En las aguas Piscianas, lugar de ensoñación que conduce al retraimiento y a la introspección, evoca epopeyas y batallas libradas en sus mansiones. Así en esta vibración se encontraba Neptuno saboreando el néctar y la esencia de su hogar, dejándose bañar y acariciar por su vaivén. Su mente volaba a espacios intangibles pero llenos de toda clase de movimiento, así danzaba el rey de las aguas el poderoso Poseidón.
Mientras por la orilla se paseaba orondo con la cabeza en alto, con porte y…
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