius Valens (120-175 d.C.) nos regala una de las descripciones clásicas más precisas sobre el escanciador. En su famosa obra Antología, libro I, dice lo siguiente:
Acuario es un signo celestial masculino, sólido, antropomórfico, algo húmedo e individual. Es mudo, bastante frío, libre, de tendencia ascendente, feminizante, inmutable, básico, con poca descendencia; es causa de problemas surgidos del entrenamiento atlético, lleva cargas o trabaja con materiales duros, un artesano, alguien público. Los hombres nacidos bajo este signo son maliciosos, enemigos de sus propias familias, incorregibles, voluntariosos, engañosos, tramposos, ocultan todo, son misántropos, ateos, acusadores, traidores de la reputación y la verdad, envidiosos, mezquinos, ocasionalmente generosos por el flujo de agua del signo, e incontrolables.
Lo primero que puede sorprender al lector es la gran cantidad de atributos negativos asociados al signo. Esto se debe a que en la astrología tradicional su regente clásico es Saturno, el gran maléfico. Cabe aclarar de inmediato que por maléfico se entiende aquello que es contrario a la naturaleza de la vida. Siendo la esencia de Saturno muy fría y seca, los seres no prosperan bajo las condiciones que propicia este planeta. Por el contrario, la combinación de lo caliente y lo húmedo genera las condiciones idóneas para que prolifere la vida, como es el caso de Júpiter, el gran benéfico. Al respecto, el afamado Claudio Ptolomeo señala en su Tetrabiblos: “Saturno, por consiguiente, debido a que es frío y adverso al calor, moviéndose también en una órbita superior más remota de las luminarias, ocupa los signos opuestos a Cáncer y Leo: estos son Acuario y Capricornio; y son asignados a él en consideración a su naturaleza fría e invernal; y porque la configuración por oposición no coopera hacia la producción de bienestar”.
Las características tradicionales de Acuario tienen un tono pesimista por lo saturnino. Valens exagera al decir que los hombres nacidos bajo este signo serán maliciosos, incorregibles, etcétera. Su propósito es didáctico y en ningún caso debe ser tomado al pie de la letra, pues los astrólogos conocemos cientos de ejemplos en donde un ascendente acuariano o un Sol en Acuario no produce personas detestables, ya que cualquier juicio astrológico depende de la evaluación de un montón de complejos factores celestes y matemáticos en interacción. Lo importante aquí es notar la gran diferencia que existe entre la concepción clásica y saturnina del signo zodiacal con respecto a sus melifluas representaciones modernas. Aunque es razonable que la comprensión de un símbolo sufra cierto grado de adaptación con el paso del tiempo, su completa inversión no implica adecuación sino subversión, cosa totalmente distinta. Veamos, por contraste con Valens, lo que nos dice Linda Goodman en su popular libro Los Signos del Zodiaco:
A mucha gente le gusta el arco iris. Al verlo, los niños formulan un deseo; los artistas lo pintan, los soñadores van en pos de él, pero Acuario les gana a todos: él vive allí. Lo que es mas, lo ha desarmado y examinado parte por parte, color por color, y sigue creyendo en él. No es fácil creer en algo cuando uno ya sabe como es en realidad, pero Acuario es esencialmente realista, aunque su dirección sea mañana, por señas estrafalario– melancólico–lejano.
Otra cita de interés, y que contrasta notoriamente con lo señalado por Vettius Valens, es la descripción del signo que realiza Liz Greene en “Primeros pasos en Astrología”. Allí señala que:
El hombre que lleva el cántaro de agua comparte libremente su agua con todos aquellos que estén sedientos. Los astrólogos piensan que este es un buen símbolo para las personas nacidas bajo el signo de Acuario, ya que son generosos para compartir sus talentos con otros. Los acuarianos son por lo general humanitarios. Esto significa que se encuentran interesados en la gente y que se preocuparan por la gente como un grupo. Estos piensan que todos son sus amigos, sean blancos o negros, ricos o pobres, hermosos o feos. Acuario es un signo amigable.
Muchos acuarianos tienen mentes excelentes. Son muy listos para la ciencia y están especialmente interesados en cualquier cosa que pueda ayudar a las personas. A menudo se encuentran fascinados por los aparatos y las invenciones, y algunos acuarianos se vuelven grandes inventores. Otros apoyaran movimientos políticos referidos a cuestiones de libertad y justicia. Las personas de Acuario, no son muy emocionales por lo general, debido a que están mas interesados en compartir ideas y ayudar a otros.
Sí, las descripciones modernas son muy amables, o más bien dulzonas, hasta melindrosas. No parecen andar muy a tono con los jacobinos tiempos de Urano, cuando se cortaban cabezas de familias nobles, se incendiaban monasterios y se imponía el terror bajo los dictados de Robespierre, todo en nombre de la libertad. Es que finalmente aceptar los atributos de los llamados planetas transpersonales depende en gran medida de la evaluación que cada uno haga de la historia reciente. A diferencia del septenario tradicional, cuyas cualidades fueron desarrolladas tras una larga y paulatina observación de los ciclos de la naturaleza, los nuevos planetas son fruto de visiones políticas que surgieron como parte de los conflictos seculares que se iniciaron con la Ilustración, pasaron por la detonación de la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial y llegaron hasta el movimiento hippie de los sesenta. Negarlo sería demasiado cegato. Y hay que entender que una cosa es derivar una hermenéutica a partir de la observación de los ciclos naturales y otra bien distinta es hacerla proceder de los conflictos ideológicos que han marcado la modernidad. Por ello no es descabellado afirmar que el trío de nuevos planetas tiene más de ideológico que de transpersonal.
Sería injusto no mencionar también el papel preponderante que tuvo la psicología junguiana en la conformación de dichos significados, pues la obra de Jung es de gran relevancia para entender la atribución de características a los nuevos miembros del sistema solar copernicano. No obstante, para ningún astrólogo contemporáneo es desconocido el hecho de que, por el entorno histórico de sus respectivos descubrimientos, Urano se tiñó con los valores de la Ilustración y de la Revolución Francesa, Neptuno con las ideas colectivizadoras de los primeros socialistas utópicos y el manifiesto comunista, mientras que Plutón se coloreó con la teoría psicoanalítica que por aquel entonces lograba posicionarse en la cultura popular. Ilustración, Revolución Francesa, Comunismo y Psicoanálisis son, qué duda cabe, hitos históricos y culturales que marcan la época contemporánea y le otorgan su peculiar identidad. Las consecuencias socio-políticas de dichos movimientos son enormes y abarcaron la configuración de la mentalidad que caracteriza a la astrología moderna. En este contexto cabe preguntarse si acaso la astrología debe reflejar la estructura cósmica, las leyes universales y los ciclos naturales, o debe estar sujeta a modificaciones en torno a los avatares de la política y de las diversas ideologías con las que el ser humano se combate a sí mismo una y otra vez. Acuario fue el pionero entre los damnificados por el oleaje del progreso ilustrado, de allí su importancia simbólica. Más todavía cuando es justamente el signo de la era astrológica que se avecina. Las citas de Goodman y Green reflejan una dulcificación que emana de una mezcla entre el ideario New Age y la idealización del progreso defendido por el iluminismo francés.
Veíamos que el Acuario clásico comparte las ásperas características de su regente tradicional, el frío y seco Saturno. Pero el gran maléfico también rige a los científicos, a los desarrolladores de tecnología, a los de mentalidad materialista, a los obreros, agricultores, mineros y gente pobre. Tanto los astrólogos tradicionales como los modernos estarán de acuerdo con esto. Todo signo recibe su naturaleza a partir de la esencia del planeta que lo rige, por lo que no debe extrañar a nadie que Acuario obtenga de Saturno el carácter de signo ligado al desarrollo científico y tecnológico, como también a las revueltas populares y a la rebelión de la clase trabajadora. Es visible a esta altura que Urano sólo ha seguido la misma línea saturnina. En su libro sobre las natividades, el astrólogo persa Albubather (siglo IX d.C.) dice que Acuario hace al nativo “...de gran espíritu y bondad, y generoso con los demás. Muy gastador, será incluso pródigo”. Ya se adivinan aquí ciertas semejanzas con el espíritu humanitario y filantrópico del signo moderno, aunque descrito hace más de un milenio. Todavía más temprano, en la obra Matheseos del astrólogo romano Firmicus Maternus (siglo IV d.C.) se asoma ese mismo tinte amigable, social, aunque mezclado con muchas otras características desagradables. Dice Firmicus que “si el Medio Cielo está en Acuario [el nativo] siempre tendrá lazos de amistad con hombres más poderosos que él, y llevará su vida en medio de actividades públicas”. Todo esto se describe mucho antes del descubrimiento de Herschel. Ya Vettius Valens nos decía que el signo es “libre” en tiempos en que todos le reconocían como domicilio de Saturno. Nada nuevo bajo el sol, o deberíamos decir, bajo Urano.
Toca hacernos una pregunta clave: ¿qué entendemos por libertad? Si ser libres consiste en llevar a cabo todos nuestros deseos, debemos cuestionarnos de dónde han surgido dichos deseos. En una sociedad completamente dominada por la publicidad, en donde es posible fabricar el consenso, planificar la opinión pública, crear necesidades artificiales y manipular emocionalmente al telespectador con una astuta ingeniería de las imágenes, ¿quién puede jactarse de ser realmente libre? Acuario es en realidad liberalismo político, no auténtica libertad individual, porque a lo sumo el mercado puede garantizar una sensación de libertad, como la que tienen los visitantes a un centro comercial cuando experimentan eso que Noam Chomsky denomina humor de compra, surgido de la incapacidad para analizar en profundidad una situación ante el acoso publicitario, la reducción del tiempo y la agresiva propaganda cultural. Hermes Trismegisto nos advierte en su Corpus que el zodiaco es el carcelero del alma, y que para vencer a los doce es preciso del número diez, la sagrada década de los pitagóricos. Esto implica que la libertad de Acuario es un espejismo zodiacal, uno más entre la enorme plasticidad que tiene el devenir para jugar con el mundo de los sentidos y el permanente cambio en la organización de la materia.
Para ser ecuánimes, tenemos que aceptar que Acuario, y por extensión su era astrológica, tienen mucho de utopía, idealismo y humanismo, como también de antropocentrismo, secularismo, cientificismo, liberalismo, y aunque nos pese, de materialismo desatado y control tecnológico de las masas. Nada más acuariano que las redes sociales, que de herramienta para el cambio social se han transformado en instrumento para la dominación de la muchedumbre en la era de la “posverdad”. Al menos así lo cree gente como el periodista iraní Hossein Derakhshan, al denunciar el abuso del lenguaje visual, comprimido y emotivo, estímulo perfecto para el conformismo de sofá. El recientemente fallecido sociólogo polaco Zygmunt Bauman iba más lejos todavía. Afirmaba que “hay mucho radical que no sale de su casa, computadora en ristre, en vez de estar peleando en la calle; que polemiza muchas veces de modo anónimo o con seudónimo, a través de la redes, a ver quién mea más largo, quién es más radical, más revoltoso o más compasivo, generando lo que se ha denominado shitstormes, tormentas de mierda”. Es que Acuario también tiene mucho de sofista retórico, de ideólogo maniatado y de revolucionario de escritorio, porque la tecnología y la informática, amparadas bajo el signo, propician ese tipo de interacción con el mundo. Todo el zodiaco tiene su lado oscuro, pero en medio de este clima rosado de positividad y negación hipomaníaca tendemos a soslayar que bajo la ley del tiempo y el destino también existe lo maligno. Acuario no es la excepción, porque en su cántaro no sólo hay agua dulce, también nos trae bastante hiel. Abramos los ojos.
- Artículo publicado en Pijamasurf
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La confusión que pueda crear Urano a algunos, es más probable que sea el cómo tiene esa pesona, a dicho planeta aspectado con otros. Un ejemplo: en la estructura LU/SA =UR, ya tendríamos un posible factor de inseguridad. Se trata de una persona que trata de librarse, de manera impulsiva, de tensiones internas, de impedimentos, inhibiciones con un miedo espantoso al bochorno, a que sea descubierta una parte de su personalidad. El principio de Luna/Saturno es el autocontrol, pero con la intervención de Urano ya cambian totalmente las cosas, de autocontrol sólo hay un paso al descontrol, entonces ya aparecen complejos de todo tipo, entre ellos el de inferioridad en alguna esfera de su vida sentimental; variaciones del estado anímico a nivel psicológico; estados depresivos que por su puesto serán más graves en cuanto la persona alcance una cierta edad. Los detonantes pueden ser el distanciamiento o separación de la madre, de la familia, preocupaciones por asuntos familiares, etc., problemas que pueden ser hereditarios. En todo caso , no cabe duda, hay un desequilibrio. Urano y Saturno son fuerzas opuestas: la lentitud contra la rapidez, el freno y el acelerador. Tampoco debe ser tan difícil de comprender. Ya digo, todo dependerá de como puedan tener algunos, en sus temas natales, los planetas de Saturno/UR aspectados con cualquiera de sus planetas personales. He puesto la Luna por poner un ejemplo, pero igual podría haber tomado otra estructura.
En todo caso Urano es el factor repentino súbito que nos sorprende por bien o por mal. Con Saturno, es diferente...le vemos venir sabemos de antemano si alguna gestión llevará mucho retraso en ser solucionada. Si las cosas no funcionan bien en un matrimonio, Urano les da un punto final bastante rápido; con Saturno el problema de un divorcio o una separación pueden volverse una pesadilla hasta que ello se resuelva.
Segun mis experiencia a veces encuentra uno mas cosas con Saturno que con Urano, no en vano los antiguos lo utilizaron magistrallmente. Tengo que ver mucho con Capricornio , asi de que le dedico Antonio un hermso Poema con gran estimacion de von Olga Ungern-Sternberg, es ist ihrem Buch „Die Sternenschrift im Heraklesmythos“ entnommen.
Steinbock
Ich steige aus den Fluten empor
und halte die Form
die mir aufgetragen ist,
bis ihr Sinn sich erfüllt.
Die Abgründe ließ ich unter mir
Und verteidige die Höhe.
Ich lerne Geduld und Ausdauer.
Ich habe die Unterscheidung
zwischen oben und unten,
zwischen hoch und tief
und halte in Einsamkeit die Form,
die den Geist offenbaren soll.
Para comprender a Acuario hay que verlo desde las perspectivas Saturno y Urano , pero la revolucion empieza desde el descubrimiento de Urano .
Con este aporte no pretendo decir que definitivamente me decanto con la eleccion saturno o Urano para acuario yo utilizo ambas.
Fue Friedrich Wilhelm Herschel, que vio un punto de luz en la constelación de Géminis el 13 de marzo de 1781 y en un principio llevó a cabo este punto por un cometa. Sin embargo, después de más noches observación se dio cuenta de que había descubierto un nuevo planeta. Pero para, para contar la historia nadamejor para hacerlo que con su hermana .
Caroline Lucretia Herschel nació en Hannover el 16 de marzo 1750 era la primera mujer que se hizo famosa en la historia de la astronomía. Y que debe su hermano, que inicialmente se contrató a la hermana pequeña como un "ama de casa" y cantante en el coro, después de 1772 inició un trabajo como organista y director de orquesta de conciertos en el sur de Inglaterra Bath.
Caroline Herschel 16 de marzo de 1 750 12:00 (LMT), Hannover, D
Fuente: Wikipedia , el tiempo no es conocido
Friedrich Wilhelm era un músico - y astrónomo de la pasión! Se construyó sus propios telescopios reflectores y su hermana lo ayudó con los espejos pulidos .Pero Caroline también aprendió álgebra y trigonometría para realizar observaciones astronómicas independientesMercurio en esta grafica de Caroline está en Piscis, visto desde la astrologia clasica es desfavorable debido a que el mensajero rápido y ágil de los dioses está aquí, al mismo tiempo en exilio. Caroline, sin embargo, siempre se describe como mujer sabia que sabía cómo utilizar su inteligencia con toda modestia. Tal vez la cuadratura con Saturno juega un papel importante, ya que los compuestos de Saturno-Mercurio promueven la concentración de poder. Tal vez las perspectivas tradicionales también han cuestionado una vez - y arrojados al mar.Aqui esta un jemplo de que saturno no es tan malo de como hacen ver .
El descubrimiento de Urano fue un punto de inflexión en la vida de los hermanos Herschel. Friedrich Wilhelm era astrónomo de la corte real en Windsor y Caroline se convirtió en su asistente de investigación. Luis Pusch informo que Caroline Herschel recibió un sueldo para las actividades científicas como la primera mujer en la historia.
E Simbolo Glifo de Urano significa que puede (el ego humano) relativizar el poderoso sol. Esto se realiza por las fuerzas del cielo (o el espíritu del espíritu de la conciencia), este sombolo es adoptado para la astronomia y tambien para la astrologia.
Saludos
Cualquiera en el foro habrá escuchado mil veces, que todo lo relacionado con Saturno o Capricornio es lo peor existente en el cosmos, Giovanni dixit, y ello porque yo soy un Capricornio. Ahora de repente es al revés. Y ahora por dar una opinión, qque a fin de cuentas es lo que quiere el Sr. Pablo, resulta que contaminamos su blog. ¡Por favor!
En el ADM hay casi 7.000 foristas registrados. ¿Por qué nose hace una encuesta con tiempo de tres meses para que se enteren todos. La pegunta sería ¿Cree usted que Urano es el regente de Acuario o sigue siendo Saturno de los tiempos de W.Lilly? Porque entonces ya existía Urano en el cosmos, no así en el cerebro de W.Lilly.
No dice nuestro maestro Giovanni, hasta la saciedad, que no se puede juzgar a un planeta sin tener en cuenta otros elementos, aspectos, etc. ¡Déjese de una vez pòr todas de FALACIAS, que en ésto es usted un experto.
Y no trate de poner en mi contra al Sr. Pablo por el que tengo un gran respeto. Entre el saber estar de él y usted hay un gran abismo.
Pablo es una pena que éste, tu genial y sesudo artículo, ya se haya contaminado como muchos otros buenos artículos. El estilo es el mismo... en nada cambia. Por suerte tienes dos opciones a tu favor: eliminar la contaminación o publicar tu artículo en aquel otro lugar donde lo has venido haciendo.
Giovanny
Solo doce palabras... y ya son más que suficientes para evidenciar la ignorancia y ceguera total frente al tema. Saturno imagen de pobreza, imagen de sufrimiento, imagen de marginamiento, imagen de... etc. etc.
Giovanny
enero 13, 2024 a las 9am a diciembre 21, 2024 a las 12pm – VIA ZOOM
0 Comentarios 1 Me gustaseptiembre 27, 2024 a las 6pm a septiembre 26, 2025 a las 8pm – VIA ZOOM
1 Comentar 0 Me gustannoviembre 8, 2024 a las 7pm a enero 31, 2025 a las 8:30pm – CURSO ONLINE ZOOM
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hola que tal
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